La historia del Rey Ga

La leyenda de Gambrinus y su pacto con el diablo para crear cerveza

Conoce la historia detrás de una de las leyendas más famosas; el pacto que hizo Gambrinus con el Diablo para crear la cerveza

Hay cientos de historias sobre el origen de la cerveza, pero una de las más famosas mundialmente es la de Gambrinus, el Rey y creador de este elixir amargo. 

 

Parece que el alcohol siempre ha sido parte fundamental de la vida de los humanos, desde Jesús convirtiendo el agua en vino, Dionisio, el dios del vino de la mitología griega, hasta los vikingos más feroces brindando con litros y litros de cerveza cada que conquistaban un pueblo.

 

¿Y qué podríamos decir de México? Nuestro país es el principal exportador de cerveza en el mundo, pero, ¿cuál es su origen? ¿a quién se le ocurrió poner a fermentar cereales y beberse el resultado?  La historia de la cerveza es tan antigua como la nuestra.

 

Tanto la antigua cultura sumeria como la egipcia sostienen que a partir de un afortunado accidente en el que una masa o una hogaza de pan, olvidada fuera del hogar, y con la temperatura del lado del futuro, dejó un delicioso y efervescente llegado. 

 

Ya en el siglo XII, durante la preparación de la cerveza para darle ligereza y conservarla más tiempo, se agregó el lúpulo, una planta hermana de la marihuana, perteneciente a la familia de las cannabáceas, de ahí que logre relajar al chelero y le abra el apetito.

 

Hay cientos de historias más profundas sobre los orígenes de la birra, la cronología es realmente interesante, pero también hay mitos que flotan cual espuma en una suculenta pinta de cerveza.

 

Las leyendas de Gambrinus

 

Una de las leyendas más famosas del surgimiento de la cerveza es la del Rey Gambrinus, cuya imagen incluso aparece en las botellas de Victoria. ¿Lo habías notado?

Charles Deulin, un escritor francés hizo una antología en 1868 llamada Cuentos de un Bebedor de Cerveza (Contes d’un Buveur de Cerveza), y uno de esos cuentos es el de Cambrinus, Rey de la Cerveza, donde cuenta a detalle la historia del desdichado hombre.

 

De acuerdo con Deulin, Gambrinus era un humilde aprendiz de vidriero. Para su desgracia y para tu suerte, se enamoró perdidamente de Flandrine, la hermosa hija de su patrón, que al saber lo que provocaba al pobre joven, lo mandó muy lejos, porque no era suficiente para su pequeña.

 

En resumen, el joven aprendiz se fue de la ciudad que lo vio crecer, con nada más que su violín en mano, con el que curiosamente se hizo famoso por tener gran habilidad para tocarlo. Con el éxito en su vida regresó para rogarle a Flandrine que le hiciera caso.

 

Gambrinus ofreció un concierto en su pueblo natal, pero tal fue el impacto de ver entre la multitud a la joven que amaba, que desconcertado, comenzó a tocar muy mal. La gente no soportó tal falta de respeto y el show terminó en una gresca que provocó que el joven violinista fuera encarcelado por causar un gran alboroto.

 

 Destrozado, con el corazón en la mano, decidió terminar con su sufrimiento en vida, pero antes de lograrlo, su “salvador” apareció.

 

Y bueno, ya sabemos que hacer pactos con el Diablo nunca termina bien. Según Lucifer, el amor estaba más allá de sus capacidades, por lo que a cambio de su alma, ofreció a “ayudar” en lo que fuera al lastimado aprendiz.

 

Después de su plática, Gambrinus salió de la cárcel y ando nuevamente por el mundo… ¡Se volvió rico! Entonces, confiado, regresó a su ciudad para rogarle una última vez a su amada, pero de nuevo fue rechazado. La joven orgullosa seguía alegando que todo el dinero del mundo no sería suficiente, él seguía siendo nadie, cuando fuera un Rey entonces sí podía proponerle su amor.

 

Gambrinus volvió a irse… Pobre hombre, de verdad necesitaba una cerveza, y es por eso que por fin, el Diablo le enseñó cómo utilizar unas plantas para crear esta bebida.

Y otra vez, Gambrinus volvió a su ciudad, cultivó las plantitas, entre ellas el lúpulo; construyó su cervecería, y con su talento musical, se ganó el aprecio del pueblo, y su bebida se esparció por todos los rincones del país, por lo que finalmente lo nombraron el Rey de la cerveza.

 

Ahora sí, Flandrine estaba lista para dejarse amar por el ahora Duque Gambrinus, pero cuando volvió a encontrarse con ella, el Rey de la chela no la reconoció (seguramente estaba ebrio), por lo que el Diablo cumplió su palabra pues Gambrinus se olvidó de ella.

 

Otra versión cuenta que antes de suicidarse Gambrinus, el Diablo, con la misma intención de ayudarlo, dejó frente al joven un terreno con un plantío de lúpulo y una fábrica de cerveza para que se pusiera manos a la obra.

 

Una historia más, es que en un enfrentamiento con el Diablo, en el que el señor de las tinieblas retó a Gambrinus a preparar alcohol sin uvas, este tuvo la suerte de encontrar los ingredientes perfectos para crear la suculenta, espumosa, y diferente bebida amarga.

 

¿Con qué historia te quedas?

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