En busca de la privacidad

23 de Ene, 2013

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"La tecnología debe mejorar la experiencia del usuario, no confundirla o complicarla”

Los gadgets deben diseñarse alrededor de la persona, no de la tecnología; los objetos inteligentes deben poner al usuario en el centro

La "esclavitud" a los gadgets parece ser la causa del estrés, falta de privacidad y la necesidad de interactuar e involucrarse a un nivel más humano

Para este 2013, las tendencias que pronostica JWT –una de las agencias de publicidad más influyentes del mundo– reflejan el resultado de nuestra actual vida acelerada y cambiante, en donde la expectativa de vida de algunos elementos de nuestra generación son casi efímeros.

El año pasado, las 10 tendencias pronosticaron la repercusión de la recesión económica, el surgimiento de nuevas tecnologías y lo que se traduciría en una nueva actitud generacional.

A tan solo la vuelta de un año, ya se pueden visualizar los resultados de esa nueva actitud generacional y las consecuencias –a favor y en contra– de las nuevas tecnologías.

En entrevista para Reporte Indigo, Ann Mack, Directora de Trendspotting en JWT, nos platicó un poco acerca de las 10 tendencias que creen marcarán el presente año.

El estrés, la falta de privacidad y la necesidad de interactuar e involucrarse a un nivel más “humano” y sensibilizado, de alguna manera parecen ser consecuencia de la “esclavitud” a los smartphones y gadgets.

Estrés, involucra a todos

Las personas están buscando el equilibrio en su vida diaria, aunque no tengan un trabajo ajetreado, por ejemplo, los niveles de estrés y ansiedad están a la orden del día, a nivel global.

Y las grandes compañías y medios ya cayeron en la cuenta de que el estrés es un mercado de índole internacional, de tal manera que han creado toda una gama de productos y servicios para combatirlo.

De hecho, la mayoría ya tiene por lo menos una alternativa antiestrés o pro relajación.

Mack dice que el más vivo ejemplo de esto son las bebidas de relajación, las cuales incluso causaron que se creara una nueva categoría que gira en torno a la reducción del estrés.

Es importante recordar marcas como “North Face”, que ayuda a que los trabajadores en China tengan un “escape” a la naturaleza; o los “5 minutos” con un “Milky Way”, cuya publicidad implica consumir el chocolate para sentirse en otro ambiente, incluso en un lugar geográfico natural y relajante.

Los seres humanos estamos sedientos de motivación, innovación y alegría en la rutina diaria. El factor sorpresa no puede faltar para contrarrestar la monotonía y la ansiedad del día a día.

Marcas como “Coca-Cola” en Colombia lo entienden: en 2011 “se dedicó a transformar las caras largas en caras felices para los conductores en el tráfico parado en Bogotá (…) la calle se convirtió en un cine al aire libre, con una gran pantalla (…) los conductores podían sintonizar la banda sonora en sus radios y los trabajadores vestidos como antiguos asistentes de cine, les entregaban palomitas y refrescos”, comenta Mack.

¿Te imaginas? De poner prácticas similares, las personas que atraviesan el tráfico de las grandes ciudades podrían tener ese tiempo de desaceleración.

Sabemos que para subirse al ruedo del mundo actual, debemos tener una vida activa y ello conlleva estrés: México ocupó el séptimo lugar en el mundo en los niveles de estrés laboral en 2011, de acuerdo a una investigación del Grant Thornton International Business Report.

Se necesita hacer del “desestrés” una moda y combatir males como depresión y ansiedad, los cuales también pueden desencadenarse a raíz del estrés, ya que según la OMS, el 25 por ciento de los pacientes que son examinados por un médico de cabecera presentan síntomas de ansiedad actualmente. 

“Las compañías pueden volverse catalizadoras de reducción de estrés, incluyendo marcas (y productos) fuera de las típicas categorías que enfatizan en el bienestar y la relajación, tales como ‘salud y bienestar'”, comenta Mack.

Y el estar “conectados” casi todo el día a Internet a través de algún gadget solamente puede sumarle estrés a nuestro día.

Joe Kraus, de Google Ventures, dice que la clave está en “desconectarse” o tomarse descansos, ya que “estamos creando e impulsando una cultura de la distracción”, dice en su exposición de “Slow Tech”.

Privado hasta en lo público

Diversas posturas señalan que esa vida acelerada –y estresante– es producto de la dependencia a las plataformas y dispositivos virtuales, ya que en plena era digital, se podría decir que pasamos más tiempo en nuestra vida en línea que en la “humana”.

