¿Un kilo por tuit?

El progreso de una persona que está bajo un cierto régimen alimenticio para bajar de peso puede adoptar un ritmo similar al que caracteriza la difusión de información vía Twitter, si lo “tuitea”.   

Y es que según un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Sur de California (USC), factores como la responsabilidad y el apoyo social que resulta de publicar información en Twitter sobre los logros alcanzados en la pérdida de peso, aunado a la ventaja de anonimato, contribuye al éxito de la meta. 

El progreso de una persona que está bajo un cierto régimen alimenticio para bajar de peso puede adoptar un ritmo similar al que caracteriza la difusión de información vía Twitter, si lo “tuitea”.   

Y es que según un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Sur de California (USC), factores como la responsabilidad y el apoyo social que resulta de publicar información en Twitter sobre los logros alcanzados en la pérdida de peso, aunado a la ventaja de anonimato, contribuye al éxito de la meta. 

En el estudio, recientemente publicado en Translational Behavioral Medicine, se analizó el progreso de dos grupos de participantes –uno tomaba nota del progreso en un libro y otro reportaba los datos en Twitter, junto con una app– que se valieron de podcasts con información sobre nutrición y ejercicio físico como parte de un programa para bajar de peso. 

Si bien ambos grupos reportaron la misma pérdida de peso durante la prueba, los investigadores descubrieron que aquellos individuos dentro del grupo de Twitter que publicaron con mayor frecuencia, también se deshicieron del mayor número de kilos. 

De hecho, al analizar variables como la frecuencia y los tipos de posts publicados, los investigadores encontraron que cada 10 tuits correspondían a la pérdida de aproximadamente 0.5 por ciento en peso. 

De 2 mil 365 tuits publicados durante el estudio, el 25 por ciento fueron clasificados de tipo “informativo”, que por lo general daban cuenta de nuevos hechos o capacidades adquiridas.

Pese a los resultados arrojados, el estudio señala que “antes de invertir en el desarrollo de extensas redes sociales como parte de programas a distancia para bajar de peso, los recursos deben dedicarse a explorar quién se beneficia de estas redes sociales y cómo involucrar a estas personas de manera más efectiva”. 

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