Muerte perinatal: el dolor de ser padres sin un bebé

Enfrentarse a la muerte perinatal o a los pocos días del nacimiento de un bebé es una herida de la que los padres tardan en recuperarse

Cuando un embarazo es deseado y esperado las familias comienzan a preparar para  la llegada del bebé desde el momento mismo en el que se enteran del próximo nacimiento, sin embargo, nada prepara a los padres para la muerte perinatal.

A veces, sin una explicación más detallada de por medio, los padres escuchan una frase que jamás deberían oír: “no hay latido”.

En otras ocasiones, aunque el producto siga vivo los padres saben que morirá a las pocas horas o días de vida, o incluso aunque experimenten la dicha de ver a su bebé nacer, este perderá la vida pocas horas o dite días después de haber sido dados a luz.

Sin embargo no es un problema poco común, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta una tasa de muerte fetal de 23.3 por cada mil recién nacidos en el mundo.

En México el panorama es similar pues se reporta que en promedio, la muerte perinatal se da entre 18.5 a 20.8 embarazos.

Sobrevivir la muerte perinatal

El pasado 25 de noviembre, Meghan Markle, condesa de Sussex y esposa del Príncipe Harry de Reino Unido, reveló que experimentó la muerte intrauterina de su segundo hijo en julio.

Markle buscó contar este doloroso episodio de su vida para sensibilizar a las personas acerca de este evento, a veces tan común en la vida de las parejas que buscan procrear hijos.

“Supe, mientras abrazaba a mi primogénito que estaba perdiendo a mi segundo hijo”, indicó la otrora actriz.

Tras la revelación de Markle, las redes se llenaron con miles de mensajes de buenos deseos, y algunos otros negativos, aunque también hubo testimonios de personas que experimentaron en carne propia un aborto espontáneo, algo de lo que muy pocas veces han hablado por temor.

Rebeca relata lo difícil que fue perder a su bebé, tras casi tres meses de gesta, y lo complicado que fue explicar a amigos y familiares que el hijo que llevaba en el vientre no llegaría jamás.

Yo sabía que este tipo de noticias, de los embarazos, se deben dar pasados los tres meses, porque es el tiempo en el que corres mayor peligro de perder a tu bebé, sin embargo yo con menos de un mes de embarazo me enteré y aunque quise guardar el secreto para mi esposo fue imposible, sería nuestro primer hijo
Rebeca

La mujer, quien ahora es madre de 2, comenta que al ser informados por su ginecóloga de la ausencia de latido de su bebé, y tener que someterse a un legrado para sacar a su hijo muerto de su interior, apenas y le quedaban fuerzas para resistirlo.

“Pero eso no fue lo peor ¡no! Lo peor fue la falta de empatía de las personas a nuestro alrededor y eso incluye a la madre de mi marido, quien me dijo que ‘a ver si algún día servía para tener hijos’, mientras otras personas hacían preguntas impertinentes tipo ¿pero qué pasó? ¿Y cuándo vas a intentar tener otro?, y así sin cesar hasta que dejé de hablar con familiares y conocidos impertinentes pro un año”, comenta Rebeca.

Aunque recibió asesoría psicológica, Rebeca lo considera un episodio no superado de su vida y cree que el dolor de ser la madre de un bebé muerto, como ella cataloga a su hijo no nacido, la acompañará por siempre.

“En cada uno de mis embarazos ni me emocioné, ni naciendo el niño, sentía que estaba maldita y que la vida no me permitiría conservar a mi bebé. Ni siquiera preparaba su nacimiento. Si me volviera a embarazar, lo cual dudo, estoy segura que no lo disfrutaría de nuevo, siempre estaría pensando que el bebé está próximo a morir”, concluye la joven madre.

La OMS define como “muerte perinatal” a aquellos fallecimientos ocurridos desde la semana 22 de gestación hasta los siete primeros días de vida extrauterina.

Sin embargo, el duelo enfrentado por la madre o los padres del futuro bebé no siempre es reconocido, tal y como le ocurrió a Sharon, a quien en repetidas ocasiones le dijeron “ay pero ni lo conociste”.

Mi familia fue muy empática, sin embargo mi suegra de entonces, por este motivo terminé mi matrimonio, me dijo ‘nos pasa a todas’ y me ordenó, sí me ordenó, que dejara de llorar porque al fin que ni lo había conocido y en realidad “no era un bebé”, las mismas palabras recibí de mis cuñadas, quienes aseguraban haber sufrido pérdidas de bebés también
Sharon

Tras romperse su matrimonio, Sharon recibió aún más apoyo de su familia, quienes la acompañaron e instaron a recibir atención especializada, Sharon cree que a pesar del rencor a su exfamilia política, ha podido superar el recuerdo de su hijo nonato.

“Aunque lo recuerdo todos los días, en especial el día que me dijeron que no existía más, y es doloroso, eso no me estancado, al contrario, a su nombre regalo juguetes el día en el que hubiera nacido, la fecha probable de parto, a niños desfavorecidos, y ahora con dos meses de embarazo me preparo para recibir a mi segundo hijo”, platica.

Expertos en el tema recomiendan evitar frases como las pronunciadas a Sharon, u otras similares, y tratar de ponerse en el lugar de llamare, quien ya experimentaba cambios físicos y psicológicos para recibir a su bebé.

Constituir una red de apoyo en el momento de la pérdida hará que los padres puedan acostumbrarse a ella y si bien recordarla con tristeza, también saber que su entorno actuó de manera eficaz para ayudarlos a soportar esa carga.

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