Tres alimentos que pueden dañar tu ‘segundo cerebro’

El término segundo cerebro es relativamente nuevo, se trata de un concepto utilizado por los investigadores que se especializan en la relación que existe entre lo que comen las personas y cómo eso puede afectar o beneficiar su sistema cerebral.

El segundo cerebro son esos cien billones de bacterias que habitan en el intestino, las cuales también se conocen como microbiotas, la forma en que las personas alimentan a estos microorganismo puede repercutir en la capacidad cerebral de los individuos.

El término segundo cerebro es relativamente nuevo, se trata de un concepto utilizado por los investigadores que se especializan en la relación que existe entre lo que comen las personas y cómo eso puede afectar o beneficiar su sistema cerebral.

El segundo cerebro son esos cien billones de bacterias que habitan en el intestino, las cuales también se conocen como microbiotas, la forma en que las personas alimentan a estos microorganismo puede repercutir en la capacidad cerebral de los individuos.

Una investigación publicada en Gut and Liver señala que las grasas saturadas favorecen al aumento de bacterias que propician la obesidad y pueden afectar al sistema cerebral, mientras que los alimentos ricos en fibras además de ayudar a una mejor digestión también mejoran al cerebro.

Investigaciones recientes, como la de la Universidad de Zaragoza, apuntan que la microbiota es una de las encargadas de regular los niveles de serotonina, el neurotransmisor relacionado con los estados ánimo de las personas, por lo que una buena alimentación trae consigo mejor humor.

Aunque son varios los alimentos que puedes alterar la microbiota, o flora intestinal, estos pueden agruparse en tres grandes grupos, se trata de comida que por su alto nivel en grasas y azucares pueden afectar al cerebro. Estos son:

Alimentos industrializados

Puede ser desde panecitos o frituras empaquetadas, hasta alimentos precocidos que abundan en el supermercado, la mayoría de estas comidas son ricas en grasas saturadas, las cuales al combinarse con los conservadores pueden dañar al cerebro.

Es importante aclarar, que el hecho de comer estos alimentos de vez en cuando no implica mayor riesgo a la salud, el problema viene cuando estas comidas se vuelven la piedra angular de la alimentación de algunas personas.

Helados

Calma, no se trata de todos los helados, sino de aquellos que son fabricados de manera industrial, pues a la mayoría de estos productos se les inyecta emulsiones que contienen aditivos que se emplean para dar una textura cremosa a un alimento que contiene grasa.

Las emulsiones, que también pueden encontrase en la mayonesa y algunos quesos procesados, son las responsables de cambios en la flora intestinal, lo cual además de afectar al cerebro, también pueden propiciar a la aparición de cáncer en el colón, según una investigación de la Universidad Estatal de Georgia.

Edulcorantes artificiales

Una investigación de la Universidad de Calgary señala que tomar dosis continúas de edulcorantes puede modificar la composición de la flora intestinal, lo cual favorece la aparición de diabetes, además de los respectivos daños al cerebro.

Las investigaciones en el campo de la microbiota son relativamente nuevas, sin embargo, varios especialistas coinciden que los avances en la materia ayudarán a comprender mejor la relación entre lo que las personas comen y los efectos a su cerebro.

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