Vanessa Hernández ha escrito siete novelas, dos de ellas publicadas y un libro de cuentos. Foto: Especial

Vanessa Hernández, escritora de Acapulco, Guerrero, rinde homenaje a los saberes ancestrales con su novela “Las alumbradas”

La escritora Vanessa Hernández, originaria de Acapulco, Guerrero, presenta Las alumbradas, novela que habla sobre la fortaleza de cuatro hermanas durante la época del Porfiriato, quienes, además cuentan con unos dones especiales

A los ocho años, la imaginación de la escritora Vanessa Hernández fue nutrida por las narraciones de su abuelo, quien nació en 1903. Al ser un “hombre de su tiempo” y vivir en las zonas rurales, Hernández recuerda que les decía a todos sus nietos y nietas que veía cosas extrañas, como que, alguna vez, una vecina se quitó los pies para ponerlos en la lumbre del fogón e irse volando.

Estas narraciones no fueron cuestionadas en ese entonces, en cambio sirvieron para alimentar la curiosidad en Vanessa, quien creció con estas anécdotas y así, muchos años después sirvieran como inspiración para publicar Las alumbradas (Grijalbo).

Las alumbradas le permitió a Vanessa Hernández escribir otras dos novelas, las cuales también se sitúan en Guerrero. Espera que el siguiente año se publiquen

“Esto era casi un dogma, nadie lo cuestionaba, pues pensaba que esta sabiduría habría que compartirla y prevenir a los otros. Con el tiempo me ayudó a saber que también hay que creer que hay otro universo, hablo de elementos mágicos que no entran en lo que es el conocimiento científico y que no todo se concreta en lo físico o que no va a tener explicación, por eso me gusta más”, narra la escritora originaria de Guerrero a Reporte Índigo.

La novela Las alumbradas se sitúa en Guerrero, a principios del siglo XX. Una tragedia cambiará el destino de la familia Fernández. Tras la muerte de la señora Micaela y la pequeña Milena, don Ismael tendrá que seguir adelante con sus cuatro hijas Evelina, Faustina, Laureana y Lena, quienes lucharán por encontrar su lugar en el mundo.

Lena forjará un carácter aguerrido y desarrollará además un don con el que es capaz de hacer y deshacer hechizos para evitarles el sufrimiento a las personas que ama.

“Este don de Lena lo utilizo, porque además, fui asmática muchos años de mi vida y mi mamá me curaba con friegas de alcohol con eucalipto. También me ponía a beber té de bugambilia con ajo y miel o hacer inhalaciones. Y yo sé que a mi madre se lo hizo antes mi abuela y así por generaciones. Me parece que, a veces, pasamos por alto que hay una cadena de saber ancestral”, describe.

Además de utilizar los saberes que aprendió del hogar, la escritora quiso llevar su novela al interior de sus personajes para profundizar sobre temas como la familia y los conflictos que podrían suceder dentro del hogar.

Para ello, hizo uso de la novela costumbrista, un género que le permitió escribir y debatir sobre las enseñanzas que provienen de generaciones atrás.

“Me gusta hablar sobre las costumbres de un espacio establecido, que puede ser un pueblo o una comunidad. Y aquí eso pasa, una de las principales ideas de la historia es que Lena no tiene casa y la casa no es el espacio, son tus ideas, tus concepciones sobre la vida.

“Quise pensar que, a pesar de que todas las hermanas tienen dones y que algunas los aceptaban y trabajaban y prestarles atención es también ser ellas mismas, extender lo que ellas siempre han sido; a partir de ahí también salvarse”, cuenta la escritora.

“Yo me identifico mucho con Laureana, porque por ella escribí la novela, no es la protagonista, pero me impulsó un episodio similar”
Vanessa HernándezEscritora

La novela se ubica durante la época del Porfiriato, lo que también le ayudó a la escritora guerrerense a explorar sobre los estereotipos destinados a las mujeres y hombres. Cómo “tendría” que ser una joven es ese tiempo y de las labores del hogar.

Asimismo, el hacer una diferencia entre hermanas, quienes, a pesar de haber vivido bajo las mismas creencias, algunas optan y anhelan tener otra vida.

“Estamos hablando de mujeres de su época, que dentro las limitantes del género, porque hemos vivido muchos años limitadas a espacios, ellas hicieron de la práctica de la herbolaria una forma de conocimiento compartido, generaron comunas y una forma de resistir, quizás al rechazo y la condición establecida de que eran trabajadoras o esclavas sexuales.

“Antes había una resistencia pacífica, ahora ya salimos a marchar y tenemos otras formas de decir ‘hasta aquí’”, sostiene Vanessa Hernández.

La historia que se centra en la vida de las cuatro hermanas y sus luchas, también se puede ver una visión sobre cómo era aquel México en el que se sientan las bases de las garantías y la promesa sobre el fin de la esclavitud.

“Me gusta profundizar sobre la Historia de México, había una especie de feudalismo o esclavitud, es decir, mantenían muchos hacendados con los indios obligándolos a deber lo que todavía no les llegaba como pago y a comprarles esos mismos productos que sembraban. No había poder de elección y por mucho tiempo, durante el Porfiriato se intenta invisibilizarlos, porque no iban de la mano con la idea que tenían de la europeización del país”, comenta.

El reto y satisfacción de ganar un premio

Vanessa Hernández ganó este año el Segundo Premio Dolores Castro 2023 de Poesía, Narrativa, Ensayo, Dramaturgia e Ilustración en la categoría Narrativa por su novela Sureña.

Este reconocimiento implica un reto, pero también la reflexión de que ella comenzó a escribir a los 16 años sin pensar que en un futuro sería escritora. Por lo que, este honor y el publicar una novela en el mismo año la deja muy satisfecha del camino recorrido.

“De joven no sabía qué estaba haciendo, sobre todo por venir de Acapulco, quizá, por la falta de una infraestructura mucho más cultural; hay opciones de festivales, pero la posibilidad de que se fomente tiene que ver principalmente con los recursos federales y no hay tanto dinero para procurar un turismo cultural.

“Tenía esta idea de que Elena Garro había nacido siendo Elena Garro, que siempre fue de estas figuras tremendas, después supe que hay un trabajo constante, pesado, a veces difícil, pierdes las ganas de seguir intentándolo. Han pasado casi siete desde que publiqué Sureña y es un honor que lleve el premio nombre de una gran escritora”, explica.

“Cuando escribes realmente el aprendizaje nunca acaba, es continuo”
Vanessa HernándezEscritora

Sureña habla sobre el narcotráfico; si bien no es el tema principal, sí es el trasfondo por el que pasan los personajes y de toda la ola de violencia en Acapulco, Guerrero, lugar donde nació Hernández.

“La novela desarrolla cómo vive una familia que se inicia en el narcotráfico. Este es un cártel hipotético, también hay una relación parental; es una alegoría, porque en la novela no hay ganadores, sino de que todos salen perdiendo”, concluye.

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