Será tu decisión elegir al mejor padre de familia 
Foto: Especial

De “Yo soy Sam” a “La vida es bella”; ¿quién es el mejor papá en la historia del cine?

De padres tenemos en las películas las historias más fuertes y conmovedoras de la historia del cine; a continuación te las compartimos

No sólo las madres tienen historias increíbles en el cine, también los padres protagonizan películas excepcionales que han quedado guardadas en el corazón de los cinéfilos más insensibles.

Y aunque lo parezca, no son pocas las películas que se pelean por tener al mejor papá en la historia del cine; a continuación, te mostramos una lista con los largometrajes más representativos de la paternidad.

Yo soy Sam (2001)

Una de las historias más fuertes y conmovedoras de la historia del cine es la de Sam, un padre soltero con discapacidad intelectual.

Sam es el encargado de cuidar de su hija Lucy, una niña de siete años quien es muy inteligente. Pero la historia se complica cuando las autoridades ponen en duda la capacidad del padre para cuidar a la menor de edad.

En busca de la felicidad (2007)

Basada en hechos reales, la cinta relata la historia de Chris Gardner, un padre de familia acostumbrado a sobrevivir, va de trabajo en trabajo sin ninguna estabilidad.

El filme protagonizado por Will Smith muestra a un padre soltero que tras el abandono su mujer debe ocuparse  de su pequeño de 5 años, Christopher, quien le de la fuerza necesaria para salir adelante cuando las cosas se complican.

La historia narra la dulce relación de un padre con su hijo. El hombre trata por todos los medios de seguir adelante y su pequeño lo apoya de forma incondicional.

La vida es bella (1997)

Una de las películas que pasó a la historia por mostrar al que es considerado por muchos como el mejor padre de familia que puede existir, que es interpretado por el actor Roberto Benigni.

“La vida es bella” presenta una conmovedora historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945): una familia que se ve separada e internada en un capo de exterminio donde el carismático y extravagante Guido, personaje interpretado por Benigni, hace creer a su hijo que la dramática situación que están viviendo forma parte de un divertido juego.

Un filme con mensaje positivo que invita a anima a sacar lo mejor de nuestra existencia, aún en las circunstancias más adversas.

Buscando a Nemo (2003)

La animación no podía faltar, este ejemplo de paternidad animal muestra la tenacidad de un padre que cruza todo un océano con tal de encontrar a su hijo.

Es imposible ver esta película de Pixar y no derramar una lágrima.

Cuando Nemo se pierde, su padre no puede evitar convertirse en un héroe y salir en su búsqueda, cueste lo que cueste. Perfecta para ver junto a toda la familia, pasar momentos de risa y emoción.

 

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Kramer vs. Kramer (1979)

Uno de los dramas familiares más importantes de la historia (cuyo legado fue empañado tras revelarse el acoso sexual y físico que sufrió Meryl Streep en el rodaje, por parte de Dustin Hoffman); nos obstante, 45 años después sigue más vigente que nunca.

Hoffman es Ted, un padre adicto al trabajo que se ve obligado a criar a su hijo después de que su mujer se divorcia de él y lo abandona, lo que era una rareza para aquella época. Fue la película más taquillera de su año y consiguió el Oscar a la Mejor Película, Actor y Actriz.

La carretera. The Road (2009)

La historia transcurre en un mundo apocalíptico, arrasado por un misterioso cataclismo, en el que un padre (Viggo Mortensen) y su hijo (Kodi Smit-McPhee) viajan hacia la costa para buscar un lugar seguro donde asentarse y huir de un invierno sin fin.

Durante su travesía se cruzarán con los pocos seres humanos que quedan, la mayoría de los cuales han enloquecido o se han convertido en caníbales.

Sencilla e impactante esta adaptación de la novela homónima de Cormac McCarthy, premio Pulitzer en 2007 (el filme es de 2009). Viggo Mortensen da vida a un padre que intenta dar ánimos a su hijo ante este panorama apocalíptico y distópico, luchando frente a la soledad y a tentaciones como el suicidio. La fotografía es del español Javier Aguirresarobe.

 

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