La mediana de edad en el diagnóstico de la leucemia mieloide aguda es de 65 años; es poco frecuente por debajo de los 45 años. Foto: Especial

La leucemia mieloide aguda es una enfermedad de rápida progresión

La leucemia mieloide aguda es un tipo de cáncer de rápida progresión que, debido a su sintomatología como el cansancio, se puede confundir con COVID-19. La doctora Belkis Monsalve aclara algunos puntos para que su diagnóstico sea más oportuno y eficaz

A pesar de que la leucemia mieloide aguda es una de las enfermedades poco frecuentes, en comparación de otro tipo de cáncer, tanto a nivel mundial como nacional, se reporta que es una de las leucemias más agresivas y mortales.

Esto, principalmente se debe a su sintomatología, pues gran parte de las y los pacientes reportan fatiga y sangrado de encías, lo que provoca confusión con alguna otra enfermedad y de ahí que las personas sean diagnosticadas demasiado tarde.

De acuerdo con la doctora Belkis Monsalve, médica cirujana con especialidad en hematología, esta enfermedad presenta estas señales, porque se manifiesta en la médula ósea, pero en la mayoría de los casos se extiende rápidamente a través de la sangre.

“Tenemos dos grupos: la leucemia linfocítica y la mieloide, que afecta a las células que dan origen a los glóbulos rojos, a los glóbulos blancos y a las plaquetas. Al no diferenciarse adecuadamente en la médula ósea, no pueden cumplir sus funciones normales, en el caso de los glóbulos rojos el transporte de oxígeno; en los glóbulos blancos combatir infecciones y de las plaquetas cicatrizar y evitar las hemorragias”, abunda Monsalve a Reporte Índigo.

Dado que se afectan esas tres líneas celulares se tendrán manifestaciones clínicas que están asociadas, por ejemplo, en el caso de la disminución de los glóbulos rojos, a la fatiga y somnolencia, porque no hay una buena entrega de oxígeno a los tejidos.

En el caso de la disminución de glóbulos blancos, al presentarse una infección, a pesar de colocar un tratamiento con antibióticos, el paciente no evoluciona satisfactoriamente, porque no tiene un sistema inmunológico apropiado para combatir la infección.

“Los pacientes también pueden presentar sangrado en las encías y fosas nasales, porque las plaquetas están muy disminuidas y no pueden hacer su función normal. En el caso de tener golpe o alguna herida son hemorragias que no se detienen con facilidad, pues esas plaquetas no están cumpliendo su función”, sostiene la doctora Belkis.

Debido a esto, la gente inicialmente no lo relaciona con cáncer y se retrasa su diagnóstico. La Secretaría de Salud reveló que la tasa de mortalidad en México es de 3.5 por cada 100 mil habitantes, mientras que Globocan reportó 3.7 por cada 100 mil habitantes.

Es por eso que en el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Aguda, recordado cada 21 de abril, la especialista aclara que se debe generar conciencia para que la gente vaya con un médico a un control regular, por lo menos, una vez al año.

Además, precisa que en muchos de los casos, los doctores de primer contacto no cuentan con una capacitación adecuada para hacer un diagnóstico correcto y sean valorados, posteriormente, por un hematólogo, quien es la única persona calificada para tratar a las y los pacientes con leucemia mieloide aguda.

“Estos días sirven para recordarles a la gente que deben recibir su control regular, que sea algo de rutina, acompañada de una biometría hemática, porque a través de este estudio podemos hacer un diagnóstico adecuado”, informa.

Contra un sistema de salud pública

La doctora Belkis Monsalve explica que la mediana de edad en el diagnóstico de la leucemia mieloide aguda es de 65 años; es poco frecuente por debajo de los 45 años, pues su incidencia aumenta con la edad, es decir, que la probabilidad de que se produzca en un paciente de edad entre los 70 y 85 años es mayor que entre los 50 y 70 años.

La leucemia mieloide aguda, precisa, se diferencia de la leucemia mieloide crónica por el tiempo en que aparecen sus síntomas y el tiempo complica más la enfermedad.

“Por eso es que la instalación del tratamiento debe ser en las primeras semanas. Entonces, a veces, desde que comienzan los síntomas hasta que hace el diagnóstico pueden pasar de tres a seis semanas, no más de dos meses, porque si no se interviene, el desenlace puede ser fatal”, revela.

Lamentablemente, tanto en México como en Latinoamérica, no existe una cultura de medicina preventiva, además de que los principales centros de salud gratuita  se encuentran “colapsados” y no se presta atención primaria necesaria para este tipo de enfermedad.

“El sistema público de salud no tiene las herramientas necesarias para ponerle nombre y apellido a esa leucemia, pero hoy en día, la oncología está más personalizada, pero si el médico no lo diagnostica de esa manera, ¿cómo lo puede tratar?

“Hay cánceres que pueden tener una mejor evolución con estos nuevos tratamientos, pero los pacientes, por desgracia, reciben quimioterapia convencional por falta, a lo mejor, de recursos. No podemos ofrecer tratamientos innovadores si no hay un buen diagnóstico desde el inicio”, detalla.

La medicina actual cuenta con las terapias dirigidas, ocasionan menos toxicidad que la quimioterapia convencional, incluso, el paciente puede ser tratado desde su casa sin necesidad de ir a una sala de quimioterapia, pero no todos pueden acceder a estos tratamientos.

A decir de la doctora Mosalve no todos los centros de salud pueden hacer exámenes especializados que estudian las mutaciones del cáncer, con los cuales las y los médicos pueden saber de dónde proviene la enfermedad.

“Hace 30 años teníamos toxicidades altísimas, hoy el médico tiene la posibilidad de brindarle al paciente tratamientos menos tóxicos, en su mayoría, están disponibles en Estados Unidos y algunos países de Europa, por cuestiones de presupuesto y logística, todavía no están disponibles en México, pero tenemos otros puntos a favor, como la psicooncología.

“Ayuda, tanto al paciente como a la familia, a acompañarlos en este proceso que puede ser complejo, donde puede haber desde negación de la misma enfermedad. Esta rama de la medicina potencia estrategias de afrontamiento, que permitan ayudar a la adaptación a la enfermedad del paciente y su familia”, concluye la doctora.

Toma nota

La leucemia mieloide aguda puede producir síntomas variados y graves, que pueden variar en función del paciente.

Síntomas causados por el descenso de los niveles celulares sanguíneos:

  • Anemia.  Suele provocar fatiga, debilidad, sensación de frío, mareos, dolor de cabeza y dificultad para respirar
  • Neutropenia. Puede producir infecciones de manera más frecuente y más grave en el paciente
  • Trombocitopenia. Provoca hemorragias cutáneas, hematomas y sangrado nasal o de encías abundante
  • Dolor en los huesos o en las articulaciones
  • Hinchazón en el abdomen
  • Manchas en la piel
  • Aumento de tamaño de los ganglios linfáticos

Factores de riesgo:

Es más común que ocurra a medida que las personas envejecen

  • Tabaquismo
  • Exposición a determinadas sustancias químicas como el benceno: un solvente usado en refinerías, plantas químicas, fabricantes de zapatos e industrias relacionadas con la gasolina
  • Exposición a la radiación