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Género sin sombra

En una actualidad donde predomina el mundo ficticio de espías al estilo de James Bond y Jason Bourne, se olvidan a los viejos detectives de la escuela de Agatha Christie o Sir Arthur Conan Doyle, aquellos que más que héroes de acción eran personas deductivas, que resolvían crímenes por su inteligencia más que por su fuerza y contaban con un fino olfato para seguir las pistas de misterio.

En una actualidad donde predomina el mundo ficticio de espías al estilo de James Bond y Jason Bourne, se olvidan a los viejos detectives de la escuela de Agatha Christie o Sir Arthur Conan Doyle, aquellos que más que héroes de acción eran personas deductivas, que resolvían crímenes por su inteligencia más que por su fuerza y contaban con un fino olfato para seguir las pistas de misterio.

Ante la modernidad, la novela negra evoluciona junto al género policiaco, y aunque en México los maestros de la pluma como Paco Ignacio Taibo II y Élmer Mendoza marcaron escuela con Héctor Belascoarán Shayne y Edgar “El Zurdo” Mendieta, respectivamente, es momento de abrir paso a nuevos detectives protagónicos en la literatura contemporánea.

Así es como Jorge Alberto Gudiño pretende con el ex comandante Cipriano Zuzunaga, abrir otro capítulo en la novela negra mexicana, al presentar “Tus dos muertos”, primer obra del autor en el género, siendo publicada en la colección Alfaguara Negra.

“Hay un universo semántico común cuando se junta el concepto novela negra, novela policiaca y a veces incluso un poco la novela del norte. Como hay crímenes es negro, como es negro es policiaco, entonces parece que lo que hay es más bien una indefinición de los términos precisos”, indicó el escritor en entrevista para Reporte Indigo.

Rescatando la novela negra

Sosteniendo una pluma Mont Blanc todo el tiempo en sus manos, jugando con la argolla de alianza al declarar sus respuestas, a Jorge Alberto Gudiño se le nota inquieto como si estuviese en el banquillo de los acusados, emulando una rutina de “policía bueno, policía malo” entre el entrevistado y el entrevistador.

Al cuestionar a Gudiño acerca de cómo la novela negra se encuentra desfasada de las nuevas generaciones, el autor refiere que como quiera existe una aproximación en nuevos productos fuera del campo literario.

“Me parece que ha tenido un gran boom, tanto la novela como novela, como la ficción en general. Si aceptamos una ampliación del género, sobretodo hacia lo policiaco y con muchísimas consideraciones pues, desde “CSI” (2000-2016) hasta “True Detective” (2014-Presente) en HBO han hecho esas cosas y el rescate de Holmes por supuesto tanto en la película como en la serie”, especifica Gudiño.

Además especifica que la novela policiaca ha estado activa en Europa gracias a autores como Henning Mankell quien hasta su muerte en octubre del 2015, había publicado 12 novelas con el inspector Kurt Wallander como protagónico.

Caminando para la inspiración

Para Gudiño la inspiración es rara, se le presenta en momentos equivocados, inclusive a punto de terminar otra novela, así es como nació “Tus dos muertos”.

“Estaba escribiendo otra novela y cuando yo escribo salgo mucho a caminar, para intentar destrabar a la propia novela, y estaba yo caminando intentando destrabar la otra novela y se me ocurrió casi casi completa ‘Tus dos muertos’, aunque no sabía en qué acababa”, comentó.

Escribir el libro policiaco fue un proceso rápido, ya que Gudiño tardó alrededor de cuatro a cinco meses, sin embargo no ha logrado ponerle punto final al otro manuscrito que dejó inconcluso para redactar la novela negra.

“Es la novela que más rápido me ha salido, considerando que además las escribo a mano pues, no es cosa de ponerme a teclear, a la vieja usanza, a mano, con pluma fuente, con tinta de determinados colores”, acotó con una sonrisa.

Conociendo a Zuzunaga

En palabras de su creador, Cipriano Zuzunaga es un hombre que no le cae bien, derrotado físicamente, desaliñado, tiene alrededor de 50 años y es definitivamente alguien con quien no le gustaría ir a cenar, sin embargo su historia tiene un nexo directamente familiar.

