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La princesa del 68

Vestida con un traje sastre de color rojo intenso, sonriente, lúcida y sentada sobre un sillón negro en un pequeño lobby en la librería Rosario Castellanos.

Así se prepara Elena Poniatowska para la entrevista con Reporte Indigo.

 Escritora mexicana nacida en París.  Ganadora del Premio Cervantes en 2013 y reconocida cronista, de dos de los acontecimientos más memorables de la historia reciente de México: la matanza de 1968 en Tlatelolco y el terremoto de 1985 en la Ciudad de México. 

“Va usted a decir que no soy tan feminista, pero me parece ridículo pensar solamente en mujeres. Finalmente los que hacen los hijos son los hombres”
Elena PoniatowskaEscritora, activista y periodista
"(‘Dos veces única’) nos va a recordar lo extraordinarios que éramos, lo inteligentes, lo atrevidos, lo lanzados (…)”
Elena PoniatowskaEscritora, activista y periodista
"Soy periodista antes que todo (…) me tratan como a los periodistas (…) para ser periodista se necesita mucha humildad. Yo no tengo el perfil de un Premio Nobel"
Elena PoniatowskaEscritora, activista y periodista
https://www.youtube.com/watch?v=Whw5Hvihbp4

Vestida con un traje sastre de color rojo intenso, sonriente, lúcida y sentada sobre un sillón negro en un pequeño lobby en la librería Rosario Castellanos.

Así se prepara Elena Poniatowska para la entrevista con Reporte Indigo.

 Escritora mexicana nacida en París.  Ganadora del Premio Cervantes en 2013 y reconocida cronista, de dos de los acontecimientos más memorables de la historia reciente de México: la matanza de 1968 en Tlatelolco y el terremoto de 1985 en la Ciudad de México. 

En medio de anaqueles blancos, repletos de libros, una decoración minimalista, música caribeña de fondo  y un ligero olor a café, Elena voltea a su alrededor extrañada de que la librería está semivacía.

 “De verdad las autoridades no se ocupan de ella”, dice la escritora de 83 años. 

“Mejor ni me doy cuenta…”, agrega. 

En la entrevista Poniatowska habla sobre “Dos veces única”, una biografía novelada de Lupe Marín, modelo, musa novelista y ex esposa del pintor Diego Rivera y del crítico Jorge Cuesta.

La editorial Seix Barral y Grupo Planeta presentan la más reciente publicación de “Doña Elenita” –como la llaman algunos de sus amigos– a 47 años de la matanza de Tlatelolco. 

El predio donde hoy se encuentra la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica albergaba, hace ya más de dos décadas, al cine Bella Época. 

Para Poniatowska la “bella época” de México fueron los años 30. Y en ese contexto histórico ha escrito sobre Lupe Marín, con un deseo de regresar a un México que fue y ahora ya no existe. 

La Bella Época de los 30

“(El libro) nos va a recordar lo extraordinarios que éramos, lo inteligentes, lo atrevidos, lo lanzados… (Marín) era una mujer sui generis, que no se puede comparar con otras mujeres. Es la antítesis de la abnegada mujercita mexicana”, comenta Elena.

Y agrega que “en ese sentido es una novedad de un México posrevolucionario que es muy superior al México actual”.

La autora considera que Lázaro Cárdenas fue un gran presidente. “Un tipazo”, pero tuvo la mala fortuna de que su sucesor no tuvo “el mismo carácter y el mismo amor por México”. 

Para la cronista del 68, las presidencias de Manuel Ávila Camacho y luego, de manera definitiva la de Miguel Alemán, cortaron el proyecto cardenista de tajo y llevaron, al incipiente México, en una línea descendiente hacia el precipicio.

Todo esto, según ella, causado por la corrupción rampante.  

“No sé si se pude recuperar, deseo que ese México regrese con toda mi alma, porque amo a mi país, pero si alguien puede hacer eso serán los jóvenes.

“Hay ejemplos como el de Ayotzinapa. Los jóvenes organizaron las mejores marchas de protesta en el país a través de las redes sociales”, señala Poniatowska. 

De Tlatelolco a Ayotzinapa

Hoy 2 de octubre, Elena Poniatowska inaugurará una cátedra en Guadalajara que lleva su nombre y dará una conferencia ante estudiantes tapatíos sobre las masacres de 1968 y de Ayotzinapa. 

“Yo veo mucho peor lo de Ayotzinapa que Tlatelolco. Tlatelolco sucedió en un enclave muy cerrado y ahí se mantuvo. Se puede decir lo mismo de Iguala o de Guerrero, pero Ayotzinapa evidencia a todo un Estado ligado al narcotráfico (…) Un Estado aterrador”, comenta Elena.

Ella coincide con la aseveración de que Ayotzinapa es el Tlatelolco de esta generación. 

