‘El Caudillo del Sur’, musa del arte

Este año se cumple un centenario de la muerte de Emiliano Zapata, figura que ha sido retomada por escritores, pintores y escultores, haciendo que su legado sea más fuerte cada día

Emiliano Zapata Salazar es uno de los pocos personajes históricos de México que han servido de inspiración para múltiples artistas, como pintores, escritores o escultores; quienes lo reflejan en sus páginas o lienzos, recordándole a la gente la ideología en pro de la sociedad que este personaje tenía en su época, y que seguramente aún tendría vigencia.

De acuerdo con el licenciado Daniel Wilson Oropeza, catedrático de Historia de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la UNAM, el que Emiliano Zapata haya, y continúe, siendo inspiración en el campo del arte se debe a que es un referente de la Revolución Mexicana, uno de los sucesos más importantes que jamás se haya registrado en la historia del país.

Para el académico, el hecho de que Zapata haya sido parte clave de la Revolución hizo que muralistas como Diego Rivera o David Alfaro Siqueiros lo tomaran como un ícono, haciendo que fuera recordado de ese modo por muchos años más, sobre todo porque se le atribuye la lucha armada en favor del campesino mexicano, ya que le habían arrebatado sus tierras años anteriores a este suceso.

Entre los nombres que pintaron a Zapata están Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Fernando Leal y Arnold Belkin

En 1931, el pintor guanajuatense, Diego Rivera, hizo ocho murales para su exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Uno de estos trazos fue Zapata líder agrario. En esta pieza, se le ve al morelense dirigiendo a un grupo de campesinos rebeldes portando armas improvisadas, incluso herramientas agrícolas, como palas y hachas; Emiliano está sosteniendo un caballo blanco, que mira hacia el suelo, donde Rivera colocó a una persona tirada sobre los pies de “El Caudillo del Sur”.

Un año antes, en 1930, David Alfaro Siqueiros hizo una representación de Emiliano Zapata en una forma más caricaturesca, a la que llamó Emiliano Zapata a caballo. En ésta, el personaje histórico está montando con su traje de charro puesto y ojos ligeramente entrecerrados.

Otro pintor que se encargó de encarnar a Zapata fue Fernando Leal, quien en 1958 realizó a un Emiliano al igual que lo hizo Siqueiros, montado un caballo, pero en este retrato se puede ver que el revolucionario está rodeado de campesinos similares a él, bajo un cielo azul.

El también catedrático de Comunicación, Wilson Oropeza, sostiene que otro de los artistas del pincel que han representado a quien luchó en contra de la pobreza, fue Arnold Belkin, originario de Canadá. Según Wilson, este pintor reflejó figuras mucho más actuales que su colegas, utilizando un mismo color, pero en diferentes tonalidades, y jugando con el reflejo de la figura

En 1950, Zapata se convirtió en una ilustración, pues José Guadalupe Posada así lo decidió. En el dibujo, titulado Zapata, se le ve a “El Caudillo del Sur” sosteniendo una escopeta con su mano derecha, mientras que en la izquierda tiene una espada que reposa al lado de una de sus piernas. El caricaturista mexicano le agregó, además, dos fajos de balas en su pecho, como si estuviera listo para el combate.

Emiliano Zapata está presente, además, en fotografías, como las que logró tomar Agustín Víctor Casasol (1875-1938) de la Revolución Mexicana. Una de sus imágenes, tomada en 1919, sigue siendo uno de los documentos más importantes en la historia del país, pues retrató a Emiliano Zapata muerto, con sangre sobre su camisa y los ojos cerrados, rodeado de un grupo de hombres que lo sostenían para posar hacia la cámara.

El 10 de abril de hace 100 años, un grupo de tiradores arrojaron las balas que salían de sus armas para que éstas llegaran a un objetivo: Emiliano Zapata. Aunque el rebelde intentó sacar el arma que tenía en sus pantalones, los tiros no se lo permitieron, dejándole todo el cuerpo herido

Entre literatura

Respecto a los libros que hablan del contemporáneo de Francisco I. Madero, el académico Wilson Oropeza recuerda Emiliano Zapata, el amor a la tierra (1990), del historiador y escritor Enrique Krauze. En esta publicación, se narra la Revolución Mexicana a través de ocho personajes, entre los que destaca “El Caudillo del Sur”.

La publicación Biografía Ilustrada del General Emiliano Zapata (1994), de Gustavo Casasola, es otro texto que Wilson Oropeza recomienda, pues comenta que en éste se encuentran “excelentes” fotografías referentes a Zapata.

En La carabina de Zapata (2004), de Rolo Diez, el autor construye la vida de un joven que se ve obligado a dejar su país natal. La dictadura militar de Argentina lo manda a México, donde se encuentra con la carabina del general Emiliano Zapata.

Aunque con el paso del tiempo la imagen de este personaje histórico ha sido retratada cientos de veces bajo diferentes técnicas, como en esculturas que hay actualmente en diversas partes de la República Mexicana, principalmente en su tierra natal, Morelos, el profesor en Historia, Wilson Oropeza, confiesa que seguramente estas expresiones serán cada vez menores a través de los años, pues estarán presentes sin la misma intensidad.

40
años tenía Emiliano Zapata cuando murió, en 1919

Sin embargo, sostiene que aunque “El Caudillo del Sur” no se refleje tan frecuentemente en los pinceles o plumas de diferentes artistas en un futuro, es un hecho que su imagen perdurará, pues personajes como Rivera, Siqueiros, Belkim o Krauze ya se encargaron de eso.

“Su ideología sobre el derecho del campesino a ser dueño de la tierra y de sí mismo, es una lucha que ha tenido México desde siempre, desde antes de ser México, era algo que se deseaba y aún hoy en día está en la mente de muchas personas, principalmente de obreros y campesinos. Quizá por eso se le recuerda a Emiliano Zapata”, recalca Wilson Oropeza.

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