La Fundación Comparte Vida, A.C. busca que personas se inscriban en el Registro Mexicano de Donadores No Relacionados de Médula Ósea

Hermanos de tuétano, donadores de Medula Ósea

La Fundación Comparte Vida, A.C. busca que más personas, sobre todo jóvenes, se inscriban en el Registro Mexicano de Donadores No Relacionados de Médula Ósea y puedan ayudar a un ‘hermano de genes’

La Fundación Comparte Vida, A.C. busca que más personas, sobre todo jóvenes, se inscriban en el Registro Mexicano de Donadores No Relacionados de Médula Ósea.

La leucemia, al igual que otras enfermedades de la sangre, es posible enfrentarla con material genético que se encuentra dentro de los huesos y para ello es necesario buscarlos en personas parcialmente compatibles en términos genéticos.

La primera opción sería un hermano carnal, pero de no ser compatibles se requiere hacer una búsqueda por todo el mundo para encontrar a un “hermano de tuétano”.

Es común que se piense que esa persona tiene algo de parecido físico, pero no es así. Es un ser humano que comparte similitudes en algunos genes y en caso de tener los registros puede ayudar con una donación de este material en caso de requerirlo.

“Son células progenitoras porque son las que van a dar lugar a las células maduras de la sangre. La donación por eso es en vida. ¿Dónde se encuentran esas células madre o progenitoras? En toda la cavidad de los huesos. Para decirlo de alguna forma que todo mundo lo entienda es en el tuétano de los huesos, en el interior de los huesos. No tiene nada que ver con la columna vertebral ni con la médula espinal”, explica la doctora Clara Gorodezky, presidenta y vocera de la Fundación Comparte Vida, A.C.

Es como una donación de plaquetas que tarda algunas horas previo a la colocación de una inyección cuatro días antes para que salga el material alojado usualmente en la médula de los huesos. También se puede obtener a través de una intervención con anestesia, donde se sustrae con una inyección en el hueso de la pelvis y dura alrededor de una hora.

De acuerdo con la doctora Clara Gorodezky, estos procesos no tienen ningún efecto secundario. Los trasplantes de médula ósea se han realizado desde mediados del siglo XX.

“Esas dos formas existen y han sido muy exitosas. Algo muy importante es que ninguna de las dos ha tenido efectos secundarios para el donador. Eso es muy importante, porque el donador se puede preguntar ‘¿y qué me va a pasar después?’ La respuesta es nada. Lo tenemos documentado científicamente”, señala.

Hacen falta donadores de médula ósea

La Fundación Comparte Vida, A.C. es una asociación sin fines de lucro que promueve la donación de médula ósea para luchar contra la leucemia y otras enfermedades de la sangre o genéticas, a través de impulsar el crecimiento del Registro Mexicano de Donadores No Relacionados de Médula Ósea, denominado Donormo.

Este registro está en concordancia con los más estrictos estándares de calidad mundial para efecto de tener la información de todos los donantes inscritos y, en caso de que alguien en otra parte del mundo llegara a necesitar, se les convoca para hacer la donación voluntaria con cargo económico para el gobierno, fundación o paciente que requiere del material genético.

México tiene apenas 20 mil donadores altruistas inscritos en el Donormo y para incrementar este listado se necesita, sobre todo, gente joven de alrededor de 20 años para que se inscriba y a lo largo de su vida pueda ser convocado para donar el material genético.

“En México es una gran tristeza, porque apenas tenemos 20 mil donadores registrados con una lucha intensa de proponer y promulgar a la población la educación de la donación de médula ósea y de ayudar a los demás. Y de que sepas: hoy por ti, mañana por mí. A cualquiera nos puede pasar tener una enfermedad de éstas y si no tenemos un hermano compatible la siguiente opción es buscarla en un registro de donadores no relacionados”, apunta.

En países como Francia, Alemania, Noruega, Dinamarca, Italia, Grecia, Turquía, Israel, Rusia, Japón y Australia tienen inscritos a millones de personas, aunque su población sea menor que la de México.

“Hoy existen en el mundo 99 registros en diferentes países del mundo. Hay tres registros en Estados Unidos, el más grande del mundo se llama NMDP (Programa Nacional de Donantes de Médula Ósea, en español); otro en Canadá, uno más en España, allá se llama REDMO, ese registro lo creó Josep Carreras, el cantante de ópera”, cuenta la especialista de la Fundación Comparte Vida, A.C.

Josep Carreras, integrante de los llamados Tres Tenores junto con Luiano Pavarotti y Plácido Domingo, tuvo leucemia y tras esa experiencia y con ánimos de ayudar a la población española para encontrar a donadores compatibles creó hace más de dos décadas esta base de datos a través de una fundación que lleva su nombre.

“Él dijo ‘yo quiero ayudar a la población española y no quiero que suceda que haya pacientes españoles que no tengan un donador compatible’. Él metió mucho dinero de lo que ganaba para poder crear el Registro Español de Donadores Altruistas de Médula Ósea”, cuenta Gorodezky, en entrevista.

El primer registro de este tipo que se creó en el mundo fue el de Inglaterra. Se llama Anthony Nolan en honor a un pequeño que tuvo una enfermedad neurológica a la edad de un año, y no encontraron donadores porque se carecía del registro.

“Su hijo se murió porque no había un donador compatible y entonces la madre dijo ‘esto no vuelve a suceder en Inglaterra’ y ella le metió todos los kilos, no era una gente de dinero, pero ayudó al gobierno inglés y a las autoridades de Salud y se creó el registro en nombre de su hijito que se llamaba Anthony Nolan”, comenta.

Si bien cualquier persona se puede inscribir en el Registro Mexicano de Donadores Altruistas de Médula Ósea (Donormo), la convocatoria está especialmente dirigida para las personas que están alrededor de los 20 años, pero ello no significa que puedan ser llamados para donar de manera inmediata, sino hasta que un paciente lo requiera y puede ser a lo largo de su vida.

Los trasplantes de médula ósea ayudan a otro ser humano en México y en el mundo, en instituciones públicas y privadas. Todo dependerá de que se encuentre a un donador compatible, sano y con disposición.

“Hemos hecho trasplantes en colaboración. Muchos. Hacemos con el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), con el Instituto Nacional de Pediatría, con el Hospital Infantil de México, con el Instituto Nacional de la Nutrición y también con hospitales privados. Con Médica Sur, el Hospital Español, el Hospital Inglés, con el Ángeles de diferentes lugares. Aquí lo importante es salvar una vida”, explica la especialista.

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