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Culmina ‘El Che’ de caricatura

Con la presentación del tercer tomo de “Che. Una vida revolucionaria”, José Hernández cierra su exploración gráfica al guerrillero Ernesto Guevara, que adaptó del texto de Jon Lee Anderson

[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_pnqvy5t2″ responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Ernesto “El Che” Guevara, el icónico guerrillero argentino, es sin duda uno de los personajes más conocidos del Siglo XX. Ante ello es todo un reto escribir una biografía sobre él, pocos lo han hecho, y aún más contar su historia por medio de la caricatura.

El mexicano José Hernández tomó el desafío. El monero contactó al periodista Jon Lee Anderson, biógrafo del personaje, para adaptar a la caricatura su libro “Che Guevara: una vida revolucionaria”.

Con la presentación en El Centro Cultural Elena Garro de “El sacrificio necesario”, tercer y último tomo de la obra basada en la vida de Guevara de la Serna, Hernández culmina el trabajo publicado bajo el sello de la editorial Sexto Piso.

Según relata el artista gráfico, una de la parte que más trabajo le costó fue el final de su novela sobre “El Che”. En ese punto tenía que dibujar la importante despedida entre dos colosos de la historia, el líder cubano Fidel Castro y el guerrillero argentino, la cual en sus trazos se vuelve emotiva y es prácticamente silente.

“Lo tenía resuelto con diálogos, porqué hay una reunión donde Fidel presenta al Che como Cantinflas, él dice que es Cantinflas porqué dice que él tenía rasgos muy parecidos”, cuenta el caricaturista.

“Había hecho esa secuencia así con esos diálogos y todo, hasta la dibujé, pero me parecía que esos diálogos y todo eso, no iban con el momento, finalmente decidí dejarlo sin texto alguno”, concluye Hernández.

No se culminó a tiempo

“La idea era hacerlos uno tras otro, incluso yo hubiera querido terminar este último y la trilogía completa para octubre del año pasado, cuando se cumplieron 50 años de la muerte del Che”, recuerda el artista gráfico

Según relata Hernández, culminar la obra, dividida en tres partes, en 2017 fue imposible por dos circunstancias del tiempo y de la vida: la muerte de Eduardo del Río, mejor conocido como “Rius”, la cual causó un duelo nacional en los moneros del país; y el sismo del 19 de septiembre, el cual colapsó varias zonas de la Ciudad de México y estado aledaños. Los tomos anteriores de la obra fueron publicados bajo los títulos de “El doctor Guevara” y “Cuba”, se basan en el texto original del periodista estadounidense, cuya primera edición se publicó en 1997.

Crítica por medio de la caricatura

José Hernández ve la importancia de denunciar y criticar en su trabajo como cartonista político, sobretodo en una nación que le falta pluralidad democrática y diálogo entre los gobernantes y su sociedad, según explica.

“Entre menos democrático sea el país o una sociedad o un régimen, mucho más necesario es un periodismo crítico, el periodismo crítico tiene que ser el contrapeso del poder, no solo es necesario, es vital, indispensable”, pronuncia en voz baja, como ocultando con recelo su discurso de los demás lectores del lugar.

“Yo hubiera querido terminar este último y la trilogia completa para octubre del año pasado, cuando se cumplieron 50 años de la muerte del Che”
José Hernándezcaricaturista

Pese a que se viven tiempos electorales y hay una votación en puerta, el monero cree que la democracia no existe en el país, pese a que se haga el ejercicio de acudir a las urnas.

“En México no hay democracia, lo que hay son arreglos copulares.

Aunque en las próximas elecciones se respetara el voto, –con esto lo que quiero decir claramente es– aunque ganara López Obrador y se respetara, incluso ni así podríamos decir que México es un país democrático, porque la democracia no nada más es de una elección”, apunta Hernández.

Ante la crisis que ya se ha hecho habitual en las urnas, de votar por el menos peor a falta de una oferta real de candidatos competentes que representen a sus ciudadanos, el artista gráfico prevé tres escenarios posibles para esta contienda, en todas figura Andrés Manuel López Obrador.

Uno es el triunfo holgado del tabasqueño y que no exista la forma de contrarrestarlo, aunque lo ve poco probable; otro es que López Obrador negocie con lo que llama “la mafia del poder” y se acepte un triunfo acotado, lo que califica del peor escenario de todos.

Y el último es que el Estado y funcionarios del gobierno desaten una guerra sucia en contra Andrés Manuel para afectarlo en las encuestas y hacer un triunfo creíble de cualquiera de los otros dos candidatos: José Antonio Meade y Ricardo Anaya.

Lejos de los temas políticos y de su oficio como monero, Hernández confiesa que por las noches disfruta de leer con su hijo de ocho años obras como “La increíble historia de… la dentista demonio” de David Walliams, lo que describe como una mera distracción que lo hace alejarse de los problemas nacionales y la cotidianidad del México que critica con su pluma feroz y la tinta mordaz.

Inspiración australiana

El caricaturista admite que se “roba” ideas de sus contemporáneos, entre ellos está el ilustrador australiano Shaun Tan, ya que cuenta que de la novela gráfica “Emigrantes” se inspiró un poco para salpicar a su obra “Che. Una vida revolucionaria”

“Quise fusilarme algunas cosas de sus libros, finalmente ya no lo hice tanto, precisamente ese que dices, empieza y tiene unos como sellos y papel antiguo, de los viajes y tal, entonces si te fijas en el libro uno del Che metí ahí unos sellos en el pasaporte del Che y quise como fusilarme eso, no me salió (risas) como todo lo que me quiero fusilar, no me sale”, confiesa el caricaturista Hernández.

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