Música, drogas y depresión: ¿Por qué se suicidan los músicos de rock?

Son talentosos, la gente los admira, probablemente tengan millones dólares y todo lo que cualquiera podría desear, entonces, ¿por qué se suicidan los músicos de rock? Esa es la pregunta que millones de seguidores se hacen cada vez que un rockstar decide partir anticipadamente de este mundo

“La depresión es una enfermedad. No es un boleto para el genio. No es un capricho interesante de personalidad. Es horrible, todo lo consume y realmente duele. La depresión no es la persona, es algo que le sucede a la persona. Y cuando esas personas se sienten sin salida, a veces se quitan la vida”
Matt Haig

Son talentosos, la gente los admira, probablemente tengan millones dólares y todo lo que cualquiera podría desear, entonces, ¿por qué se suicidan los músicos de rock? Esa es la pregunta que millones de seguidores se hacen cada vez que un rockstar decide partir anticipadamente de este mundo.

El caso más reciente corresponde al vocalista de Linkin Park, Chester Bennington, quien se ahorcó en su casa el pasado 20 de julio, día en que el vocalista de Soundgarden, Chris Cornell, habría cumplido 53 años, de no haberse suicidado semanas antes, también por ahorcamiento.

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Las razones por las que una persona decide quitarse la vida son muchas y dependen de distintos factores, por lo que es difícil establecer un patrón determinante entre todos los músicos de rock que se han suicidado, sin embargo, investigaciones recientes han dado respuestas aproximadas a la cuestión.

Mark Schaller, psicólogo de la British Columbia University, quien ha analizado por años los suicidios del vocalista de Nirvana, Kurt Cobain, así como de otros artistas estadounidenses, ha obtenido algunas respuesta de cómo la fama puede afectar a las personas predispuestas a la depresión.

“Si usted o yo escuchamos nuestra propia voz en una cinta, o nos vemos en la cámara, podríamos decir ‘espera un minuto, parezco un bobo, no soy el tipo que yo creía’, pero podemos lidiar con ello. Pero es diferente si usted es un Bruce Willis o alguien famoso. Los ideales que otros tienen sobre usted son una locura. Es virtualmente imposible cumplir con ellos y es muy difícil que puedan escapar de ese nivel de auto-conciencia elevada”, declaró Schaller a The New York Times.  

Para Schaller, la fama puede agravar los problemas mentales de los ‘famosos’ al convertirse en una especie de catalizador. Es decir, no es que la gente comience a padecer trastornos cuando alcanza la fama, sino que al llegar a ésta las complicaciones mentales adquieren un nuevo nivel.

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Como lo menciona el novelista británico y periodista especializado en el tema, Matt Haig, lo peor que puede hacer la sociedad por un rockero que decide suicidarse, es glorificar su imagen en el cliché del músico incomprendido, único y especial, “como si hubiera que ser miserable para ser talentoso”.

“La depresión es una enfermedad. No es un boleto para el genio. No es un capricho interesante de personalidad. Es horrible, todo lo consume y realmente duele. La depresión no es la persona, es algo que le sucede a la persona. Y cuando esa persona se siente sin salida, a veces se quita la vida”, escribió hace unos año Haig, en The Telegraph, sobre el suicidio del vocalista de Nirvana.  

El suicidio de Cobain es quizá el más recordado, pues Nirvana se encontraba en la cima del rock y se le podía ver feliz con su pequeña hija, sin embargo, no es el único, ahí están los casos de Ian Curtis, vocalista de Joy Division, y el bajista de los Sex Pistols, Sid Vicius, quien murió por una sobredosis, pero dejó una carta suicida.

“Pobre Sid. La única manera que tenía de estar a la altura de lo que quería que la gente pensara de él era muriendo (…) Realmente compró su imagen pública”, dijo alguna vez Johnny Rotten, el vocalista de los Sex Pistols, una reflexión que parece coincidir con la hipótesis de Schaller.

El famoso Club de los 27, integrado por Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Amy Winehouse, entre otros, no está lleno de músicos suicidas, formalmente hablando, sin embargo, el hecho de que la mayoría haya muerto por sobredosis y, según sus biógrafos, hayan sufrido problemas de depresión podría ser un indicador, al menos, de un gesto suicida.

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El rock también ha sido señalado como el culpable de provocar el suicidio de algunos seguidores, específicamente, la música de Ozzy Osbourne y Judas Priest, estos últimos fueron llevados hasta los tribunales, supuestamente por inducir el suicidio de los jóvenes Raymond Belknap y James Vance, a través del disco Stained Class.

Osbourne fue un paso más allá y compuso una canción que ha sido calificada como una apología al suicidio, ‘Suicide Solution’. En 1984, un joven canadiense se quitó la vida mientras escuchaba el disco que contenía dicha pieza, por lo que el vocalista también fue llevado a los tribunales.

Ozzy, quien llevó su propia defensa, aseguró que la canción estaba dedicada a su amigo Bon Scott, vocalista de ACDC, quien murió intoxicado años antes. Los jueces resolvieron que la letra no daba órdenes explícitas para que alguien se suicidara. 

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