“Tlatelolco sigue (…) desde Tlatelolco nos hemos ido para abajo en todo. La creatividad, la lucha social, en todo. Las condiciones de los mexicanos ahora yo creo que son peores que en 1968. Hay más pobreza,  más miseria, más injusticia social y sobre todo, muchísima más corrupción”, dice.

Morena hasta 2018

Elena Poniatowska es crítica con los sexenios del PAN y del PRI que han gobernado los últimos años México.

“Los presidentes son cada vez peores”, señala. 

La escritora espera que no haya otros 70 años de priismo.

“Yo por eso estoy con (Andrés Manuel) López Obrador desde 2006 y creo que es la única opción y ojalá lo entiendan los empresarios y los mexicanos que de verdad aman a México.

“La idea de los candidatos independientes también me parece muy buena. Siento mucho rechazo por los partidos. Yo quiero a la gente por encima de los partidos.

“Pero sigo y seguiré a Andrés Manuel porque creo que no miente. Yo creo que es terco (…) y que se equivoca como nos equivocamos todos. Pero creo que sí ama al país. Y lo ama de veras y no para tragárselo él”.

Mujer pero no feminista

Al cuestionarle sobre las mujeres apasionadas, inteligentes y fuertes –constantes en su obra– Poniatowska dice admirar a la cantante Julieta Venegas, a la dramaturga Jesusa Rodríguez y a las activistas pro-decisión en el tema del aborto, María Consuelo Mejía y Marta Lamas. 

Pero considera que el futuro de México no está únicamente en las mujeres.

“Va usted a decir que no soy tan feminista, pero me parece ridículo pensar solamente en mujeres. Finalmente los que hacen los hijos son los hombres. Prefiero mil veces estar en una reunión de hombres y mujeres. Siento que los hombres tiene mucho que decir”.

¿Traiciona a su clase social?

Nació en París y es descendiente de príncipes y aristócratas. Ella misma fue princesa. 

Sobre sus orígenes dice sentirse afortunada, no solo en lo financiero sino en la oportunidad que le ofreció una familia que amaba las artes y la cultura, para desarrollarse y ampliar sus horizontes. 

Poniatowska cree que el país necesita más gente privilegiada que use su posición para el beneficio de los demás como es el caso de la escritora Denisse Dresser.

Poniatowska coincide en muchas cosas con la politóloga del ITAM. Dice leerla, admirarla y ponerle atención. 

“Ojalá y hubiera más Denisse Dressers en México, mujeres que se la jugaran por su país”.

Al igual que Dresser, Poniatowska comenta haber sufrido críticas por sus orígenes sociales.

“A mí me dicen siempre que traiciono a mi clase. ¿Qué hace esta rota Catrina? ¿Por qué traiciona a su clase social, por qué se rebaja?”.

Con respecto a sus orígenes aristocráticos, Elena usó el ejemplo de María Esther Zuno, esposa del ex presidente Luis Echeverría, para sostener su punto. 

Si bien Elena considera que Zuno pecó de superficial, no coincide con todas las críticas que recibió en su etapa como esposa de Echeverría. 

Especialmente durante la visita de la Reina Isabel II a México, monarca a la que le sirvió pescado a la veracruzana en lugar de caviar o salmón. 

La comida británica es considerada una de las menos sofisticadas del mundo. Y la de México es una de las dos tradiciones culinarias designadas Patrimonio de la Humanidad. 

Sin embargo, María Esther de Echeverría pasó a la historia como la que “sacó el cobre” con la Reina Isabel y para Elena esto evidencia la contradicción y el malinchismo de quien la repudia por ser una activista de izquierda con orígenes aristocráticos. 

¿Periodista o Nobel?

Elena considera que los periodistas corren un enorme riesgo en México. 

“Nos afecta a todos. Este es el país más peligroso para ser periodista y los que más se la juegan son ellos”. 

La escritora trae el tema de su foto con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari junto con Carlos Monsiváis.

“Salinas nos dio el brazo a mí y a Monsiváis y ha sido una condena. Pero fue una casualidad que sucedió al principio del sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Ahora la ponen en el Facebook, pero es una persecución”,  dice. 

Y confiesa que no le quita el sueño pensar en alguna vez ganar el Premio Nobel.

“Yo no pienso en eso. Soy periodista antes que todo. Yo trabajo como periodista. Me tratan como a los periodistas, me hacen esperar. Me cambian las citas. Para ser periodista se necesita mucha humildad. Yo no tengo el perfil de un Premio Nobel”.

“Yo creo que hay otros que se merecen ese honor en América Latina no solo en México (…) Yo quisiera vivir el tiempo necesario para poder acompañar a Juan Villoro, para que él se saque el Nobel”.

Pero sí le afectan las críticas y dice que “sintió feo” cuando después de recibir el Premio Cervantes de Literatura tanta gente la atacó.

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