“El nombre Cipriano Zuzunaga lo recupero de conversaciones que tuve con mi abuelo cuando yo era niño (…) siempre me pareció raro, tiene una gran sonoridad por una parte, pero no conozco absolutamente nadie que se apellide Zuzunaga, no sé si mi abuelo lo inventó y cuando estaba trabajando con las primeras partes, los primeros trazos de la novela, vino a mi memoria”, ahondó.

Zuzunaga es un oficial a quien le degradaron el rango, exiliado en la Ciudad de México, patrullando y cobrando los moches que tiene que pagar el ambulantaje capitalino, por lo que Gudiño califica que este personaje no es bueno, es un antihéroe realista de la cotidianeidad mexicana.

Al enfrentar a Gudiño a la pregunta de a qué detective leería Zuzunaga desde su comodidad, el autor se quedó en blanco, y refirió que más que leer vería la serie “True Detective”.

“Creo que es de lo mejor que se ha hecho en series de televisión, la uno, la dos no”, partió entre risas nerviosas, comentando de la primer temporada.

Holmes en Ayotzinapa

Al hablar abiertamente de los detectives de la vieja escuela, trasvasados a la modernidad, el también locutor radiofónico argumenta que definitivamente figuras como Hercule Poirot o Sherlock Holmes estarían descanchados de la realidad.

“La evolución justo de estos detectives es muy curiosa (…) Tanto Holmes como Poirot –Poirot era casi su opuesto, pero también era un tipo tremendamente brillante que podía deducir cosas de manera relativamente sencilla– son impracticables hoy en día. Metemos a Holmes en Ayotzinapa y no sale (risas) ¡no hay manera!”, expone el literato.

Otra cuestión que el escritor remarcó es que ambos detectives se mantenían en un constante anonimato hacia el lector, la vida interior era prácticamente nula salvo pincelazos que sus respectivos autores dejaban al descubierto.

“Si sabemos por ejemplo que Holmes era heroinómano (…) no sabíamos bien a bien cómo era su relación con el amor, aunque sí sabíamos que existía esta mujer (Irene Adler), pero todo era muy ambiguo y la vida interior de Poirot era nula”, recordó.

La prueba infalible

Como ejercicio de introspección detectivesca, Gudiño se dejó bombardear por sorpresa con cinco palabras a las que respondió de manera espontánea dando un resultado inesperado para el mismo autor.

>Gato: “Alergia”.

>Deckard (El detective de “Blade Runner”): “Ser, siempre”.

>Mayordomo: “En el hall con la llave de tuercas”.

>Sombra: “Penumbra, me gusta mucho más la penumbra que la sombra”.

>Artífice: “La escritura”.

¿El nuevo Belascoarán Shayne?

La pregunta obligada llegó y el creador de Cipriano Zuzunaga fue franco y sin titubeos al contestar.

“No creo. Si hago una saga la haré más corta, será de tres, cuatro entregas y ya, cerrada desde el principio. Belascoarán Shayne pese a que también tenía atributos de antihéroe era un buen tipo, Cipriano no es un buen tipo. Yo con Belascoarán Shayne sí iría a comer un día (…) Me encantaría que la saga inexistente de Cipriano Zuzunaga llegara a la fama de la saga existente de Héctor Belascoarán Shayne, o a la del Zurdo Mendieta, o a la de Ifigenio Clausell ”.

El noir es más noir en México

Ante la falta de un registro legítimo de huellas digitales o de ADN en México, Gudiño cree que hacer novela negra en el país es un trabajo de manufactura artesanal.

“Y se persigue muy poco el crimen y eso abre la puerta de que el noir en México sea más noir, porque es como más artesanal el asunto de investigar en la Ciudad de México, no se cuenta con la tecnología, no se cuenta con el aparato del Estado, no se cuenta con la impartición de justicia, entonces todo vuelve a ser como caminar por las calles de ese Londres, casi casi indefenso intentando averiguar qué es lo que pasó”.