Winona, por siempre

Es el rostro de toda una generación y ahora regresa para aquellos que crecen con la época del streaming a demostrar que no se irá de nuevo

¿Qué mejor persona y actriz que Winona Ryder para dar consejos a la más joven representante en la serie “Stranger Things”, Millie Bobby Brown? No son consejos de vida o amorosos, sino sobre mantener la privacidad en sus carreras.

Sobre todo porque Winona, nacida un día como hoy en 1971 también comenzó a actuar en la adolescencia durante los años 80, década en la que transcurren los hechos de la exitosa serie de Netflix, Stranger Things.

“Me ha dicho muchas cosas que me ayudan con mi actuación y de profesionalismo también, sobre cómo mantener mi vida tan privada como sea posible”, dijo Brown.

Uno de sus primeros papeles importantes fue como la chica rara en la película dirigida por Tim Burton “Beetlejuice” cuando tenía apenas 17 años.

Ese halo de personaje jamás se le iría, ni tampoco sus oportunidades de trabajar con Burton dos años más adelante cuando fungió como la enamorada de “El hombre manos de tijera”, cuando los ojos de los tabloides se voltearon a ella y a su nueva pareja, Johnny Depp.

Solo que antes de esa película, ellos ya se conocían gracias a la premiere de la película en la que ella actúo, “Great Balls of Fire” luego de “Beetlejuice” cuando él tenía 26 años de edad.

Luego vinieron los papeles igual de alternativos, pero que la pusieron en la mira de actrices seria, luego de interpretar a la amada del vampiro más famoso de la historia, Dracula en la adaptación filmográfica de Bram Stoker.

Saltó después al lado de Angelina Jolie y contemporáneas con “Inocencia Interrumpida”. Aunque ya se veía a una Winona en su etapa madura profesionalmente, pronto aprendimos que eso no sería lo último que dejaría.

Se unió, además a otras adaptaciones literarias tales como “Mujercitas” donde le dio vida (y qué vida) a Jo March al lado de Susan Sarandon en “Mujercitas”, otra en “La Casa de los Espíritus” junto a Jeremy Irons, Glenn Close y Meryl Streep y Antonio Banderas.

Terminó por ponerle punto final a su perfil como la actriz representativa de la generación X con “Reality Bites” al lado de Ben Stiller”.

Y eso fue todo. Empezó el 2000 con un papel perdido dirigido a Meg Ryan cuando hizo de “Charlotte” en “Otoño en Nueva York”, un drama romántico protagonizado junto a Richard Gere.

Y, aunque nunca dejó como tal de trabajar, se perdió de todos los reflectores por casi una década cuando de nuevo ya la vimos como veterana en un papel que justo representaba su faceta frente a las jóvenes Natalie Portman y Mila Kunis quienes, en la trama, buscan reemplazar el legado de una bailarina retirada y diva.

Y aunque Winona tenía un trabajo que la respaldara antes de cumplir 19, la prensa prefería relacionarla en las notas rosas junto a Depp por ser “la pareja del momento”. Ella aseguró en una entrevista con LA Times que desde su compromiso que no se llevó a cabo, las cosas con la prensa fueron muy mal.

Es decir, si cancelaba un trato de trabajo, de inmediato lo relacionaban con Johnny Depp. Estaban enamorados, pero no era para siempre, ni el tatuaje que él se hizo con su nombre y terminó cambiando a “Wino (ebrio)”.

Carrera, interrumpida

Los papeles de joven alternativa se le terminaron cuando llegó a la adultez y la prensa miró hacia otros talentos (a diferencia de Depp, Banderas, Ethan Hawke, que siempre permanecieron en constante escrutinio).

Entonces pasó lo que la prensa estuvo esperando desde que se estrenó su primera película: un escándalo de la buena y provinciana Winona. En 2001 fue arrestada por robar 5,500 dólares en mercancía de Saks en Beverly Hills y además encontraron medicamentos prescritos en su bolsa.

La hallaron culpable del delito, por el cual tuvo que dar 10,000 dólares en multas y pagar tiempo con servicio comunitario.

“¡No fue el crimen del siglo!”, se defendió después Winona y tampoco fue lo peor que lo pudo pasar. Pues ese tiempo le sirvió para regresar con sus padres a San Francisco (hasta que se mudaron a Canadá luego de que Bush ganara la presidencia estadounidense) y estudió lingüística, etimología, cursos en leyes y activismo con Julia Butterfly, una mujer que vivió más de dos años en un árbol para que no lo cortaran.

La histeria de madre

Resulta que Portman ni Kunis iban a quitarle su lugar como actriz principal, mas que en la película. Y ha sido Natalie, quien en una entrevista que presume la organización de Ryder en su sitio, la ha halagado por su trabajo y le ha admirado por esa carrera temprana y por ser tan profesional.

Ahora las cosas van más tranquilas: interpretó a una madre, a quien los escritores de Stranger Things la hicieron actuar sin parar como histérica, por hallar a su hijo en un escenario ochentero y ensamblado con tributos a filmes representantivos de ciencia ficción de la época.

Ahora, de nuevo, las nuevas generaciones del streaming conocerán a Winona que de nuevo acaparó las portadas de revistas y las marcas de maquillaje.

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