Center cuenta con una dramaturgia que está conformada por cuatro secciones coreográficas que representan cuatro universos ideados por Ruvalcaba Pérez. Foto: Especial

La Trilogía dancística de Óscar Ruvalcaba, una coreografía hecha en tiempo de crisis e introspección

El coreógrafo Óscar Ruvalcaba desvela el significado detrás de su trilogía artística, con la que festejará  sus 38 años de trayectoria profesional. Además, comparte sus proceso de autodescubrimiento y reevaluación

“En el cálido abrazo de la danza”, Óscar Ruvalcaba encuentra la dimensión más esencial de su ser. Para él, ya no es solo un arte que muestra al espectador, sino un campo de conocimiento, una forma de ejercitar el yo y un espacio para hallar mensajes y compartirlos con el público.

Tras un recorrido por casi 40 años de trayectoria, el coreógrafo reflexiona sobre el viaje que ha realizado hasta ahora, en el que la pandemia marcó un punto de inflexión en su vida, lo que lo obligó a reevaluar y encontrar tesoros ocultos dentro de sí mismo.

“A pesar de que yo ya no hago danza para el espectador, porque la verdad ya no es la dimensión más adecuada para mí, es algo que nunca voy a abandonar, porque la danza es lo que soy. Es lindo llegar en este momento, a esa conclusión y  no tener un cuerpo destruido o afectado, tiene las consecuencias naturales de la edad”, reflexiona Ruvalcaba.

La trilogía de obras, concebida durante la pandemia del 2020, ha sido un viaje personal de reevaluación y reinvención. La primera obra, “Periferia”, simbolizó el rompimiento del ciclo rutinario de la vida debido a la pandemia, mientras que la segunda obra, “Travesía”, representó su intento de regresar a un centro que ya no era el mismo tras los cambios globales.

Por último, la tercera obra, titulada “Center”, denota su búsqueda por encontrar un nuevo equilibrio y una correspondencia entre su mundo interno y externo. Esta pieza será presentada del 10 al 13 de agosto, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, el Salón de Danza y el Teatro Raúl Flores Canelo.

“Esta obra significa un cierre en muchas cosas. Coincide también con el cierre de un ciclo que ha sido muy largo. Digamos que este año cumplo 38 años como coreógrafo y ha sido un viaje muy largo, apasionante y muy demandante, creo que esta obra de una manera simbólica simboliza lo que he aprendido y lo que no, es como un corte de caja”, expone.

El relato

Center cuenta con una dramaturgia que está conformada por cuatro secciones coreográficas que representan cuatro universos ideados por Ruvalcaba Pérez: la montaña sagrada, el árbol del fin del tiempo, el ombligo del cielo y café con leche en un día lluvioso.

Su autor explica que cada sección tiene que ver con el centro: el centro como lugar mágico y de poder, sea geográfico, social o espiritual. Se construye una pequeña historia con cada una de estas imágenes que se da a través de la danza.

“Esta obra marca un nuevo panorama, todavía no sé exactamente cómo va a ser, pero sí marca un viaje de casi 40 años como coreógrafo, los cambios que están en mí, que ya se amalgamaron.

“Ese ejercicio de síntesis y de revaloración, de poner toda tu escala de valores en tela de juicio y llegar a cosas que para mí en este momento me han resultado más esenciales. Es como decir, de todo esto que traigo, realmente qué es insustituible, qué es esencial, y todo lo que no es esencial se va, porque  cuando empiezas un nuevo ciclo tienes que ir ligero de equipaje”, sostiene.

La pieza es ejecutada por siete bailarines invitados por el coreógrafo: Yazmín Rodríguez, Ana Paula Oropeza, Yaroslav Villafuerte, Òscar Michel Pérez, Zurisaday González, Paulino Medina y Rafael Gómez, quienes  a lo largo del montaje estarán en la búsqueda del equilibrio.

“El equilibrio siempre es un camino variable, porque es  transitar en una línea muy delgada entre dos opuestos. Para mí ahora el punto de equilibrio es que soy un hombre que ya ha vivido y ha aprendido mucho, y que todo eso me ha llevado a descubrir a Oscar Ruvalcaba”, detalla.

El camino hacia la creatividad

En su reflexión sobre la danza y la creatividad, Ruvalcaba considera que la danza es una dimensión innata en él desde su nacimiento, y que, si bien el conocimiento y las herramientas lo han apoyado, se trata de una expresión natural y creativa del ser humano.

“Son 40 años de hacer coreografía, tuve que hacer un muy largo recorrido para llegar a esto de manera orgánica, no que alguien te dé una solución, por mi propio proceso de vida llego a esta conclusión, y eso me parece un gran privilegio”, cuenta.

“La danza es algo innato en mí, que no se tiene que aprender, pero que sí se tiene que cultivar, proteger y ejercer”
Óscar RuvalcabaCoreógrafo y bailarín

Además, enfatiza la importancia de la danza como un acto de comunicación y la necesidad de unir a los artistas para defender las artes en tiempos donde la falta de apreciación y apoyo es alarmante.

Esta introspección le hizo recordar una de las frases de Einstein “que la imaginación era más importante que el conocimiento”, sabiduría que ahora abraza y con la que espera llegar a más escenarios. Además de hacer las paces de su cuerpo y de agradecerle porque le ha permitido llegar muy lejos.

“Lo que me ha dejado la danza y el trabajo es tener las herramientas de conocimiento para poder concretar mi imaginación. No quisiera tener más herramientas en la vida, lo que quiero es poner en ejercicio lo que ya tengo para construir mis imágenes, mi imaginación y darlo a la gente, porque la danza es un aprendizaje social”, finaliza.

El apoyo a las artes

El bailarín y coreógrafo considera que si bien ha habido una historia en el que los apoyos para danza han sido menos, hoy por hoy, todas las disciplinas están en la misma situación.

“Se ha generado una falta de apreciación hacia las artes en general. Entonces las artes que no tienen un fin didáctico o educativo, o de, digamos, formación, no reciben mucho apoyo. La reducción de apoyos y de posibilidades es verdaderamente alarmante en este momento.

“Es importante unirnos como artistas, exponer esta situación y hacer entender que el arte no tiene como fin único educar, tiene otros fines”, comenta Ruvalcaba.

La pieza Center se realizará

Teatro de la Danza Guillermina Bravo (Centro Cultural del Bosque)

  • Jueves 10 y viernes 11 de agosto, 20:00 horas
  • Sábado 12 de agosto, 19:00 horas
  • Domingo 13 de agosto, 18:00 horas

Salón de Danza de la UNAM (Centro Cultural Universitario)

  • Viernes 8 de septiembre, 20:00 horas
  • Sábado 9 de septiembre, 19:00 horas
  • Domingo 10 de septiembre, 18:00 horas

Teatro Raúl Flores Canelo (Centro Nacional de las Artes)

  • Jueves 28 y viernes 29 de septiembre, 20:00 horas
  • Sábado 30 de septiembre, 19:00 horas
  • Domingo 1 de octubre, 18:00 horas
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