Educadores en diabetes al rescate

Este padecimiento es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres, por lo que es necesario, cada vez más, la formación de expertos especializados en el tema que guíen al paciente hasta el autocuidado
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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Miedo fue lo que sintió Rita cuando se enteró de que padecía diabetes. Su médico le afirmó que su vida cambiaría, que tenía que transformar sus hábitos alimenticios, su estilo de vida en general. Le mandó a hacer más estudios, le recetó medicamentos y eso fue todo, no hubo una mayor explicación del asunto.

Después del diagnóstico, lo primero que pensó Rita fue “me voy a morir” y cómo no, si de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, desde el año 2000, la diabetes mellitus en México es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres; en promedio cerca de 83 mil personas fallecen al año por causa de este padecimiento.

Rita forma parte del 15.8 por ciento de los mexicanos entre 20 y 79 años que padecen esta enfermedad crónica, según datos del informe anual Health at a Glance 2017, número que de acuerdo con la tendencia crecerá con los años al igual que todos los mitos que rodean a la enfermedad.

En promedio, 83 mil mexicanos fallecen al año por causa de este padecimiento crónico

Para Christian Lugo, gerente académico de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), una forma efectiva de combatir esta enfermedad es con educación porque “es un pilar fundamental que ayuda al autocontrol de la diabetes. Hemos visto que previene o evita complicaciones a futuro como retinopatias, necropatias y amputaciones; la educación es fundamental en general para tener un buen control”.

Por ello, cada vez es más esencial la formación de educadores en diabetes, personas capacitadas para guiar al paciente por el duro camino de la enfermedad de una forma humana, clara e informada.

15.8%
de los mexicanos entre 20 y 79 años padecen de esta enfermedad crónica

“Ellos pueden ayudar a que tengan un control en los niveles de glucosa, mejor apego al tratamiento, no sólo al que vive con diabetes, sino también a los familiares y los que viven en su entorno”, señala Lugo.

La Federación Mexicana de Diabetes implementó un diplomado para la formación de educadores en diabetes que tiene como objetivo capacitar a los profesionales de la salud e instruirlos de mejor manera para una atención adecuada y personalizada.

“Nosotros nos encargamos en dar capacitación a médicos, especialistas, nutriólogos, psicólogos, enfermeras, todos los que pertenecen al área de la salud. La diferencia es que cuando somos educadores en diabetes, nos quitamos la bata, tomamos en cuenta al que vive con diabetes y los vemos como un todo, de manera muy integral”, explica el gerente académico de la FMD.

La misión de los educadores en diabetes es enseñarles de manera muy sencilla y clara a los pacientes cómo pueden controlar su enfermedad. Son ese puente que existe entre el médico que diagnostica y las dudas que surgen

“Luego pasa que surgen muchas dudas que en 15 o 20 minutos, el especialista no puede aclarar. El médico le indica cómo aplicarse su insulina, cómo medir sus niveles de azúcar capilar, es decir en su dedo, entonces el educador le enseña a desarrollar destrezas y habilidades para que pueda llevar un buen control, esto de una manera individual, es decir, va a poder tomar decisiones personales en cualquier momento, se va a volver independiente”, aclara Lugo.

90%
de los casos son causados por el sobrepeso o la obesidad

Esta preparación también está disponible para pacientes, familiares y personas ajenas al ámbito de la salud, el término para ellos es de “Facilitadores”, la única diferencia es que la preparación es con un lenguaje más sencillo.

Listos para ayudar

Aproximadamente 227 mexicanos mueren al día por culpa de la diabetes, el 90 por ciento de los casos son causados por el sobrepeso o la obesidad. Muchos de los pacientes, asegura Óscar Romero, nutriólogo de formación y educador en diabetes certificado, fallecen por la desinformación, porque nunca se acercan con un experto a aclarar sus dudas.

“La primera duda que tienen es sobre la magnitud del problemas, entender por qué tienen la enfermedad. Después, vienen dudas sobre la insulina, hay personas que llegan y piensan que se la deben de poner como vacuna, pero no saben más y existen muchos mitos al rededor de ella. También son comunes las relacionadas con la alimentación, sobre qué es lo que sí se puede comer y qué no, pero la realidad es que todo se basa en las cantidades”, explica Romero.

Ser un educador en diabetes le enseñó al nutriólogo que es importante escuchar a la gente, no sólo dar instrucciones, sino ponerse en la situación del paciente y ser empático.

“La diferencia es que el control es mejor, si es primera vez y le explicas lo que tiene, bajas los términos al nivel del paciente, le facilitas herramientas, aclaras sus dudas, cuando salga del consultorio lo hará empoderado con el conocimiento necesario para vivir con la enfermedad. Es importante decirles que no tengan miedo, esto es un padecimiento que si se controla, pueden vivir como personas normales”, dice Romero.

227
mexicanos mueren al día por culpa de la diabetes

Existen estudios que han evaluado el impacto internacionales que tiene la educación en diabetes, mostrando que es capaz de mejorar el resultado de la glucosa en sangre, la hemoglobina glucosilada, la presión arterial y el peso corporal, por lo que este proceso se considera clave para la prevención y el tratamiento de la enfermedad.

La preparación

La formación de educadores en diabetes se basa en los siete hábitos del autocuidado:

*Comer saludablemente

Se les enseña qué alimentos pueden incrementar los niveles de azúcar, cuáles son los que incrementan más rápido o más lento. Aprenden a leer las etiquetas de cada uno de los empaques. También saben qué porciones pueden consumir los pacientes; con la diabetes no hay alimentos prohibidos, sino porciones adecuadas.

*Mantenerse activos

Son instruidos sobre qué actividades puede realizar cada persona dependiendo de las complicaciones del paciente, si hay afecciones en el ojo o a nivel renal, se les dice cuánto tiempo pueden hacer ejercicio o actividad física durante la semana.

*Medir constantemente los niveles de glucosa

Es importante saber hacer este monitoreo y conocer que los niveles dependen de si tienen alguna infección o si se debe a que se les incrementó la dosis de su medicamento, por ejemplo.

*Seguir el tratamiento médico

Como educadores es importante explicarles cómo funciona el medicamento, en qué momento deben tomarlo, antes o después de los alimentos. En el caso de la insulina, cómo funciona, qué cuidados debe tener y qué jeringas y agujas existen.

*Enfrentar los retos cotidianos

Es importante saber guiar para resolver problemas que existen todos los días, por ejemplo, qué hacer cuando se tienen niveles bajos o muy altos de azúcar, cuando se tiene una infección, qué hacer durante las vacaciones, los viajes; es decir, cómo pueden los pacientes adaptarse a esas circunstancias en su vida.

*Reducir los riesgos

Acudir de manera rutinaria al especialista para detectar las complicaciones a tiempo. Cuidar los riñones, los ojos, los dientes, por ejemplo.

*Tomar una actitud positiva

Se les enseña a valorar el estado de duelo, la motivación hacia al cambio y la aceptación.

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