No dejes para mañana…

Hacer mil cosas a la vez, dejar todo para después y darle vueltas a los conflictos solamente trae más problemas. Y realizar esas actividades que retrasas será aún más pesado de lo que te puedas imaginar.

Y es que el multitasking (hacer varias cosas a la vez) no solo te desconcentra, también se traduce en “un costo biológico que termina por hacernos sentir cansados de forma más rápida que si enfocamos la atención en una sola cosa”, dice Daniel Levitin, profesor de neurociencia conductual de la McGill University.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Hacer mil cosas a la vez, dejar todo para después y darle vueltas a los conflictos solamente trae más problemas. Y realizar esas actividades que retrasas será aún más pesado de lo que te puedas imaginar.

Y es que el multitasking (hacer varias cosas a la vez) no solo te desconcentra, también se traduce en “un costo biológico que termina por hacernos sentir cansados de forma más rápida que si enfocamos la atención en una sola cosa”, dice Daniel Levitin, profesor de neurociencia conductual de la McGill University.

Y añade que cuando se hacen muchas actividades a la vez, “las personas comen más, consumen más cafeína. Cuando lo que realmente necesitan no es cafeína, sino un descanso. Si no te tomas descansos cada par de horas, tu cerebro no se verá beneficiado con una taza extra de café”.

Levitin señala que hay evidencia científica suficiente que prueba que las personas que se toman breaks o recesos de 15 minutos cada par de horas terminan siendo más productivas.

Claro, esos descansos deben ser momentos de relajación, en los que se puede escuchar música o estar en silencio. “(…) navegar en Facebook no es una opción”, dice Levitin, ya que las redes sociales también consumen la energía que debes utilizar tras el descanso.

Es decir que esa energía destinada para que la utilice el cerebro “se drena”, puntualizan Daniel y su equipo de trabajo de la McGill University.

Mientras que procrastinar te desconcentra en la oficina y/o la escuela, te acumula el trabajo conforme se van postergando las actividades y hace que el cerebro se sobresature, haciendo las labores aún más difíciles y pesadas.

Una investigación publicada en la revista científica Psychological Science, demuestra que cuando las personas dejan de procrastinar, se vuelven más autosuficientes, productivas y hasta tienen mayor ambición por el crecimiento personal y profesional. Sin mencionar que dejan a un lado el estrés y eso se traduce en mejor salud.

¿Cómo dejar de procrastinar?

Es difícil dejar de postergar actividades y obligaciones con mayor ímpetu después de los días de descanso y/o vacaciones navideñas. Pero no es una tarea imposible, inclusive hay apps y recomendaciones para lograrlo.

La Universidad de Harvard recomienda los siguientes pasos para dejar de procrastinar de una vez por todas:

• Piensa en las consecuencias y la repercusión que tiene dejar todo a última hora.
• Créete que puedes empezar cuanto antes y confía en tus habilidades.
• Analiza lo que retrasas y lo que estás dejando para después.
• Junta lo que te gusta de lo que no, por ejemplo acompaña ese tedioso reporte con tu bebida favorita.
• Minimiza el problema, nada es imposible y todo tiene solución.
• Consigue un compañero, ya que dos cabezas piensan mejor que una y el trabajo en equipo es productivo.

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