Tienen otras raíces

El origen y evolución de los dinosaurios fue quizá muy distinta a la que creemos. Así lo indica una publicación de Nature en la que detalla los análisis que científicos realizaron de los fósiles de estos animales y que insinúa un historial evolutivo distinto, colocando a terópodos como el tiranosuario rex en otra rama del árbol genealógico.

Además, suponen que los dinosaurios se originaron más al norte, y muchos años antes de lo que se pensaba.

El origen y evolución de los dinosaurios fue quizá muy distinta a la que creemos. Así lo indica una publicación de Nature en la que detalla los análisis que científicos realizaron de los fósiles de estos animales y que insinúa un historial evolutivo distinto, colocando a terópodos como el tiranosuario rex en otra rama del árbol genealógico.

Además, suponen que los dinosaurios se originaron más al norte, y muchos años antes de lo que se pensaba.

El nuevo árbol genealógico tiene más lógica que el anterior, diseñado hace más de un siglo y basado en la forma de las caderas, indicó Matt Baron, estudiante de doctorado en paleontología en la Universidad de Cambridge (RU) y autor principal del estudio.

“Si los autores están en lo cierto, esto pone de cabeza el entendimiento que teníamos de la evolución de los dinosaurios”, escribió Kristi Curry Rogers, paleontóloga de la Universidad Macalaster en Minnesota, y quien no participó en las investigaciones, revela AP.

Los dinosaurios se dividen en dos grupos. Uno tiene caderas parecidas a las de las aves: los Ornitisquios, en los que se incluye a los estegosaurios. Al grupo con caderas similares a las de los reptiles se le llama Saurisquios, e incluye a los brontosaurios.

Por lo que los terópodos, hasta ahora, eran considerados una ramificación de los Saurisquios y el nuevo estudio los coloca junto a los estegosaurios, pero en una rama distinta.

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Hace 20 años la idea de revivir dinosaurios solo podía pasar en una película de Steven Spielberg, hoy esa posibilidad ya no es tan remota. Un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Georgia ha resucitado un gen de una bacteria de 500 millones de años y lo insertaron en Escherichia coli (E. coli), la bacteria más estudiada por el ser humano.