La historia del tatuaje tiene miles de años y las técnicas, así como los significados han evolucionado en cada cultura: Foto: Especial.

La evolución del tatuaje en la historia, de las momias a los estudios profesionales

Los primeros tatuajes de la historia no son nuevos, ya que datan de hace 5 mil años de antigüedad y fueron encontrados en una momia

Los tatuajes son un aspecto cotidiano para nosotros, las personas suelen colocar en su piel aquello que los define o imágenes con significados especiales, pero, ¿te has preguntado el origen de esta práctica y cómo se ha ido modificando?

Resulta muy interesante pensarlo, ya que los tatuajes tienen una historia que se extiende por más de 5 mil años e incluso en la evolución de sus técnicas aparecen nombres como Thomas Alva Edison, el famoso inventor de la bombilla.

¿Cuál es el tatuaje más antiguo que se conoce?

Todo comenzó en el año 3 mil 250 antes de Cristo, es decir durante la Edad de Cobre, época en la que habitó un hombre que ha sido identificado como Ötzi, quien luego de morir fue inhumado bajo un glaciar de los Alpes.

Esta manera de ser enterrado permitió que su cuerpo se preservara por mucho tiempo. Pues fue hasta 1991 que fue descubierto por los científicos, quienes no solo se sorprendieron por la momificación, también por los tatuajes que la momia tenía.

Ötzi, quien también es llamado “el hombre de hielo”, presentaba 61 tatuajes en diferentes áreas de su cuerpo, tal como las muñecas, la parte inferior de las piernas y en la espalda, de acuerdo con la revista Muy Interesante.

Sus tatuajes eran de figuras hechas con líneas que formaban algunos cruces; mientras otras más estaban en paralelo. Actualmente la momia Ötzi se encuentra en el Museo de Arqueología de Tirol del Sur en Bolzano, Italia; explica la Universidad Nacional Autónoma de México.

Pero “el hombre de hielo” no es el único que puede presumir tener los tatuajes más antiguos, ya que la historia de los tatuajes es muy amplia y a él se suman otros cuerpos que datan del 2 mil antes de Cristo.

Se trata de las momias de Gebelein, las cuales fueron encontradas a 30 kilómetros de Tebas en Egipto, y presentan tatuajes en sus pieles. Este fue un importante descubrimiento, ya que ellas portan los primeros tatuajes figurativos que se conocen, explica la revista Muy Interesante.

Las momias son cuerpos de hombres y mujeres, ambos se encuentran tatuados con imágenes de un toro salvaje, además, una de ellas presentaba algunas figuras geométricas. Se cree que los tatuajes fueron hechos con hollín.

Los habitantes de Egipto en esta época se realizaban tatuajes con el objetivo de obtener protección, ya que el significado estaba relacionado con la magia y espiritualidad, explica el artículo Evolución histórica y actualidad de los tatuajes.

Por otra parte, indica que las mujeres eran quienes realizaban esta práctica con mucha más frecuencia, lo que “demostraba madurez y valentía, pues el proceso de tatuarse era doloroso”; además los tatuajes tenían un objetivo erótico.

Pero, ¿cómo es que llegaron desde las momias de Egipto y los Alpes hasta una práctica cotidiana? Todo se debe a la forma en la que cada cultura lo adoptó y cómo fue descubierto por occidente.

De momias y aztecas: La evolución del tatuaje

Cada cultura en la historia adoptó los tatuajes de manera distinta, para los Griegos, por ejemplo, tener un tatuaje dejaba ver a qué rango social pertenecían, ya que las clases más altas repudiaban los tatuajes.

Esto debido a que las marcas en la piel eran utilizadas para penalizar a “los marginados o esclavos”, de acuerdo con el texto Evolución histórica y actualidad de los tatuajes, práctica que también se usaba en Japón, en donde tatuaban a los culpables de crímenes serios.

El estigma hacia los tatuajes se hizo aún más fuerte cuando Constantino prohibió los tatuajes, pues luego de que se convirtiera al cristianismo, éstos eran vistos de manera muy negativa.

En México, los tatuajes también datan desde hace mucho tiempo y tienen una larga tradición, ya que antes de la conquista de 1492, se hacían modificaciones corporales y esta práctica no era la excepción.

Lo hacían con diversos fines entre los que destacan los rituales, festivos y decorativos; además, se piensa que los tatuajes se realizaban con dientes agudos que contenían tinta o un hilo impregnado de hollín y aceite colocado en una aguja.

El procedimiento era sencillo, ya que con ésta comenzaban a perforarse la piel para introducir el pigmento, lo que les permitía crear dibujos en su cuerpo, según el libro Alteraciones culturales en el cuerpo del hombre prehispánico.

Thomas Alva Edison y los tatuadores: ¿cuál es su relación?

Las técnicas para tatuar son muy variadas, pero una de las más conocidas es la de los habitantes de las islas polinesias, en donde se hace uso de un peine con dientes de hueso que se impregna en tinta, el cual se golpea contra la piel con ayuda de otra herramienta.

El sonido que provoca hacer marcas en la piel con estas herramientas llevó a llamar a esta práctica como “tau polinesio” y tenía un significado muy importante más allá de lo decorativo.

“Servía como forma de identificación o de rango social, llevando la cuenta de la genealogía de la familia y representando hitos importantes”, explicó la integrante de una familia polinesia para National Geographic.

Pero, el arte de tatuar alcanzó su máximo reconocimiento, luego de que el explorador y capitán marítimo británico J. Cook descubriera esta práctica en las islas de la Polinesia e incluso comenzó a usar la palabra “tattoo”.

Tras ello, en 1769 los marineros comenzaron a replicar las prácticas de los polinesios al realizarse tatuajes sobre la piel; más tarde en 1877 apareció Martin Hilderbrandt, quien es conocido como el primer tatuador profesional de América, ya que incluso contaba con su propio estudio.

Sin embargo, la revolución de los tatuajes llegó, de manera indirecta, gracias a Thomas Alva Edison, ya que en 1875 el científico inventó el “bolígrafo eléctrico”, el cual tenía por objetivo duplicar de manera automática los escritos.

Este dispositivo consistía de un tubo hueco que sostenía una sola aguja sujeta a un alambre, el cual era impulsado hacia arriba y abajo por un motor eléctrico y se colocaba sobre una pluma.

“Tiempo después, el tatuador Samuel O’Reilly lo modificó al colocar cinco agujas en lugar de una, lo cual mejoraba el sombreado, la definición y la distribución de la tinta, convirtiéndose en la primera máquina de tatuar”, señala el artículo Evolución histórica y actualidad de los tatuajes.

Desde entonces, esta práctica comenzó a ser más común y cada vez más alejada de los fines rituales y místicos del pasado, ya que ahora las personas comenzaron a marcarse barcos, anclas, corazones, rosas y mujeres en la piel.

Pero fue en la década de los 60 cuando la comunidad hippie impulsó aún más esta práctica con diseños mucho más creativos, llenos de color, dando a los tatuajes una categoría más cercana al arte.

“Tenemos ese paso de la historia, de la parte ritual, a la parte popular en donde todo mundo lo puede hacer. Hoy los tatuajes ya no tienen tanta carga simbólica, son una moda. Se perdió el sentido simbólico y adquirió uno más directo de la personalidad y el gusto; generan nuevas formas de identidad, ya no está mal visto alguien con tatuajes”, explica el sociólogo Héctor Castillo Berthier de la UNAM.

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