Si eres joven y tu salario apenas te alcanza para lo más básico, entonces eres un ‘sinkie’

Cárita Europa ha acuñado esta nueva definición para aquellos jóvenes que deciden no tener hijos, debido al poco salario que reciben

Los jóvenes en condición de pobreza es una tendencia al alza en el mundo. Cáritas Europa ya ha calificado a este conjunto de personas como ‘sinkies’ que proviene de Single Income, No kids -que quiere decir “ingreso único, sin hijos”.

De acuerdo con Cáritas Europa, atrás quedaron esos tiempos en los que un profesionista, con su salario, podía comprar una casa, tener un coche y mantener a su familia. La realidad en la actualidad, es que muchas parejas jóvenes han preferido no tener hijos y con sus salarios apenas si pueden alquilar una casa donde vivir.

“La aparición de los sinkies es una señala extremadamente grave que los responsables políticos deben tomar muy en serio. Esta será la primera generación en décadas que corre el riesgo de estar en peores condiciones que sus padres”, advirtió Jorge Nuño, secretario general de Cáritas a Europa Press.

Los sinkies parecen ser la contraparte de los ‘dinkies’, término acuñado en los 80 para describir a aquellas parejas en las que ambas personas trabajaban, tenían un doble ingreso y decidían no tener hijos.

El nuevo fenómeno de pobreza, aqueja en mayor medida a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, también llamados ‘ninis’. Cáritas señala que esto es consecuencia de las oportunidades en el mercado laboral y salarios más bajos, que condicionan la calidad de vida de miles de jóvenes que incluso acaban de concluir sus estudios universitarios.

En México, el panorama es poco alentador. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollon Económicos (OCDE), reveló en 2016 que en México el 22.1 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años, eran ‘ninis’. Este porcentaje, fue inferior al de otros países como España, Grecia, Italia y Turquía.

Sin embargo, a pesar de que el gobierno federal ha destacado la creación de empleos en la actual administración, y muchos jóvenes han conseguido integrarse al mercado laboral, estas oportunidades están caracterizadas por no contar con prestaciones de ley o ser contrataciones temporales.

El Inegi informó en enero de 2016, a tres años de que entrara en vigor al reforma laboral, que la contratación de empleos temporales representaba el 9.4 por ciento del total de trabajadores subordinados remunerados en el país. En comparación con el primer trienio de la administración anterior, el porcentaje de empleos temporales era de 8.6 por ciento del total.

Muchos jóvenes en México difícilmente podrán acceder a prestaciones como aguinaldo, reparto de utilidades, seguridad social, la generación de antigüedad en su empleo o la obtención de créditos para la compra de una casa. Esta tendencia es confirmada por Cáritas Europa, pues asegura que los jóvenes a menudo son discriminados y tienen dificultades para acceder a derechos básicos como la vivienda o a un empleo de calidad.

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