Cursos en línea, educación no garantizada

Aunque tomar clases a través de Internet puede hacer que el alumno se sienta con más confianza, necesita el soporte y la corrección de un profesor, con quien, a través de una comunicación directa, genere diálogos empáticos de entendimiento

Hoy día, aparentemente, la educación puede estar al alcance de todos. Gracias a la tecnología, la población mundial cuenta con nuevas alternativas para su mayor beneficio, pues con el sólo hecho de conectarse a Internet, un mar de soluciones están en la palma de la mano; sin embargo, hay que saber detectar qué funciona y qué no, o cómo balancearlo para mejorar, aún más, la vida.

María de la Paz Jiménez Castañeda, maestra de Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta, en entrevista con Reporte Índigo, que la cuestión de la interacción tanto personal como física entre profesor-alumno no se sustituye por nada, porque, según resalta, en los salones de clase hay emociones, sensaciones y un diálogo tan personal, que la tecnología no llegaría a alcanzar jamás.

El maestro o maestra siempre va a tener una presencia importante dentro del aula porque al final de cuentas él o ella van a ser los que tengan que conducir la clase, viendo cómo se van a dar ciertos procesos educativos y, con el tiempo, dejar al alumno para que aprenda solo, de manera autónoma
María de la Paz Jiménez CastañedaPedagoga

Agrega que aunque las tecnologías llegaron a mejorar diferentes aspectos humanos, también pueden empeorarlos, pues dice que las generaciones que crecieron con ellas están formando una personalidad solitaria.

En ese sentido, la profesora confiesa que, utilizando la técnica que sea, un alumno no va a poder aprender jamás de la manera más óptima si no soluciona, primero, la interacción con otros.

También recalca que tanto en las aulas como en línea, se debe entablar una conversación con un profesor o profesora para despejar dudas, e interrogarse después o antes de clases con sus compañeros.

María de la Paz especifica que si una persona decide estudiar a través de Internet, debe verificar que haya un profesor que lo esté guiando y le explique, con ayuda de chats o videollamadas, lo que está aprendiendo. Además, sugiere que es importante que haya comunicación con otros estudiantes, para mejorar el aprendizaje. Si no detecta eso en sus clases web, el resultado no será óptimo.

Combinación, la fórmula perfecta

Aunque la profesora asegura que estudiar sólo a través de Internet puede no ser benéfico para el alumno, porque necesita de una interacción personal obligatoria con un especialista para mejorar el proceso de aprendizaje del conocimiento, destaca que, en algunos casos, las aulas también pueden llegar a tener problemas.

“A veces las aulas están saturadas, hay numerosos grupos y el maestro no puede atender de manera personal a cada alumno cuando hay muchas dudas e inquietudes, y aunque siempre tratamos de dar lo mejor que se puede, tal vez sí necesitamos estos métodos tecnológicos, como clases en línea”, confiesa.

Jiménez Castañeda declara que si hubiera un plan educativo a nivel federal para que se pudieran combinar las clases presenciales con las que hay en línea, sería la mejor manera de educar a todos los estudiantes, sin importar el nivel escolar en el que se encuentren.

Tomando eso en cuenta, comenta que los alumnos aprovecharían más estos dos métodos, pues pondrían más atención a las clases presenciales, gracias a que, de alguna manera, descansaron un par de días tras estar atentos a su página web de aprendizaje.

“No creo que ninguna técnica por sí misma pueda dar todo lo que se requiere para un proceso de aprendizaje, pero combinándolas se pueden tener muchos alcances, creo que pueden potencializarse al mismo tiempo”, dice la académica.

La pedagoga de la UNAM dice que la interacción tanto personal como física entre profesor-alumno no se sustituye por nada

Por otra parte, platica que las clases en línea pueden ser más benéficas para algunos que para otros, pues de pronto hay estudiantes que se privan de preguntar o exponer sus dudas en las aulas por el miedo de la reacción de su profesor, algo que en línea evitan.

En ese sentido, la académica en Pedagogía le sugiera a sus colegas que hagan consciencia de su cargo y los exorta a entender que esta es otra época, en la que los alumnos piensan, actúan y estudian de diferentes maneras.

“Los maestros tenemos que hacer consciencia en la época en la que nos encontramos y que es un hecho que la tecnología nos está invadiendo, no nos podemos resistir, tenemos que empezar a formarnos para que los jóvenes tengan en nosotros a un guía, tanto en los salones de clases como en los cursos por Internet”, señala la académica de la UNAM.

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