Crece la adicción a los medicamentos

De acuerdo con el Informe Mundial sobre las Drogas 2018, el uso de fármacos sin prescripción médica se está convirtiendo en una gran amenaza para la salud pública
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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El sólo pensar que algún familiar o ser querido pueda caer en las manos de la drogadicción es desgarrador. Se sabe que ese mundo sólo tiene un final, la destrucción. Por lo que es importante acabar con ese problema y evitar que más personas se conviertan en adictos.

El Informe Mundial sobre las Drogas 2018 señala que el abuso de ciertos medicamentos que requieren prescripción se está convirtiendo en la mayor amenaza contra la salud pública. También indica que los opiáceos provocan 76 por ciento de las muertes que implican el consumo de drogas y que la cocaína y el opio han alcanzado récords de producción.

76%
de las muertes causadas por consumo de drogas son por los opiáceos

“El Informe Mundial de Drogas representa un pilar clave de nuestro apoyo, junto con la asistencia para traducir las obligaciones internacionales en acciones que permitan el fortalecimiento de capacidades sobre el terreno para generar respuestas efectivas y proteger la salud y el bienestar de la población”, afirmó Yury Fedotov, director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

El informe también resalta que cada vez existen más grupos dedicados a la preparación de fármacos de origen incierto, lo que provoca que las drogas tradicionales convivan con nuevas sustancias psicoactivas.

El problema aumenta

De acuerdo con el National Institute on Drug Abuse, los riesgos de adicción a los medicamentos de prescripción aumentan cuando se utilizan de manera distinta a las indicadas por el médico. En este círculo, los médicos, sus pacientes y los farmacéuticos pueden jugar un papel en la identificación y la prevención del abuso de medicamentos de prescripción.

Para evitar este tipo de adicción es necesario que los pacientes sigan al pie de la letras las instrucciones de sus médicos, así como conocer cuáles son las posibles interacciones con otros medicamentos. No dejar de tomar o cambiar el régimen de dosificación, pero sobre todo evitar la automedicación.

Por su parte, los farmacéuticos deben regirse por la Ley General de Salud, la cual prohíbe la venta de ciertos medicamentos sin receta. Con esta medida la intención es que tanto el médico como el farmacéutico tengan un control sobre el consume de las sustancias.

Al estar atentos a las recetas falsificadas o alteradas, los farmacéuticos pueden servir como la primera línea de defensa para frenar el abuso de los medicamentos de prescripción.

La detección de este abuso se puede incorporar en las visitas médicas de rutina. Los médicos también deberían tomar nota de cualquier incremento rápido en la cantidad de medicamentos que el paciente necesita o si hace solicitudes frecuentes para volver a llenar la receta antes de la fecha programada

Los expertos de la salud deben estar alerta al hecho de que los adictos a los medicamentos de prescripción pueden ir de médico en médico, pasando de un profesional de la salud a otro en un esfuerzo por obtener múltiples recetas para el medicamento o medicamentos de prescripción que abusan.

El informe resalta que este tipo de consumo se da principalmente en adultos mayores de 40 años por lo que las autoridades sanitarias de cada país deben prestar más atención a este sector de la población.

Los investigadores sugieren que las personas que vivieron su adolescencia en un momento en que las drogas eran populares y estaban ampliamente disponibles son más propensas a haberlas probado y posiblemente haber continuado con su consumo.

¿Qué se consume más?

De acuerdo con el Informe, tener acceso a los opioides resulta esencial para poder tratar el dolor, pero los traficantes los fabrican ilícitamente y los promueven en mercados ilegales, causando daños considerables a la salud.

El fentanilo y otros opioides semejantes continúan siendo un problema en América del Norte. En 2016, 63 mil 632 personas murieron por sobredosis en Estados Unidos, 21 por ciento más que el año anterior. De ellas, 19 mil 413 víctimas murieron por consumo de fentanilo y opioides semejantes, más del doble que en 2015.

Por su parte, el tramadol se ha convertido en una preocupación creciente en diversas zonas de África y Asia. De hecho, en el continente africano las incautaciones de opiáceos representaron 87 por ciento del total mundial en 2016.

También durante ese año, la producción de cocaína marcó un récord histórico con aproximadamente mil 410 toneladas. La mayor parte de esta sustancia procedía de Colombia, aunque en algunos países de África y Asia están emergiendo importantes centros de narcotráfico y consumo.

