Sin presupuesto y a escondidas, así se realizó “Rojo amanecer”

Conmemorando la cercanía de los 50 años del movimiento estudiantil de 1968, el cineasta Jorge Fons afirma que cuando realizó la película de ficción basada en el crimen de Estado hace 21 años, se tuvo que hacer sin el consentimiento de la Secretaría de Gobernación en curso y sin recursos para los talentos que participaron

Desde un set de telenovela se fraguó uno de los largometrajes históricos que han resultado más polémicos en la historia del cine en México, a Jorge Fons no le quedó de otra más que comentar en secreto el guión escrito por Guadalupe Ortega y Xavier Robles entre el círculo cercano, que además nadie se atrevía a dirigir por miedo a tocar un tema tabú en la sociedad mexicana.

Fue así como se logró el despertar de “Rojo amanecer” en 1989, con Héctor Bonilla abanderando el proyecto desde una oficina donde se reclutó a más actores, así lo recuerda Fons.

“Lo único que no teníamos era dinero, pero a nadie le importó, todo el mundo le entró, miedo no había, pero sí había optimismo”, precisó el cineasta para la UNAM.

Fons sentía que había una responsabilidad para hablar de estos hechos históricos, había un compromiso por parte del talento a alzar la voz desde el arte para ya no callar más la injusticia cometida contra los estudiantes el 2 de octubre.

“Todos nos sentíamos con una enorme obligación de decir algo acerca de esos acontecimientos de esa tragedia del 2 de octubre, que nos marcó, no solamente a nuestra generación, sino a todos los anteriores y a todos los posteriores y hasta la fecha los nietos y los hijos de los que vivieron esa época, para ellos también sigue siendo importante”, agrega el realizador.

La película se realizó con escaso presupuesto, se hizo una réplica de un departamento de Tlatelolco el cual fue amueblado con objetos de todos los que estaban en la producción y para evitar la censura por parte de la Secretaría de Gobernación, no se les envió el guión para su aprobación.

El actor Valentín Trujillo inyectó capital para que pudiera hacerse la producción, la cual se mantuvo en secreto, al terminar de rodar el filme se editó desde el departamento del histrión.

Para proteger lo realizado se envió una copia a Los Ángeles y otra a la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) para lograr su clasificación, ahí fue cuando inició el éxodo contra el gobierno federal para poder exhibirse, lográndose finalmente gracias a la presión mediática y social.
Actualmente “Rojo amanecer” se encuentra en cines por un periodo limitado.

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