Lo que también tiene como consecuencia la pérdida de la privacidad, dada la apertura de la información y la extensión de la realidad que actualmente representa Internet.

Hemos llegado a tener vidas públicas por default, sin embargo en JWT le llaman “Volverse privado en público” a una de las tendencias más cruciales de nuestra era.

No nos estamos dando cuenta de que “el control de su privacidad en línea está fuera de sus manos, incluso para los que tienen diligencia en ajustar la configuración de privacidad en sus perfiles (en redes sociales, por ejemplo)”, indica la también periodista.

Y es que con tan solo un código, los “titanes de la Web pueden destruir jardines amurallados”, señala en la entrevista.

Aunque tengas firmemente claro los términos de privacidad en Facebook, por mencionar un ejemplo, y revises periódicamente las letras chiquitas, el usuario y TODA su información queda en disposición de la red social.

Esto es un reto para las compañías y sitios Web, pues, según Mack, éstas podrían “amplificar comportamientos existentes” y mejorar o adaptar sus páginas Web y/o dispositivos para mayor protección de la intimidad y la privacidad de cada persona.

Celular: ¿órgano vital?

El celular, y en particular el smartphone se ha vuelto una “pieza” fundamental de nuestra composición. De hecho, Mack dice que es común compararlo con el apéndice del ser humano.

Y es que según la encuesta de 2011 de Firstsource Solutions, 30 por ciento de los voluntarios encuestados en el Reino Unido, prefiere perder su cartera, antes que su celular.

Y casi el 60 por ciento de las personas con celular, no pasan una hora sin checarlo, de acuerdo a otra encuesta, realizada en 2012 por la firma Lookout.

Mack indica que las pautas de la tecnología deberán de ayudarnos a aliviar la “NoMoPhobia” (no-mobile-phobia), lo que es una especie de fobia a no tener el celular.

“Una encuesta por Telenav, en 2011, señaló que 70 por ciento de las personas podrían dejar el alcohol una semana, para aferrarse a su celular”, afirmó.

Para contrarrestar esa “esclavitud”, los fabricantes de teléfonos móviles y software necesitan construir confianza de manera proactiva frente a los problemas de seguridad y tomar precauciones, como podría ser poder “bloquear su dispositivo y borrar todos los datos de forma remota”, expresó Mack. 

Además, cuando no tenemos un celular en la mano, tenemos la computadora u otro tipo de gadget en las manos, cosa que nos hace aún más dependientes, casi esclavos.

Esta adicción a una extensión y realidad virtual están dándole forma a una nueva manera de expresión e interacción. Por poner un ejemplo, en junio de 2011 se calculó que en México había 2 millones de adictos a Internet, según la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Hay 40 millones de usuarios de Internet en México, según el reciente estudio de Hábitos de la AMIPCI.

Pero estamos a tiempo. Todavía podemos revertir un poco esta tendencia que puede llegar a ser adictiva y estresante y tomar el control total en nuestro favor.

Alternativa para tecnología ‘inteligente’

Mientras la tecnología se enfoca en volver inteligente a todas las cosas que nos rodean, “el objetivo es volver a la tecnología invisible y la experiencia del usuario debe ser la característica que la defina”, señala Mack.

Los fabricantes de gadgets deben de “diseñar alrededor de la persona, no de la tecnología (…) los objetos inteligentes deben poner al usuario en el centro, adaptándose a cómo se comportan las personas naturalmente, en lugar de hacer que el usuario aprenda nuevos comportamientos”, apuntó.

Para ello, los gigantes de la tecnología como Google, Facebook o Apple tienen un gran reto y para Ann Mack ese reto es que “los objetos inteligentes (nuevos) necesitarán ser compatibles con ecosistemas que existan y mostrar software intuitivo y bien diseñado, ayudando a los consumidores a maximizar los beneficios disponibles”.

Apple, por ejemplo, ya está del otro lado si algunas marcas ajenas a sus productos deciden crear algunos objetos inteligentes que tengan compatibilidad con su muy bien posicionado, conocido y dominado ecosistema.

“Solo porque puedes hacer algo o incluso a alguien ‘inteligente’, eso no significa que vale la pena hacerlo (…) la tecnología debe mejorar la experiencia del usuario, no confundirla o complicarla”, finalizó.

Un paso adelante
Sitio Web de JWT

Lo que viene
Video de las Tendencias de JWT 2013