La manufactura de opio, por su parte, aumentó 65 por ciento entre 2016 y 2017, alcanzando un máximo de 10 mil 500 toneladas. Esto se debe fundamentalmente al incremento del cultivo de adormidera y la mejora de los rendimientos en Afganistán, que han provocado que la producción de la droga alcanzara las 9 mil toneladas en el país.

65%
aumentó la manufactura de opio entre el 2016 y 2017, alcanzando un máximo de 10 mil 500 toneladas

Otras drogas, como el cannabis fue consumida en el mundo por 192 millones de personas que han recurrido a ella por lo menos una vez el año pasado. La cifra de consumidores aumentará y se estima que crece a un ritmo similar al de la población mundial.

Actualmente, la heroína o la cocaína conviven con drogas que requieren receta médica y con nuevas sustancias psicoactivas, que están proliferando a un ritmo sin precedentes.

Poblaciones vulnerables

El Informe indica que el consumo de estupefacientes y los daños derivados del mismo son más frecuentes entre la población joven. Los estudios señalan que entre los 12 y los 17 años, los adolescentes son especialmente vulnerables al uso de drogas y que este riesgo aumenta de forma notable entre los 18 y los 25 años.

Por lo general, el cannabis es la sustancia más habitual, pero dependiendo del país y las circunstancias socioeconómicas del consumidor, se observan dos tendencias: los jóvenes acomodados suelen comprar drogas en clubes nocturnos y los niños de la calle recurren a inhalantes para lidiar con las difíciles circunstancias en las que viven.

Aunque el consumo de drogas no depende sólo de la posición socioeconómica, ya que resulta habitual que los jóvenes que gozan de una posición acomodada compren drogas de diseño en clubes nocturnos.

Según los estudios, uno de los factores determinantes en el inicio del consumo es la calidad de la infancia. De hecho, se estima que los que se crían en hogares cálidos, rodeados del cariño de sus padres, son cinco veces menos propensos a usar estimulantes u opioides.

Pero este no constituye el caso de todos los niños, dado que muchos de ellos se ven afectados por vulnerabilidades que se encuentran fuera de su control: como la exposición a situaciones de pobreza o violencia, pocas oportunidades educativas, problemas de temperamento o salud mental, fácil acceso a las drogas o una crianza deficiente. Por lo que es importante generar ambientes cálidos de crianza para reducir los riesgos de consumo.

¿Cómo prevenir el consumo?

Expertos señalan que el entorno en el que crecen los niños determina sus patrones de conducta en cuanto a drogas. Por lo tanto, la estrategia para prevenir el consumo por parte de los jóvenes implica tomar medidas en los hogares y las escuelas, los lugares donde los más pequeños pasan la mayor parte de su tiempo.

Un ejemplo de esta estrategia son las actividades interactivas en las aulas, que permiten a los niños desarrollar habilidades sociales y personales. Dichas actividades tratan de que los pequeños participen activamente en las clases, tomando parte en el proceso de enseñanza.

Drogas por género

Según los estudios, las mujeres muestran una tasa superior de estrés postraumático y puede que hayan experimentado abandono físico, maltrato o abusos sexuales durante su infancia. Estos factores las hacen más vulnerables ante las drogas.

Aunque la mayor parte de los toxicómanos son hombres, las mujeres igualan o superan los niveles de consumo de ciertas sustancias, como es el caso de los opioides y los tranquilizantes. Además, a pesar de que suelen comenzar más tarde, una vez que empiezan, su tasa de consumo de alcohol, cannabis, cocaína y opioides aumenta a una velocidad mayor.

Opioides

Son medicamentos que alivian el dolor. Reducen la intensidad de las señales de dolor que llegan al cerebro y afectan las áreas del cerebro que controlan las emociones, lo que disminuye los efectos de un estímulo doloroso.

Tipos

Medicamentos

Los más comúnmente prescritos para una variedad de afecciones dolorosas, incluyendo las dentales y las relacionadas con las lesiones son:

> Hidrocodona

> Oxicodona

> Morfina

> Codeína

> Fentanilo

Ilegal

La heroína es una droga sumamente adictiva que se procesa a partir de la morfina, una sustancia que se da en forma natural y se extrae de la vaina de las semillas de ciertas plantas de amapola.

En su estado más puro se puede aspirar o furmar; la impura se disuelve, y se inyecta en una vena, un músculo o en forma subcutánea.

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