Estar embarazada implica varios cambios fisiológicos. Se pueden presentar infecciones de diversa índole que pueden poner en riesgo el desarrollo normal del embarazo e, incluso, afectar la salud del bebé. Foto: Especial

Descubre la relación entre las enfermedades periodontales y el embarazo

La doctora Araceli Rodríguez resalta la relevancia de la higiene bucal y los buenos hábitos alimenticios durante el embarazo para prevenir la enfermedad periodontal, reduciendo así los riesgos obstétricos tanto para las madres como para los bebés

La relación entre la enfermedad periodontal y el embarazo adquiere una importancia significativa considerando los datos que indican que un gran porcentaje de mujeres embarazadas experimentan problemas dentales.

Según estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor del 40 por ciento de las mujeres embarazadas en México sufren alguna forma de enfermedad periodontal, que va desde gingivitis hasta formas más severas como la periodontitis.

La estadística es relevante debido a las posibles consecuencias que la enfermedad periodontal no tratada podría tener en el desarrollo del embarazo. Se observa que las mujeres embarazadas con periodontitis pueden tener un mayor riesgo de complicaciones, como parto prematuro y bajo peso al nacer. La inflamación crónica asociada con la enfermedad periodontal podría desencadenar una respuesta inmunológica que afecta al feto y contribuye a estos problemas obstétricos.

Este escenario subraya la necesidad crítica de concienciar a las mujeres embarazadas sobre la importancia de mantener una salud bucal óptima durante el embarazo.

'En general, durante el embarazo, suceden muchos cambios, especialmente hormonales, pero también en el cuerpo, bienestar y reacciones a ciertos estímulos, como la alimentación y la nutrición'
Araceli RodríguezDoctora

Según la especialista, es durante esta etapa de la mujer en la que se debe tener un mayor cuidado en su salud bucal. La conexión entre la salud bucal y el bienestar materno-fetal se vuelve aún más evidente, considerando los diversos cambios hormonales y fisiológicos que caracterizan esta etapa.

Rodríguez destaca la importancia de la atención dental durante el embarazo y menciona que, históricamente, las mujeres embarazadas han sido consideradas uno de los principales grupos de riesgo.

“Los odontólogos deben estar perfectamente capacitados, ya que la salud bucal desafortunadamente no entra dentro de las prioridades de la población en general. La realidad es que si una mujer antes del embarazo ya tiene buenos hábitos higiénicos, tendrá una mejor salud bucal durante el embarazo”, añade.

Las complicaciones durante el embarazo

Durante el embarazo, diversas condiciones bucales pueden surgir debido a cambios hormonales y la disminución de la producción de saliva. Estas incluyen la gingivitis, enfermedad periodontal y alteraciones en tejidos blandos como el épulis gravídico, un aumento benigno en una zona de la boca.

Es crucial comprender que estas enfermedades no son propias del embarazo, pero los cambios hormonales pueden predisponer a su desarrollo.

“Si no hay una buena higiene bucal, las madres podrían padecer de gingivitis y de la presencia de pequeñas alteraciones en los tejidos blandos conocidos como granulomas, y por supuesto, caries“, agrega.

Rodríguez explica que la saliva juega un papel crucial en mantener un equilibrio bacteriano saludable en la boca. La saliva no solo contiene bacterias beneficiosas que contrarrestan las externas, sino que también ayuda a mantener un pH adecuado y actúa como un mecanismo de autolimpieza, evitando la formación de la temida placa bacteriana.

“La reducción en la producción de saliva durante el embarazo puede crear un entorno propicio para que las bacterias nocivas prosperen, aumentando el riesgo de afecciones como caries, gingivitis y enfermedad periodontal. Además, la falta de una adecuada higiene bucal y técnicas de cepillado incorrectas pueden agravar estos problemas”, detalla.

La especialista enfatiza la importancia de la divulgación de información entre las mujeres embarazadas sobre la relación entre la disminución de la saliva y las posibles consecuencias para la salud bucal. Recomienda reforzar la importancia del cepillado periodontal y alentar prácticas adecuadas de higiene bucal para prevenir complicaciones.

Además, la especialista menciona que existen señales clave para las futuras madres, como el color de las encías, el sangrado al cepillarse, sensibilidad dental y movilidad, para identificar posibles problemas bucales.

“No necesariamente a todas las personas, aunque tengan gingivitis, les sangra la encía. Es algo muy común, pero no necesariamente sucede con todos. Entonces, hay que identificar el color de la encía, que sea rojo brillante. Si cuando tenemos el cepillado dental nos queda un sabor como a metal en la boca.

“Otro punto es si tienen, por ejemplo, una sensibilidad grande o fuerte ante los cambios de una bebida caliente o fría, incluso con algunos dulces. Eso nos va a decir si tenemos alguna lesión de caries o alguna enfermedad periodontal”, aclara.

Mantenerse en alerta

En respuesta a la pregunta sobre posibles consecuencias para el feto, Rodríguez subraya que durante los primeros tres meses, cuando el feto está en pleno desarrollo, cualquier alteración en la salud bucal de la madre podría tener implicaciones significativas.

“El dolor que la mamá esté sintiendo en todo el embarazo va a ser que el bebé pueda tener alguna alteración, esto a través del medicamento que tome para mitigar el dolor, pues casi todos atraviesan las membranas placentarias. Incluso, en la lactancia. Por eso vemos que hay medicamentos que no se deben administrar durante el embarazo.

“No podemos hacer tratamientos de odontología en las mamás, ni bajo anestesia local ni general. Porque tendremos una serie de reacciones que nos van a llevar a detonar otro tipo de reacciones químicas que pueden alterar un poquito al bebé”, dice.

La doctora Rodríguez enfatiza la importancia de abordar el dolor experimentado por las mujeres embarazadas, ya que podría afectar el desarrollo del bebé, especialmente durante los primeros tres meses. Destaca la necesidad de evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios de los tratamientos, incluyendo el uso de medicamentos y procedimientos odontológicos.

Además, advierte sobre prácticas postnatales, como compartir utensilios o dar besos en la boca a los bebés, que podrían exponerlos a la carga bacteriana de la madre, subrayando la importancia de la precaución en estas acciones para preservar la salud bucal de los niños.

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