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La vida tras la tinta en la piel

Tras años de investigación, seguirlo de cerca y filmar su historia, la vida de Jonathan Shaw, escritor y tatuador, podría llegar a las pantallas por medio de un documental realizado por Mariana Thome y Lucas de Barros, quienes buscan culminar el ambicioso proyecto por medio de una campaña de financiamiento

El 24 de marzo del 2015 fue la fecha en la que ocurrió un cambio rotundo en la vida de la cineasta Mariana Thome, al conocer al escritor Jonathan Shaw en la lectura pública de su novela “Narcisa”, ese día vio que él era alguien peculiar: un hombre con finta de pirata moderno, así lo mostraban sus múltiples collares, los lentes ahumados, el sombrero y los tatuajes de pies a cabeza.

La joven brasileña encontró en la figura del también tatuador un individuo inigualable y así lo confirmó tras realizar una revisión de cajas llenas de fotografías, videos y otros materiales que Shaw había guardado con los años. Ella sabía que tenía que contar su historia.

“Él me dio la bienvenida a su casa con cinco cajas enormes de archivos y empecé a encontrar increíbles historias acerca de su padre Artie Shaw, su madre Doris Dowling, toda su relación con el mundo del tatuaje (…) pasé seis meses buenos yendo a su casa casi todos los días durante cuatro horas y haciendo investigación”
Mariana ThomeDirectora del documental

Tuvieron que pasar más de tres años para realizar múltiples entrevistas, viajar a varios países y horas de esfuerzo en el cuarto de edición para que al fin se obtuviera el producto final por el que la realizadora ha estado soñando.

“Scab Vendor – The Life and Times of Jonathan Shaw” es el documental que cuenta de cerca la vida de este trotamundos y artista del tatuaje, ahora mismo Mariana Thome y el codirector Lucas de Barros están buscando el financiamiento para la post producción, ya que después de haber gastado 350 mil dólares de presupuesto para su realización solo falta el tirón final para llegar a cines y luego colocarse en alguna plataforma de streaming.

Descubriendo a Shaw

Tras ese día que Jonathan Shaw hizo la lectura de su libro, Mariana Thome se inquietó por completo, indagó en el hombre, lo siguió a más lecturas en el estado de California y le propuso hacer el documental.

“Él es una persona muy interesante no solamente por decir y hacer una película de ‘él es amigo de esta u otra persona’, no era solo eso, él realmente decidió viajar en barco a mi país de origen cuando tenía veintitantos, porque se enamoró de una película que mostraba Río de Janeiro, ese son el tipo de historias que quería contarle al mundo”, explica la directora brasileña.

Shaw tiene esas y más anécdotas que contar de su manera de ver la vida, ha estado también en Veracruz, México –de hecho llama al país uno de sus hogares– y en distintas ciudades de Estados Unidos, es entusiasta del motociclismo, pero no todo ha sido felicidad en la vida del literato.

“Es en verdad una persona excéntrica, una persona dañada como todos lo somos, él ha estado trabajando en eso durante toda su vida, investigando las cosas que le dañaron y lo que le dañó también forjó sus fortalezas”, argumenta el cineasta Jim Jarmusch en uno de los relatos del documental.

Viviendo al límite

Codeándose en distintos estratos sociales, desde el vocalista de The Doors Jim Morrison, el músico Frank Zappa, el escritor Charles Bukowski hasta criminales como Charles Manson, Jonathan Shaw ha llevado su vida sin fronteras, logrando siempre lo que se propone.

“Él ha estado viviendo una novela de aventuras en tiempo real probablemente desde hace 30 años”
Iggy PopCantante

Sin embargo el camino no ha sido fácil, Shaw tocó fondo tras sumergirse por años en las drogas y el alcohol, por lo que decidió vender su estudio en 2002 y dedicarse de lleno a la escritura, publicando su primera novela “Narcisa”, siete años después.

“Creo que nuestra película es una historia de redención y también lo que escribió en su libro, porque él todavía intenta encontrarse a sí mismo y encontrar cuál fue el verdadero problema que él estaba enfrentando a través de los años”, expresa Thome vía telefónica desde Los Ángeles.

Gusto por la ilegalidad

Cuando Shaw llegó a Nueva York a finales de los 80, abrió Fun City, tienda donde tatuaba de manera clandestina ya que estaba prohibido en esos años, pero eso no importaba, tomaba la máquina y la tinta para marcar a policías y criminales por igual.

“A pesar de que él empujó para que el tatuar se volviera legal en Nueva York, ese no era realmente su plan cuando comenzó todo, fue solo algo que pasó porque tuvo demasiada atención de los medios y esa terminó siendo la razón (para legalizarlo) pero a él le agradaba la idea de pertenecer a un campo underground, le agradaba el hecho de que fuera ilegal”, comenta Thome.

De esos años, sus amistades con Pop, Jarmusch y Johnny Depp, entre más personalidades se curtieron con el tiempo, por lo que para lograr las entrevistas para el documental no ha sido tarea tan difícil alcanzar a los artistas a cuadro.

El escritor se movía en grupos sociales con gente como Jim Morrison, Charles Bukowski, Frank Zappa y hasta el famoso criminal Charles Mason

“Le mandé un mensaje de texto a Jonathan diciéndole ‘Jonathan Iggy y Jim van a estar en Cannes cuando yo esté allá ¿puedes hacer que algo ocurra?’ y él inmediatamente empezó a mandar correos al manejador de Iggy y se pudo concretar una entrevista (…) esa fue la primer entrevista que hicimos”, confiesa la cineasta.

Apoya al documental

Através de la campaña “Scab Vendor – The Life and Times of Jonathan Shaw” en la página Seedandspark.com se puede contribuir a que los realizadores terminen el documental del escritor, se puede aportar desde 5 dólares hasta la cantidad de 15 mil, aunque para aquellos que quieran aportar y no cuenten con el efectivo, basta con registrarse en el sitio y seguir el proyecto para que también los creadores reciban un aporte monetario.

El pleito con Bukowski

E n sus días de heroinómano, cuando simplemente no le importaba su futuro, Shaw se hizo de palabras con Charles Bukowski, los dos estando borrachos, mientras que el autor de la corriente de realismo sucio le dijo “Eres un maldito niño punk que vive en Hollywood, ¿quién quiere leer acerca de eso? Necesitas conseguirte una pinche vida para que tengas de algo que escribir y luego nos fuimos a los trancazos”, relató el tatuador y escritor a la revista Rolling Stone en 2015.