Adiós a Puente Grande, la prisión de la que escapó ‘El Chapo’

El Gobierno federal anunció el cierre del penal de Puente Grande, en Jalisco, reos serán trasladados a otras cárceles del país
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El Centro Federal de Readaptación Social Número 20 Occidente, conocido popularmente como penal de Puente Grande, cerrará sus puertas próximamente, según anunció el Gobierno federal.

Este 28 de septiembre fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la información acerca del cierre del penal de máxima seguridad, ubicado en Jalisco.

En la publicación se señala que las personas que aún se encuentran recluidas en el centro de readaptación social serán trasladadas a otras cárceles del país.

Será el Comisionado de Prevención y Readaptación Social quien realice las gestiones para dar acomodo a los presos de Puente Grande, todo ello con respeto a los derechos humanos.

Respecto a quienes prestan sus servicios al interior de este sitio, en el texto publicado en el DOF se aseguró que se respetarían los derechos que conforme a la ley poseen.

Serán reubicados en otros centros penitenciarios federales que determine el Comisionado de Prevención y Readaptación Social, de acuerdo a las necesidades del servicio de la Institución.
DOF

Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, ya ha firmado el cuerdo del cierre, con el cual, además, se determinara el destino final del bien inmueble.

Puente Grande, la prisión de la escapó “El Chapo”

Puente Grande ha destacado por la fama de algunos de sus ocupantes, entre ellos el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”.

Pero si el paso de El Chapo fue comentado, debido a los lujos con los que vivía al interior de este penal, lo fue más uno de sus últimos actos en este sitio, una de sus fugas.

El penal, enclavado en la carretera libre a Zapotlanejo, Jalisco, se realizó siguiendo el modelo arquitectónico y disciplinario de la prisión de máxima seguridad Almoloya de Juárez, ahora del Altiplano.

Tras pasar unos meses en Almoloya, por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en 1993, El Chapo fue trasladado a Puente Grande.

Desde el sitio, el fundador del Cártel de Sinaloa manejó su empresa criminal a distancia, siguió comprando autoridades y consolidó su negocio.

Según relatos de presos del penal, El Chapo contaba con celular, mismo que prestaba a los otros reclusos, que tenían acceso al teléfono de la prisión de forma limitada.

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Otras veces, también pedía comida del exterior, que también compartía con otros presos, e incluso organizó fiestas en las que había alcohol, música, mujeres y comida.

Los excesos del narcotraficante continuaron por años, hasta el 19 de enero de 2001, cuando se fugó en un carrito de lavandería.

Durante el juicio llevado a cabo a Guzmán en Nueva York, en el que resultó culpable de los cargos imputados y se le condenó a cadena perpetua, Vicente Zambada Niebla ofreció algunos detalles acerca de la fuga.

Según el relato, Chito, el encargado de la lavandería de Puente Grande escondió al Chapo debajo de una carga de sábanas sucias para que escapara.

Ahí, escondido entre la ropa sucia, El Chapo contaba cada una de las puertas que iba pasando, cada control establecido en el centro para seguridad del penal.

Aunque vivió momentos de tensión, según contó a sus cómplices entre risas, logró escapar al interior del carrito de ropa sucia, para ser capturado 13 años después.

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