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Las aristas de la verdad

La labor periodística siempre se basa en la evidencia, en develar la veracidad de un suceso, y corroborar la legitimidad de lo que se busca hacer noticia.

Cuando se pone en entredicho a la fuente de la información, es cuando tambalea la credibilidad, el prestigio y la virtud de exclamar lo que significa la verdad.

Sin embargo pugnar por el derecho de defender la autenticidad del reportaje, debe llevarse hasta las últimas consecuencias. 

La labor periodística siempre se basa en la evidencia, en develar la veracidad de un suceso, y corroborar la legitimidad de lo que se busca hacer noticia.

Cuando se pone en entredicho a la fuente de la información, es cuando tambalea la credibilidad, el prestigio y la virtud de exclamar lo que significa la verdad.

Sin embargo pugnar por el derecho de defender la autenticidad del reportaje, debe llevarse hasta las últimas consecuencias. 

“Conspiración y poder”, nombrada en inglés “Truth” –Verdad– es una película que explora la controversia detrás de los documentos que en teoría comprobaban la preferencia con la que gozó George W. Bush para cumplir su servicio militar en la guardia aérea de Texas, en la década de 1970, mientras que del otro lado del globo los estadounidenses perdían la guerra de Vietnam.

Pero más allá del escándalo que esto desató a nivel mediático en 2004, cuando la cadena CBS destapó en su programa televisivo 60 Minutos la filtración de documentos, con los testimonios a cuadro que afirmaban que en efecto, el entonces presidente de los Estados Unidos gozó de trato preferencial e inclusive de la ausencia para terminar el servicio militar, se escondieron los verdaderos propósitos de silenciar la verdad que era inconveniente para la reelección del republicano.

Hoy a 12 años de distancia, los periodistas que dieron a conocer la cobertura, se encuentran fuera del gran espectro mediático y con la película protagonizada por Robert Redford y Cate Blanchett se vuelve a caldear los ánimos y poner en tela de duda si el barullo generado en torno a los oficios falsos, debía generar más peso que la verdad transformada en noticia.

Mary Mapes: Sin guardar silencio

La periodista que producía el programa de 60 minutos, fue despedida después de la controversia en torno a los papeles falsificados –en teoría– con un procesador de textos moderno, en lugar de haber sido mecanografiados en la década de 1970.

Sin embargo, la reportera no se quedó con los brazos cruzados y al año siguiente de su expulsión de la empresa televisiva publicó el libro “Verdad y deber: La prensa, el presidente y el privilegio del poder”, en donde plasmó la franqueza del caso expuesto en la transmisión que conducía su colega, Dan Rather.

En la ficción Mapes es interpretada por la ganadora del premio Oscar, Cate Blanchett, quien se preocupó por estar inmersa en la vida de la comunicóloga aunque consideró que esta no es una película biográfica.

“Siento cierta responsabilidad personal, de permitir a Mary el vivir y respirar toda la fascinante gloria, pero mi trabajo como actriz no es invitar a tener simpatía, sin importar a quien estés interpretando, es presentar a alguien con todas sus vertientes, e invitar a una especie de conversación, o a emitir un juicio como cuando ves la televisión con las audiencias” pronunció Blanchett en un panel de discusión con The New York Times en octubre pasado, al hablar de su papel en el filme.

Mapes trabajó para CBS durante 15 años de su vida, y desde su despido en 2004 no ha vuelto a las producciones televisivas noticiosas.

Dan Rather: Coraje ante la cámara

El presentador de noticias responsable de dar la cara a las audiencias en el programa 60 Minutos, fue personificado por el histrión veterano de Hollywood, Robert Redford, quien causa la simpatía de los televidentes que siguen la historia de la noticia.

Pero la calumnia cometida en respecto a los documentos que no pudieron ser comprobados como legítimos, llevó a Rather, Mapes y al resto de sus investigadores periodísticos a ser auditados por una comisión privada que dictaminó como grave el haber “mentido” a nivel nacional, la gracia del conductor noticioso terminó al decidir despedirse de la emisión de CBS en 2005.

“Claro que cometemos errores, el periodismo no es una ciencia exacta, es como un arte crudo, la prueba es que no quieres una historia a menos que no haya errores, aunque la hagas perfecta, (…) el asunto es que cuando cometes errores, no hacemos las cosas perfectamente, claro asegurando el hecho de que anunciamos la verdad y eso nos hace vulnerables” espetó Rather en el panel que compartió junto a Blanchett, Redford y la periodista Mapes con el Times.

Rather ha seguido en la modernidad del periodismo, haciendo trabajo de investigación, cuenta con su propio programa, Dan Rather Reports en AXS TV, aparte de hacer entrevistas para Mashable.com, entre otras plataformas.

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