¿Correr o caminar?

Correr no es mejor que caminar, y viceversa. La conclusión de este debate es que los beneficios son los mismos, todo depende de las metas que quieras lograr. 

Si deseas mantener tu peso a raya, lo recomendable es salir a correr, dice un estudio realizado por investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en California.

"Vale la pena repetir que, ya sea caminar o correr, (cualquiera) es más saludable que no hacerlo”
Paul Williams Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley

Correr no es mejor que caminar, y viceversa. La conclusión de este debate es que los beneficios son los mismos, todo depende de las metas que quieras lograr. 

Si deseas mantener tu peso a raya, lo recomendable es salir a correr, dice un estudio realizado por investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en California.

En la investigación, publicada en abril de este año en la revista científica Medicine & Science in Sports & Exercise, se analizaron los datos de una amplia encuesta nacional, en la que participaron poco más de 15 mil caminantes y más de 32 mil corredores. 

Para este estudio, los investigadores evaluaron los cambios en el índice de masa corporal de los participantes durante un transcurso de seis años. También se reportó información respecto a su peso, la circunferencia de su cintura, el régimen alimenticio que llevaban y la frecuencia de su entrenamiento, así como sobre la velocidad y los kilómetros que recorrían a la semana. 

Los corredores no solo eran más delgados que los caminantes cuando comenzó el estudio,  también se encontró que con el paso del tiempo, quienes corrían mantuvieron mejor su peso que quienes practicaban caminata.

¿La razón? Los resultados de otro estudio publicado el año anterior en el Journal of Obesity, los cuales apuntan al efecto inhibidor del apetito que tiene el hecho de correr. 

Pero la caminata también tiene sus beneficios. Una investigación publicada en abril de este año en Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology reveló que los caminantes que en una hora gastaron la misma cantidad de energía al día que los corredores, redujeron el riesgo de enfermedades cardiacas en más del 9 por ciento. El riesgo de quienes corrían fue de 4.5 por ciento. 

“Las personas siempre están buscando una excusa para no ejercitarse, pero ahora tienen una opción sencilla de caminar o correr e invertir en su salud futura”, dijo Paul Williams, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, al diario británico The Guardian. 

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