Aunque el daño en la microbiota estaba más relacionado con el estrés laboral en la actualidad, cada vez hay casos de gente más joven. Foto: Especial

¿Sabías que tu intestino está ligado a tu estado de ánimo? Descubre la razón

El nutriólogo Enrique Elías Baños, quien explica la conexión entre los intestinos y la salud emotiva, asegura que el estrés es una de las reacciones del cuerpo que puede repercutir directamente en la salud física y psicológica

El intestino es una de las partes del cuerpo que más fabrica neurotransmisores, es decir, la mayoría de la serotonina del cuerpo; se estima que en torno al 80 por ciento se encuentra en el tracto gastrointestinal.

Al ser la serotonina un neurotransmisor que afecta a muchas funciones corporales, como ser un regulador del estado de ánimo, idénticos a los del sistema nervioso central. Por ello es que factores como el estrés influyen en el estado de ánimo, la ansiedad y la felicidad de las personas.

“Hay investigaciones que han descubierto que el eje cerebro-intestino-microbiota, o nuestra parte gastrointestinal es considerada como nuestro segundo cerebro, porque tu aparato digestivo responde a los estímulos que tiene tu cerebro y viceversa”, precisa el nutriólogo Enrique Elías Baños.

Cuando una persona está sometida bajo un nivel de estrés, la primera área del cuerpo que resentirá son los intestinos. Si bien el estrés es una reacción adaptativa de activación del organismo a nivel fisiológico, cognitivo y conductual que se da ante una amenaza real o percibida, en condiciones de activación intensa, duradera o muy frecuente, tiene un efecto perjudicial sobre la salud.

“Empezamos con problemas de mala digestión, indigestión, de inflamación y diarrea, entre otros tantos, y muchas veces lo confundimos, nos tocamos los intestinos y decimos que es un problema estomacal, pero en realidad es porque nuestra parte gastrointestinal está comunicada con algo muy similar a la red neuronal que tenemos en el cerebro, a través del nervio vago”, explica el experto de la salud.

También conocido como nervio neumogástrico, es uno de los principales componentes del sistema nervioso y se encuadra dentro de los pares craneales. El nervio vago, precisa el especialista, es el nervio craneal más largo, ya que se prolonga desde el bulbo raquídeo hasta el tórax, atravesando la región cervical, el tórax y la cavidad abdominal.

“Existen tres síntomas importantes cuando nuestro sistema gastrointestinal se ve afectado por el estrés: inflamación, diarrea y estreñimiento. Son elementos que nos darán la alerta de que algo no está funcionando de la forma correcta”, abunda Baños.

“El problema se produce cuando el estrés se hace crónico; se producen daños no sólo a nivel del sistema nervioso y puede afectar también al aparato digestivo y al funcionamiento del intestino”
Enrique Elías BañosNutriólogo

Cuando una persona no se atiende y hace caso omiso a estas señales de alerta, el doctor aclara que pueden llegar enfermedades más delicadas como gastritis, colitis y síndrome de colon irritable, hasta la enfermedad de Crohn, una afectación inflamatoria de tipo crónico y autoinmune del tubo digestivo que no tiene cura.

El nutriólogo insiste en que la prevención y las primeras señales son vitales para no agravar el padecimiento. Además de acudir con un gastroenterólogo, quien dará los medicamentos y señalamientos adecuados.

“Si a todo esto le sumamos que no dormimos bien, tenemos una mala alimentación, no consumimos fibra y no hacemos actividad física, lógicamente se agudiza el problema y, por lo tanto, también hay un daño en la microbiota intestinal”, agrega Elías Baños.

La microbiota intestinal es un conjunto de bacterias buenas y malas que radican en los intestinos. En la actualidad, diversos estudios científicos revelan que trabaja conjuntamente con el aparato gastrointestinal, no solamente para ayudar a tener una buena digestión y a absorber los nutrientes, sino también para fortalecer y estimular el buen funcionamiento del sistema inmune.

“Nos ayudará no solamente a cuidarnos de estas enfermedades, sino también las complicaciones que se puedan suscitar, porque si hablamos de una gastritis mal tratada eso va a suscitar, por ejemplo, en un desarrollo de una úlcera, la cual con el tiempo puede generar enfermedades, tal vez, un cáncer de estómago o de colón.

“Cada uno de nosotros tenemos diferente metabolismo, edad y estilo de vida, por lo que en cada persona es muy distinto, tanto la gravedad como el tiempo en el que pueden presentar complicaciones”, informa.

Si bien no hay un tiempo en específico, el doctor precisará si en un periodo a corto plazo, por ejemplo, si en siete días de llevar una mala alimentación, alta en grasas, y azúcares, ya podría presentarse un daño en la microbiota intestinal, y por lo tanto, en el proceso digestivo.

Cada vez afecta a más menores

Aunque el daño en la microbiota estaba más relacionado con el estrés laboral en la actualidad, el nutriólogo Elías Baños platica que se pueden ver casos en los que la gente cada vez más joven presenta problemas intestinales.

El experto ha visto casos en los que, incluso, durante la etapa infantil presentan gastritis. Esto habla de que existen problemas con la alimentación y un estilo de vida sedentario.

“Los tres primeros años de vida son importantísimos para fortalecer esta microbiota intestinal, es decir, hacer que tenga más bacterias buenas, como los lactobacilos, pues hay una gran cantidad de cepas, o consumir productos probióticos. Con esto vamos a fortalecer esta microbiota intestinal desde edades tempranas”, dice.

El especialista agrega que con estas medidas, además ayudarán a tener buena digestión, mayor absorción de nutrientes y  por lo tanto, las y los niños tendrán un mejor crecimiento y desarrollo.

“También les vamos a fortalecer su sistema inmune, aunado a una buena alimentación, a un descanso adecuado, sin duda, vamos a ser en un futuro adultos sanos”, apunta.

Debido a esta serie de consecuencias, el nutriólogo enfatiza la importancia de equilibrar una buena salud mental, física y digestiva, pues las tres están ligadas y si una no está bien tratada afectará directamente.

“Nos cuidamos a través del sueño, una buena alimentación y de nuestra parte mental al saber manejar nuestras emociones y entender que en muchas ocasiones también es necesario que podamos acudir con el psicólogo o psiquiatra, para que también podamos expresar esas emociones”, puntualiza.

Chécate:

El doctor Enrique Elías Baños explica cuáles son los primeros síntomas de una afectación en el sistema digestivo por estrés

  • Mala digestión
  • Indigestión
  • Diarrea
  • Inflamación
  • Agotamiento

Recuerda que:

Evita daños intestinales con las siguientes recomendaciones

  • Realizar actividad física
  • Acudir a terapia psicológica
  • Aliméntate sanamente
  • Procura dormir adecuadamente
  • Practicar alguna actividad relajante
  • Consumir probióticos
  • Encontrar un momento personal
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