La reportera e investigadora británica Emma Graham-Harrison platica sobre cómo ha sido su estadía como corresponsal en Ucrania

El otro lado de la guerra retratado por Emma Graham-Harrison

La reportera e investigadora británica Emma Graham-Harrison platica sobre cómo ha sido su estadía como corresponsal en Ucrania, desde que inició el conflicto armado hasta ahora, y cómo es que los ciudadanos de este país desean recuperar la calma y tranquilidad a como dé lugar este otoño

Ella estuvo en el inicio de la guerra en Ucrania. En primera persona, Emma Graham-Harrison pudo observar cómo es que el país comenzó a moverse y hacerle frente a Rusia, por lo que la periodista recuerda que todo era una confusión, resistencia y miedo.

En conversación con Reporte Índigo, en una visita exprés que hizo a México, Graham-Harrison describe a detalle cómo es vivir en carne propia el estar en medio de una guerra, lo que se queda fuera de las noticias, porque pese a que el conflicto sigue, esto ya no es novedad para los periódicos o medios informativos; sin embargo, continúa siendo el día a día de los ucranianos.

“Al principio había puntos de revisión donde quiera, te revisaban tus documentos y luego llegó el toque de queda, que era sumamente estricto. Lo primero que prohibieron fue el alcohol y eso era vital para un país que le fascina la bebida y, aunque no lo creas, ¡tienen cocteles increíbles!”, comenta en tono agridulce Emma Graham-Harrison.

La reportera también describe que para poder salir de dicha nación, más que una tarea difícil, es laboriosa, debido a que no existen actualmente vuelos que vayan directamente hasta ahí, así que su travesía para llegar hasta México es digna de una crónica o relato de ficción para generaciones futuras.

“Es muy extraño estar en un país sin vuelos, porque es como si regresaras 100 años en el tiempo, la única manera de salir es manejando o tomando un tren, y eso es extraño, pese a la guerra, los trenes siguen funcionando casi completamente normal, yo lo tomé de noche y pude dormir porque tiene compartimentos con camas”.

“Llegué a Leópolis, que está en el oeste y todavía es Ucrania, para esto había salido a las siete de la noche del sábado y llegué a esta otra ciudad a las seis de la mañana, y de ahí en coche hasta Polonia, para cruzar la frontera que está aproximadamente a 70 kilómetros, para después tomar un vuelo a Londres, ahí pude al fin dejar todo el equipo y vestimenta de protección de guerra, y ya la siguiente parada fue México”, comparte la corresponsal de guerra.

Cuando pasó por esta zona oeste de Ucrania, la periodista de The Guardian comenta que la gente se encuentra en una extrañeza, debido a que el conflicto ocurre en el lado opuesto del país, porque ellos desean recuperar cuanto antes su cotidianeidad.

“Todos tienen un amigo o un familiar que está en el frente de la guerra peleando, en real peligro, entonces, los ciudadanos se encuentran en esta disyuntiva, de resistir y tratar de reclamar que quieren seguir una vida normal”
Emma Graham-HarrisonPeriodista

Emma Graham-Harrison estuvo en Querétaro participando en el HAY Festival en septiembre, ahora en octubre el festival se une a Lviv BookForum, el encuentro literario más grande en Ucrania que sucederá de manera híbrida del 6 al 9 de octubre, donde la periodista también tendrá una ponencia y podrá ser vista de manera gratuita en línea.

Sobrevivir pese a todo

En Kiev, capital de Ucrania, el paisaje muestra una tranquilidad incómoda, pese a que el fuego no ha llegado propiamente ahí, Emma Graham-Harrison platica que casi no se ven hombres, porque están precisamente en la línea de combate, que las personas visten con uniforme militar y que los puestos de revisión continúan constantemente.

“Notas como el ritmo de la gente ha cambiado, también notas que en las calles hay muy pocos niños en comparación con otros lugares, el toque de queda comienza a las 11 de la noche; entonces, para las nueve de la noche los negocios empiezan a cerrar, todo, bares, restaurantes y tiendas, porque la gente tiene que llegar a sus casas”, ahonda la reportera.

La crítica de cine Oleksandra Povoroznyk es solo un ejemplo de millones de ucranianos que desean recuperar la tranquilidad y paz que tenían en su nación; que esperan que en este otoño vuelva un poco la tranquilidad. Todo eso lo observa Graham-Harrison en su estadía en Ucrania.

“Ella lo posteó en Twitter, que está tratando de tener otro otoño normal y acogedor de Kiev, que se quiere obligar a creer, aunque solo sea por una hora o hasta que vea las noticias o suene la alarma de un ataque aéreo, que todo puede ser ‘normal’, y ella misma lo dice, que tal vez es algo tonto publicar una foto de su café y sus libros, y hace un año no lo hubiera hecho, pero eso la distrae, es una existencia extraña que casi nadie ve, porque las noticias están en la avanzada, pero así vive la gente, eso me parece interesante”, indica.

En Kiev, capital de Ucrania, el paisaje muestra una tranquilidad incómoda, pese a que el fuego no ha llegado propiamente ahí

El desinterés informático, parte de la cobertura de Emma Graham-Harrison

Emma Graham-Harrison también ha cubierto la vulnerabilidad de datos y cómo es que después del escándalo de Cambridge Analytica se supone que millones de personas deberían estar indignadas por cómo se trata su información; sin embargo, la realidad es que en verdad a muy pocos les importa este tema.

“Parte del problema es que mucha gente no tiene el tiempo ni la energía para esto, los usuarios quieren comunicarse y pues eso es lo que los genios de estas redes sociales, sea Facebook, Instagram o WhatsApp, es hacerles fácil y conveniente el seguir haciéndolo, y ese es su éxito, el que las personas lo hacen tan parte de su vida que hacen negocios ahí y todo está anclado y hospedado en las redes”, argumenta la periodista.

Lo que ahora espera Graham-Harrison es que, ya que la gente no entiende la importancia de sus datos personales y cómo es que los regala a las empresas, existan legislaciones mucho más rigurosas para cuidar a los usuarios y que esto pueda suceder, precisamente, sin que interfieran los creadores de estas plataformas.

“Es ridículo, porque pasa lo mismo con el reciclaje, pero todos generamos contaminación, y es un problema internacional que esto siga sucediendo, porque se proponen soluciones, tanto para esto y para que no sigan abusando de nuestros datos, y algunos dicen que nos deberíamos salir de estos sistemas, pero es un círculo vicioso, porque si no estás en línea, no eres parte del mundo moderno”, concluye.

Lviv BookForum, el encuentro literario más grande en Ucrania, sucederá de manera híbrida del 6 al 9 de octubre

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