Las autoras también compartieron sus experiencias sobre cómo la maternidad ha influenciado su escritura. Foto: Especial

“La maternidad es un tema universal, todos hemos nacido de mujer”: Escritoras hablan del auge de libros sobre la maternidad

Escritoras dialogaron sobre el auge de los libros que abordan las múltiples experiencias de mujeres que han decidido tener hijos o no. Aunque el canon literario sigue relegando estos textos, ofrecen una mirada diversa de una cuestión universal y compleja

¿Hay una moda de libros sobre maternidad? ¿En qué beneficia o afecta encasillar la escritura de mujeres que cuentan su experiencia de ser o no ser madres? ¿Por qué se llega a minimizar desde el canon literario esos temas tan universales a meros culebrones o narrativas cursis?

Estas fueron algunas de las preguntas que las escritoras Elvira Liceaga, Isabel Zapata, Ave Barrera, Brenda Morales Muñoz y  María Antonieta Mendívil se plantearon en la mesa “Las (no) madres“, organizada por el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

En el evento, realizado la tarde del lunes como parte del ciclo Leámoslas, las escritoras coincidieron en que más que una moda, el auge de los textos que abordan las diversas experiencias de la maternidad o no maternidad han ganado terreno gracias a los movimientos feministas que están poniendo el tema en la mesa, dándole vuelta a esa añeja costumbre del canon literario de minimizar esas experiencias femeninas, catálogandolas de cursis o irrelevantes para la experiencia universal.

“Algo interesante que está sucediendo con esta sensación de moda que no lo es, es que estamos hablando del tema de manera mediática, como nunca antes; hay un montón de publicaciones y, a lo mejor sí había antes, pero estaban más dispersas y estaban en la burbuja de los textos feministas, a los que seguramente mi mamá nunca tuvo acceso; el tema ahora está allá afuera, se está hablando de esto en las cenas navideñas, se aborda de manera distinta y me parece importantísimo, tanto para la decisión de la maternidad, como de la no maternidad porque, por primera vez, tenemos la posibilidad de sentirnos acompañadas en la decisión que hayamos tomado”,  comentó la escritora Ave Barrera.

La autora de Restauración (Paraíso Perdido, 2019) y coordinadora junto a Lola Horner del libro colectivo Maneras de escribir y ser / no ser madre (Paraíso Perdido, 2021) señaló que la experiencia de la maternidad o la decisión de no ejercerla no es un tema nuevo en la literatura mexicana, pero se ha consolidado gracias a los vínculos que se han creado entre las actuales escritoras mexicanas, un intercambio que no habría sido posible hace unas décadas:

“Me doy cuenta al leer Vindictas, estos libros de mujeres que estuvieron silenciadas por el canon, que muchas de ellas escribieron desde el aislamiento, estaban solas; su escritura era una manera de dialogar con el mundo, pero era una voz en el vacío, era muy raro tener una correspondencia entre dos mujeres; cualquiera de las decisiones, la manera en la que llevaban su maternidad o la decisión de decir no, lo hacían sin correspondencias, sin diálogo y es terrible; en el presente tenemos la oportunidad de sentirnos acompañadas y decir: ‘estoy en esta disyuntiva, pero fulanita también’”.

Es un tema universal y complejo

Sin embargo, desde la academia o la llamada literatura canónica estos temas siguen siendo estigmatizados o relegados al mundo de lo doméstico, a pesar de que se trata de un tema universal y complejo, lo cual lo convierte en un tema muy literario, sostuvo Isabel Zapata, autora de In Vitro (Almadía, 2021), un ensayo que reúne una colección de textos cortos donde la escritora relata su experiencia del embarazo y la maternidad.

“He escuchado esas críticas de ‘ya chole con sus cosas de maternidad’, como  si fuera una cosa que se agota muy rápidamente, cuando es un tema universal, en el sentido de que todos hemos nacido de mujer, todos tenemos esa experiencia inmediata de tener una madre. No es un tema ajeno para nadie, es mucho menos ajeno que otros que se consideran universales y que están en las mesas de literatura universal de las librerías  y que para nada son experiencias tan extendidas como la maternidad”, dijo la ensayista y editora que desde 2020 imparte el taller Pequeñas Labores. Escritura desde la maternidad, un espacio en el que mujeres, con o sin experiencia en la escritura, escriben y leen sobre el tema.

Desde la academia, compartió también Brenda Morales Muñoz, especialista en narrativa latinoamericana contemporánea y profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, hay algunos esfuerzos por dejar de encasillar o ponerle apellido a las escrituras hecha por mujeres, aunque hay “muchas exigencias para las obras que no son escritas por los hombres blancos heteronormados”.

El problema, planteó por su parte la escritora Elvira Liceaga, es que las etiquetas literarias, casi siempre usadas como estrategia de marketing, son una trampa, pues cuando se clasifica a un libro como de maternidad se tiende a pensar que se habla sobre el deber ser y no de la experiencia de un proceso que encierra una infinidad de temas. “En mi corta experiencia, cuando te dicen que es un libro sobre maternidad creen que es sobre el deber ser de las madres, no sobre las experiencias de las madres y es ahí donde están equivocados”, dijo.

La autora de Las Vigilantes (Lumen, 2023) añadió que, por otro lado, las etiquetas pueden funcionar como una estrategia para despertar el interés de los lectores en esos temas.  “También hay etiquetas emocionantes. Cuando existe ya el reguetón inglés, tengo muchas ganas de escucharlo, como también tengo ganas de leer las literaturas de los barrios específicamente disidentes de otros, tengo curiosidad de ver lo que hay debajo de esas etiquetas… Mientras sepamos que son una trampa, aceptémoslas, juguemos con ellas, derrumbándolas todo el tiempo”, opinó.

Desde el lado de los lectores, también puede funcionar como una guía, coincidió María Antonieta Mendivil, moderadora del encuentro:  “No es una moda, pero por primera vez alguien lo está nombrando y nos están representando en todas las contradicciones que sentimos al vivir la maternidad”.

Entre otros temas, las autoras también compartieron sus experiencias sobre cómo la maternidad ha influenciado su escritura.

Acabar con el mito de la madrastra

La escritora Ave Barrera, quien decidió no ser madre, pero colabora en el cuidado del hijo de su pareja, planteó la necesidad de repensar las figuras maternas romantizadas o papeles estigmatizadores dentro de la narrativa tradicional, como el papel de la madrastra. “En muchos de los cuentos de hadas originales, la madrastra en realidad era la madre, pero ella no se puede comer al niño, cuando es interesantísimo también mostrar la crueldad de ese personaje”, dijo.

“Nos toca subvertir todos esas estigmas y tener una reinterpretación de la co-madre o de la co-maternidad, que es de lo más necesario en este mundo porque yo encajo en una dinámica familiar en la que puedo hacerle de una patita extra para cuidar al chamaco y él sabe que tiene un adulto más en quien confiar”, añadió.

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