Lengua materna, en busca de protección
La UNESCO estableció que 2019 es el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, con el objetivo de evitar la discriminación que hay en contra de las personas que hablan un idioma diferente al que se estableció como oficial en su país
Fernanda MuñozHoy se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna y, como cada año, se hace hincapié en no permitir que desaparezcan los idiomas que conforman al mundo, ya que la marginación, la discriminación, la extrema pobreza y las violaciones de los derechos humanos son sus mayores amenazas.
Sergio Ramos nació en Boca del Río, Veracruz, es bilingüe. Sus papás hablan náhuatl, una de las 68 lenguas indígenas que hay en México. Desde que era niño, practica con ellos su dialecto materno y nunca le pareció extraño hacerlo.
“De niño nadie me veía raro cuando les decía y demostraba que hablaba español y náhuatl, porque en Veracruz tuve la oportunidad de conocer a otros compañeros que compartían la misma cultura lingüística que yo, o incluso otras lenguas”, comenta Sergio.
Durante su adolescencia, sus papás se mudaron a la Ciudad de México, y en la secundaria algunos de sus compañeros se burlaban de él, diciéndole que se regresara a su pueblo. “Aquí nadie te quiere, nadie te entiende ni tus papás incultos”.
Aunque para Mardonio Carballo, titular de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Día Internacional de la Lengua Materna es una fecha importante para los pueblos indígenas, porque en ese espacio encontraron un lugar para reivindicar sus derechos lingüísticos, y coincide en que algunas de las razones por las que los idiomas están amenazados son por los actos de racismo que reciben por parte de terceros.
“Es un asunto constante, es un cáncer que nos negamos a reconocer. A veces, la gente dice ‘yo soy clasista, pero no racista’, como si una cosa no llevara a la otra, como si una fuera menos peor”, explica el también escritor a Reporte Índigo.
Mardonio considera que relativamente es poco el tiempo que la sociedad internacional ha estado luchando por cuidar la cultura lingüística materna, y que en ese espacio sólo han hecho énfasis en la parte romántica, cuando en realidad lo que debería importar es que es un grupo de signos orales que el ser humano utilizó para nombrar al mundo como se conoce actualmente.
Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, dice que además de que cada 21 de febrero se recuerda la importancia de las lenguas indígenas en el mundo, este 2019 es el Año Internacional de las Lenguas indígenas. Además, comenta que en el mundo, los pueblos indígenas representan aproximadamente 370 millones de personas y hablan la mayoría de los siete mil lenguas vivas.
También asegura que existe migración, discriminación, extrema pobreza y violaciones de los derechos humanos, y por ello invita a todos los miembros de la Unión a hacer algo al respecto.
¿Cómo solucionar el problema?
En México, país que está sustentando originalmente por pueblos indígenas, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) está buscando que se incluya en la Reforma Constitucional el derecho a una educación intercultural y plurilingüe al Sistema Educativo, y así puedan ir tomando la importancia que merecen las lenguas maternas que han estado en esta región por años.
Al respecto, Mardonio Carballo asegura que difundir las lenguas maternas en las escuelas es un elefante blanco, porque aunque sí se llegue a cumplir ese objetivo, la realidad delmexicano irá imponiéndose. “Se necesita un poquito más de voluntad política para que la educación pueda ser, sin duda, un parteaguas en la defensa y salvaguarda de las lenguas indígenas mexicanas”.
En el Artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Capítulo I, se establece que la educación que imparta el Estado tendrá que desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará de él, el respeto a los derechos humanos y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.
Carballo sostiene que para que haya un cambio, tendría que encontrarse un diálogo entre la sociedad civil y el Estado para hacer frente a la realidad: que las lenguas indígenas están desapareciendo, porque la estructura del estado es monolingüe.