Agua: escasa y envenenada

Desde que entró en vigor la reforma a la Ley General de Aguas, cada vez son más las industrias que tienen acceso irrestricto al uso del líquido que antes sólo se destinaba para el consumo humano y que, además, registra una gran concentración de arsénico
J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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México se enfila hacia una crisis de agua. La mayoría de los mantos acuíferos en el país se encuentran sobreexplotados, pero no es a causa del consumo poblacional, sino como efecto de la presencia de industrias, muchas trasnacionales, que con el aval del Gobierno federal se han apropiado de la riqueza hídrica nacional.

En la zona de La Laguna, en la parte limítrofe de los estados de Coahuila y Durango, la escasez ha llevado a la perforación cada vez más profunda de pozos para el suministro poblacional, en donde el agua resulta contaminada por arsénico.

De acuerdo al Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en algunas regiones hídricas de Querétaro, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas y Sinaloa, también se han registrado aumentos de ese elemento semimetálico en el agua de consumo humano.

Coincidentemente las concentraciones de arsénico en el agua para beber han registrado sus mayores incrementos a partir de que entró en vigor la reforma a la Ley General de Aguas, en el 2015, cuando se estableció que las plantas industriales no tendrían restricciones, más allá de la anuencia federal, para acceder al uso del agua que requieran para sus actividades productivas.

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Por ciento de las aguas son utilizadas por las industrias agroalimentaria, de extracción mineral y de generación de energía

De acuerdo a organizaciones como Agua Para Todos, Red de Acción por el Derecho al Agua y la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua, la sobreexplotación de los mantos en México ya alcanza niveles alarmantes.

Desde que entró en vigor la reforma a la Ley General de Aguas, cada vez son más las empresas industriales que tienen acceso irrestricto al uso del agua que antes sólo se destinaba para el consumo humano, dejando a poblaciones enteras con un racionamiento mínimo para sus actividades domésticas.

El ejemplo más claro de esta situación se ubica en el estado de Zacatecas, la actividad de las empresas mineras allí asentadas absorbe más de 80 por ciento de toda el agua que dispone la entidad.

De acuerdo al doctor en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Federico Guzmán López, actualmente en esta entidad son más de 334 mil 792 las personas que no tienen garantizado su derecho al agua, pero ello no ha impedido que las grandes mineras sigan extrayéndola en cantidades industriales.

Las mineras, sedientas

En México, hasta el primer semestre de este año, se tiene el registro de que 417 empresas mineras son las propietarias de mil 36 títulos de aprovechamiento de agua, que amparan un volumen de extracción de 436 millones 643 mil 287.92 metros cúbicos anuales del líquido, suficiente para atender las necesidades de 11 millones 962 mil 830 personas.

De acuerdo al estudio “Debate sobre Grandes Consumidores de Agua: El Caso de las Mineras en México”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESPO) de la Cámara de Diputados, las empresas mineras que hacen un aprovechamiento irracional del agua, sólo en el 2014 lograron extraer casi 3 millones de litros de agua por segundo en todo el país.

De todas las mineras que sin mayor dificultad se han hecho del uso del agua, que hasta hace 10 años era exclusiva para el uso doméstico de la población, son las mineras del Grupo México las que ocupan los mayores volúmenes de líquido extraído, seguidas después por las empresas subsidiarias de la canadiense Gold Corp Inc. 

Otras mineras que se han apropiado del agua destinada al consumo humano son Arcelor Mittal, Primero Mining Corp., Pondercel, Altos Hornos de México, Ternium, Cemex, Minera Frisco, Mexichem, Tubos de Acero de México, Consorcio Minero Benito Juárez, Fresnillo PLC, Las Encinas, Torex Gold Resources Inc., Holcim Apasco y Cobre del Mayo, las que consumen más del 86 por ciento de toda el agua.

Efectos sobre la salud

El agua suministrada de profundidades cada vez mayores y que se encuentra contaminada por arsénico, al consumirse hace que el semimetal se acumule en las extremidades ocasionado severos problemas a la salud.

De acuerdo al doctor Uriel Galván, el consumo de agua con arsénico en La Laguna ha hecho que se disparen los casos de cáncer, lesiones cutáneas y padecimientos cardiovasculares

“El arsénico en el agua es un detonante de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, lo que ocasiona que se eleve el índice de mortalidad por estos padecimientos”, explicó a Reporte Indigo el doctor Uriel Galván Vásquez, médico de la comunidad de Horizonte, en Durango.

En esta localidad situada en la zona de La Laguna, en los últimos 10 años más de 46 personas, adultos mayores principalmente, han tenido que ser amputados de alguna de sus extremidades, a causa de la acumulación de arsénico.

De acuerdo al doctor Uriel Galván, el consumo de agua con arsénico ha hecho que se disparen los casos de cáncer, lesiones cutáneas, padecimientos cardiovasculares y algunas de manifestación neutrónica.

Juan Jáquez Muñoz, de 82 años de edad, dio testimonio de cómo fue menguando su salud al consumir agua contaminada por arsénico durante más de dos décadas; hoy se encuentra amputado de un pierna y sufre problemas de orientación, lo que lo mantiene postrado en su cama y a una silla de ruedas.

También está el caso de Jose Ángel Contreras, de 74 años de edad, que a causa del consumo de agua contaminada con arsénico se agravó su problema de diabetes y sufrió la amputación de una de sus piernas.

El resto de los amputados en esta localidad ya falleció, a causa de problemas de salud que se agravaron por el consumo del agua contaminada, que es la única a la que tienen acceso, luego que los mayores volúmenes se destina a la industria agroalimentaria.

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