La cantautora colombiana no puede escribir canciones sin imaginarse las escenas, ya que ella es muy visual
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Tik Tok la llevó a la fama; ahora Ela Taubert recorre Latinoamérica con su música

La cantante colombiana está presentando la versión “Rosa” de “¿Por qué no me fui antes?”, uno de sus grandes éxitos

La historia de cómo Ela Taubert se hizo famosa es muy curiosa. En pandemia, como muchos, la colombiana comenzó a hacer videos para Tik Tok, publicaba tres diarios. La seguían su mamá, su prima, su abuela y su mejor amigo, o sea, “cuatro gatos”, como ella dice.

Ella se encontraba cursando la universidad de manera virtual por la emergencia sanitaria tan fuerte que azotaba al mundo. Así que entre clases escribía sus propias canciones, grababa covers y traducía canciones que estuvieran súper trending del inglés al español. Así duró mes y medio, hasta que se cansó.

“Un día dije, no quiero ya, esto no va a funcionar, esto no sirve para nada, no quiero nada, ya no puedo más, e hice un cover más de una canción de Camilo y Eva Luna. Pensé, voy a subir este cover, es el definitivo, si funciona qué bien, si no, me rindo, porque es que es un trabajo muy arduo, la gente subestima eso, pero eso es un trabajo muy fuerte, muy pesado y de mucha disciplina”, recuerda.

Le platicó a su mamá, quien le pidió que confiara en Dios y en su talento. Ela se fue a dormir y al día siguiente su video tenía 130 mil reproducciones.

“Ahí entendí a mí Dios, yo siento que Dios le habla a uno muy claro, es como, niña, tú sigue, tú síguele metiendo. De ahí en adelante entendí que esos son los aprendizajes sobre que uno no puede tener todo cuando quiere, por eso la perseverancia es buena. Habrá días malos, pero ya no pararé”, afirma Ela, quien ahora cuenta con más de 750 mil seguidores.

Ela Taubert escribe música para compartir

La cantautora colombiana no puede escribir canciones sin imaginarse las escenas, ya que ella es muy visual. En su cabeza nacen nuevos mundos cada vez que toma la pluma para expresarse. Igual y eso ha sido la clave para que sus letras enamoren a audiencias más grandes.

Ela visitó México para promocionar la versión “Rosa” de “¿Por qué no me fui antes?”, uno de sus grandes éxitos. Anteriormente lanzó la versión “Azul”. Esta estrategia ha generado un efecto significativo al sumergir a los espectadores en una experiencia sensorial dual.

Este experimento ha sido bien recibido por sus fans, porque muestra las dos caras de la moneda. Con la misma canción cuenta dos historias a través de dos videos muy diferentes. En la versión “Azul” se contempla el mundo vulnerable, el sensible, mientras que en la “Rosa” se deja ver su lado duro, uno más rudo.

“La primera versión es como la obvia, me rompieron el corazón y no me fui antes y la segunda, pues es más como sí me fui, pero a veces tomar la decisión correcta también duele mucho y es muy difícil; además, aparece mi mamá también en el video, porque es mi brújula en todo y ahí era como mostrar un mensaje que quiero que se guarden en sus corazones las personas: nada duele para siempre, porque a veces uno siente que el mundo se va a caer, se va a acabar cuando tienes una ruptura y es como no pasa nada, duele, pero tranquila y tranquilo, aquí seguimos”, explica.

Si bien Ela comenta que siempre intenta no esperar nada y mejor dejarse sorprender por la vida, porque siente que cada pequeño logro, por chiquito que sea, es una bendición y un regalo de la vida, el fenómeno que ha sido estos dos lanzamientos sí la han sobre pasado.

Este camino empezó desde que Ela era muy pequeña y encontró en la música un refugio muy grande. “Yo no era muy buena para expresarme, pero sí al momento de escribir. Me parecía hermoso porque tienes que esforzarte para encontrar las palabras perfectas para que expreses realmente cómo te estás sintiendo”, comparte.

Ahora, como profesional, platica que tiene un maravilloso equipo, con el que es muy mágico trabajar, porque se mete en su cabeza y entienden lo que está sintiendo, lo que facilita el trabajo y lo hace más honesto a la hora de querer regalar el corazón en cada canción.

“La gente lo siente, yo siempre he dicho que la gente es demasiado pila, ellos saben, ellos saben cuándo es real y cuándo no. Para mí ha sido muy especial sentir ese recibimiento y saber que me quieren por mí corazón y por lo que soy, eso es hermoso”, considera la cantante.

Dios “le habla” a la cantautora a través de las mariposas

Su mamá le cuenta a Ela que cuando era pequeña fueron a visitar el Eje Cafetero, en Colombia, que es de dónde viene todo el café, y allí había un mariposario hermoso y gigante. Con tan solo cinco años, se quedó mirando por horas 5 una gran mariposa azul posada en una piedra.

Su mamá le platica que se quedó ahí horas, que le parecía muy hermosa, mientras otras tantas mariposas se paraban encima de ella.

“Siento que me marcó mucho, pero lo lindo es que a medida que fui creciendo me encontraba una mariposa en todas partes, pintada, dibujada, tatuada, siempre. El primer estudio al que fui tiene una mariposa azul en la pared; entonces, sentía como que tal vez Dios me estaba guiando por el camino que debía seguir con las mariposas llevándome a donde tenía que llegar”, opina Ela.

Con el tiempo entendió que, además, tenían un mensaje para ella: “los cambios son necesarios para siempre sacar la mejor versión de ti, porque te retan a ser mejor y a querer ser mejor y su incomodidad te ayuda a seguir buscando y encontrándote a ti mismo”.

“Entonces me las llevo a todas partes, representa no solo eso de los cambios, sino también mi infancia, mi vida, Dios y a mi país, Colombia está lleno de mariposas como no se imaginan, eso sí es una locura. También simboliza la esperanza y eso es todo”, dice.

Taubert se considera una mujer en constante cambio, que vive entre sus dos versiones, la azul y la rosa, así como su canción. Cuando está en su momento azul es porque está en metamorfosis, porque es como de “Dios mío, no quiero más nada”, aunque sabe que pronto llegará su momento rosa.

“Creo que en este momento de mi vida estoy volando por donde me lleve la vida, estoy siendo esa mariposa ya no azul, sino tal vez rosada que está volando y abrazando el cambio.
“Creo que ahorita el cambio más importante ha sido confiar mucho más en mí y creer mucho más en mi visión, en lo que siento, en mi intuición, y creer más también en no tenerle miedo a explorar cosas nuevas. Ahí estamos”, confiesa.

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