2 mil 231 mujeres han denunciado ser víctimas de violencia vicaria en el país. Foto: Especial

Así es la violencia vicaria

Tras su llegada a la entidad, el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria ha atendido a más de 100 mujeres que han sufrido este tipo de agresiones por parte de sus exparejas

A solo un año de que el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria abrió sus puertas en Nuevo León, más de 100 mujeres han transitado por las instalaciones para recibir apoyo emocional y contención tras ser víctimas de violencia vicaria.

Cuando se cosifica a los hijos e hijas como instrumento con el propósito de dañar y controlar a la pareja o expareja por medio sustracción de menores, obtención de custodia exclusiva o agresión psicoemocional a las infancias, se ejerce violencia vicaria.

Noelia Suárez, representante de Nuevo León en el Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, informó que en el estado hay 64 madres que forman parte de esta organización, donde se intercambian experiencias, consejos, así como orientación de sus procesos legales.

La representante declaró que de acuerdo con los cuestionarios que responden las madres que han vivido violencia vicaria, en la mayoría de los casos han experimentado al menos tres tipos de violencia durante sus relaciones y después de ellas.

Por lo que la violencia vicaria, como declaraba la psicóloga creadora del término, Sonia Vaccaro, es una “violencia desplazada” o una extensión de la misma, pues es el último recurso para herir a una mujer utilizando a sus hijos e hijas para ello.

Violencia más allá de la relación

Después de que Gabriela Hernández concluyó su proceso de divorcio, su exesposo la denunció por violencia familiar y la separó de su hijo de cuatro años. Además de las demandas y daño emocional de no poder ver a su hijo, su agresor hizo público el caso en televisión abierta revelando su identidad a nivel nacional.

Tras la separación, en septiembre de 2022, Gabriela interpuso una denuncia por pensión alimenticia. Cuatro meses después, cuando intentaba dormir a su hijo su expareja intentó arrebatarle al menor, lo que  respondió con un manotazo no intencional, lo que sería la razón de una denuncia por violencia familiar.

“Yo estaba tratando de dormir al niño y él me dijo que ni para eso servía yo. Él se acerca y me dice ‘quítate para poder dormir al niño que ni para eso sirves’. Yo respondí, ‘no, quítate tú’ y por ese quítate tú me denunciaron por violencia familiar”, explicó Gabriela.

La denuncia fue planeada, pues la madre de la expareja de Gabriela realizó la llamada a petición de su hijo, pero en el expediente se puso que él salió de la casa para llamar a la policía. A los pocos minutos, cuatro patrullas llegaron por ella para llevarla a un centro de denuncia en Monterrey.

Gabriela no es la única con una situación donde se impone una denuncia por violencia familiar, el 57 por ciento de las mujeres que experimentan violencia vicaria son denunciadas por la misma causa para que las infancias queden al cuidado de la familia del agresor.

Durante este proceso, Gabriela estaba embarazada de su exconcubino, tras su salida sufrió un aborto.

La víctima de violencia vicaria comenta que le han sido interpuestas órdenes de restricción como método de manipulación y chantaje. Ella no podía contactar al padre de su hijo pero él la llamaba por teléfono para pedirle que volviera con él.

“Él sí me hablaba, él sí me decía que no tenía ninguna restricción y que yo volviera con él. […] pero tú vuelve, yo te dije que ya dejaras de trabajar y dedícate a mí y al niño”, relata.

Actualmente, Gabriela tiene permitido ver a su hijo 6 horas a la semana, pero comenta que este tipo de violencia afecta también a las infancias, pues cada que se reúne “es como si se hubiera ido un niño y me regresaron otro”.

“Cada convivencia que tengo con él, entonces es abrazarlo, el saber que obviamente él viene, pues, con heridas que le hace su papá psicológicamente”.

La expareja de Gabriela era elemento policial y daba cursos del nuevo sistema penal acusatorio a policías de corporaciones del estado de Nuevo León, además de tener contactos en la Fiscalía del Estado y en diferentes dependencias.

Violencia vicaria en cifras

Contar con conocidos en los diferentes niveles de poder estatal es frecuente en los casos de violencia vicaria, en el 94 por ciento de los casos el generador de violencia cuenta con recursos favorecedores.

A nivel nacional, 2 mil 231 mujeres declaran haber experimentado violencia vicaria, de acuerdo a la segunda encuesta realizada por el Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria a nivel nacional. También, 9 de cada 10 agresores cuentan con herramientas para bloquear los procesos legales que interponen las víctimas.

El 18 por ciento de los agresores cuentan con cargos públicos, el 58 por ciento tienen tráfico de influencias, 67 por ciento de ellos alargan el proceso legal y el 81 por ciento tienen privilegios económicos.

Uno de los indicadores más alarmantes, y con más incidencia, es que el 82 por ciento de los agresores ha negado anteriormente una pensión alimenticia.

Agresiones que escalan

Además del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, diversos colectivos han promovido y difundido cómo se manifiesta la violencia vicaria.

Colectivos como Mucha Madre Coatlicue Tonanzin, Ley Sabina Nacional y Las de Violeta han realizado violentómetros vicarios para ejemplificar acciones o actitudes que pueden evolucionar a este tipo de violencia o pueden terminar en sustracción de menores.

Entre estas acciones destacan violencia física, psicológica, emocional, económica, violencia sexual, amenazas demandas por custodia o pensión, sustracción de menores con ayuda de familiares, maltrato a los menores hasta llegar al infanticidio.

Sobre el cómo afecta la violencia vicaria a las víctimas en la salud, la misma encuesta del Frente Nacional, revela que de las más de 2 mil entrevistadas, el 89 por ciento experimentó daños psicoemocionales las principales afecciones son: estrés, ansiedad, Depresión, miedo e ideas suicidas.

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