Rebelde sin ‘cool’

Quien no tenga una sola influencia cultural de procedencia anglosajona, que arroje la primera piedra. 

No estamos en la década de los 40 o inicios de los 50, previo a la invasión del rock'n'roll, Elvis, James Dean y la explosión pop de la Beatlemanía.

Y menos ahora que no solo podemos viajar a través de las culturas del mundo, también podemos brincar de una época a otra gracias a Internet. 

Un minuto de ocio en YouTube nos da la posibilidad de asombrarnos con los pasos de baile de James Brown, Michael Jackson, Prince, Usher y Adalberto Martínez "Resortes".

"Con la popularización de la palabra ‘cool’ –desde hace décadas, un término exclusivo de aprobación contracultural, primordialmente– se ha ido modificando gradualmente la percepción de lo que está ‘cool’”
Estudio “Coolness: An Empirical Investigation”

Quien no tenga una sola influencia cultural de procedencia anglosajona, que arroje la primera piedra. 

No estamos en la década de los 40 o inicios de los 50, previo a la invasión del rock’n’roll, Elvis, James Dean y la explosión pop de la Beatlemanía.

Y menos ahora que no solo podemos viajar a través de las culturas del mundo, también podemos brincar de una época a otra gracias a Internet. 

Un minuto de ocio en YouTube nos da la posibilidad de asombrarnos con los pasos de baile de James Brown, Michael Jackson, Prince, Usher y Adalberto Martínez “Resortes”.

Así que dudo que no sepas qué significa la palabra “cool”, aunque es muy probable que las interpretaciones varíen dependiendo de la edad y la ingesta personal de cultura pop.  

La definición “oficial”, basada en el diccionario Merriam-Webster, es de “muy bueno”, “excelente”, “que está bien”, “de moda”, “moderno”.

Pero, ¿qué está “cool”? ¿Quién es “cool”? ¿Qué tomamos en cuenta para decir que algo o alguien lo es? Gran parte de esa concepción que tenemos de lo “cool” es construida por el bombardeo publicitario –aspiracional–, la moda, las artes y el entretenimiento anglosajón. 

Un grupo de investigadores encabezado por Ilan Dar-Nimrod del Departamento de Psiquiatría y del Laboratorio de Personalidad y Desarrollo del Centro Médico de la Universidad de Rochester, se hicieron la misma pregunta y hace un par de semanas publicaron los resultados. 

Se trata de “la primera investigación sistemática y cuantitativa de lo que está ‘cool’, desde una perspectiva de rasgo”.  El estudio se titula “Coolness: An Empirical Investigation” y el principal objetivo trazado por los investigadores era descubrir si “lo que está ‘cool’ es meramente un reflejo de deseabilidad social libre de contenido, o si ‘cool’, entre individuos y grupos, tiene que ver con rasgos que denotan patrones específicos de características básicas”.

Para sorpresa de los expertos, el resultado redefinió la preconcepción que se tenía, asociado a rasgos contraculturales, rebeldes, subversivos. 

“James Dean ya no es el epítome de lo ‘cool’. La versión más oscura de lo que es ‘cool’ todavía está ahí, pero ya no es el foco principal. Lo principal ahora es: ¿Me agrada esa persona? ¿Es esta persona amable con la gente, atractiva, segura y exitosa? Eso es lo que está ‘cool’ hoy en día”, dice Dar-Nimrod en el sitio del Centro Médico de la Universidad de Rochester. 

Rebelde vs. Amable

Con más de 900 entrevistas realizadas entre jóvenes del área de Vancouver, en Canadá, con un extenso cuestionario para conocer sobre los atributos, comportamientos y personas que se asocian con la palabra ‘cool’, el estudio concluyó que “lo que está ‘cool’ se reduce a dos conceptos coherentes de distintas orientaciones de la personalidad”. 

Uno de esos conceptos valora más al extrovertido, asociándolo a adjetivos más positivos, con rasgos socialmente deseables tales como: amable, competente personalmente, moderno y atractivo. 

Por otro lado está el concepto histórico de lo que es “cool” según las sociedades occidentales contemporáneas, relacionado a rasgos de juventud, apetito sexual, tenacidad, masculinidad, rebeldía y de emociones silenciadas. Incluso, asociado también al “bullying”, pertencer a una pandilla, el uso de la violencia interpersonal, así como de fumadores y el uso de drogas. El tipo “malo”, pero interesante, misterioso, la emblemática imagen de James Dean. 

El estudio habla de una convivencia de dos conceptos de lo “cool”, que traducido a la cultura pop podemos identificarlo con personajes como el que interpretó Ryan Gosling en “Drive” (2011) del director Nicolas Winding Refn; más al estilo James Dean, contracultural y con un grado de violencia. En contraparte están los personajes que interpretan actores como Ryan Reynolds o Chris Evans, menos enigmáticos y más extrovertidos, amables y sociables. 

No es casualidad que James Franco sea quien combine lo mejor de esos dos conceptos, por algo es “el próximo James Dean”… con una sonrisa.    

Investigación ‘cool’
Estudio en PDF