Crítica Gretel y Hansel: la película del fotógrafo mexicano de ROMA al que Cuarón le robó

Querido cinéfilo, esta crítica de ‘Gretel y Hansel' NO CONTIENE SPOILERS, por lo que si no has visto la película puedes leerla tranquilamente
Carlos Ramírez Carlos Ramírez Publicado el
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No fueron pocos quienes criticaron la ausencia del fotógrafo mexicano Galo Olivares en los créditos de la película ROMA, de Alfonso Cuarón. Ahora, con Gretel y Hansel, de Oz Perkins, el nacido en Uruapan demuestra su calidad detrás de la cámara.

Galo Olivares y Alfonso Cuarón en ROMA

Estrenada este fin de semana en la cartelera mexicana, Gretel y Hansel está protagonizada por la joven actriz Sophia Lillis, quien se hizo conocida por su papel de Beverly en el largometraje It, de Andy Muschietti.

¿DE QUÉ VA?:

Basada en el cuento de hadas de los Hermanos Grimm, la cinta es una reinterpretación del relato clásico en el que dos niños vagan por un oscuro bosque hasta encontrar una choza donde vive una extraña mujer.

LO BUENO: FOTOGRAFÍA Y REINTERPRETACIÓN

¿Existió un robo por parte de Alfonso Cuarón a su compatriota Galo Olivares? Curiosamente, el mexicano ganador del Oscar reveló durante una entrevista que el joven egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica apoyó sustancialmente en ROMA.

Aún más curioso, el sitio Zoom F7 exhibió las hojas del primer y último día del rodaje de ROMA, en las que Olivares aparece acreditado como Director de Fotografía; pero, al final, fue Alfonso Cuarón quien se llevó todo el crédito.

Haya existido robo o no, Galo Olivares enfrentó con Gretel y Hansel su primer gran reto, después de trabajar en la película mexicana El Vigilante, y respondió a lo grande.

Y es que una de las pocas virtudes que posee el largometraje dirigido por Oz Perkins es la fotografía tenebrosa, taciturna y elegante de Olivares, al trasladarnos a un bosque sumamente envolvente.

A través de tonos degradados de azul, y en ocasiones un amarillo semejante al sol, Olivares presenta un trabajo que va en paralelo al sentido clásico del filme, y por momentos evoluciona en planos un tanto psicodélicos.

Si bien existen instantes en los que hay una exacerbada iluminación artificial, con una intensidad que se asemeja al neón, parece ser que todo fue intencional, ya que se disfruta al punto de ser más un buen uso del color y la luz.

El lenguaje visual de la cinta, por ende, es fresco y se suma al sentido reinterpretativo que Perkins le concede a su obra, por lo que el tono es parecido a lo perturbador de la película de Robert Eggers, The Witch (2015).

Esta renovación de la historia también causa que lo predecible se aleje del espectador y el cuento clásico sirva más como un pretexto que una guía a la cual seguir al pie de la letra.

LO MALO: ELEMENTOS PRESCINDIBLES Y POCO ATRACTIVO

Lamentablemente, Gretel y Hansel está repleta de elementos de los cuales se podía prescindir y que, al agregarlos, no hacen más que confundir a la audiencia y desviar su atención a propósitos que en nada contribuyen a la historia.

Personajes y diálogos algo poéticos cansan en varios de los momentos y reducen el atractivo de la trama, por lo que pareciera que la obra de Perkins es más un filme que le tira a la retórica que a buscar imprimir miedo en el público.

Por esta razón, Gretel y Hansel se convierte en una película pequeña que pasa desapercibida y que, seguramente, sólo será recordada acaso por su aspecto técnico, así como ser un ejercicio para la joven Sophia Lillis.

RECOMENDACIÓN: 3.5 ESTRELLAS DE 5 (CASI BUENA)

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