Así fue la segunda edición del Festival Camino de las Ánimas. Foto: Reporte Índigo

Con mucha vida, Lagos de Moreno conmemora el Día de Muertos

Así se celebró la segunda edición del Festival Caminos de las Ánimas 2023. Con teatro, danza y mucha música, los asistentes recordaron a sus seres queridos

La calles de Lagos de Moreno se visten de colores y luces. Flores de cempasúchil, papel picado, catrinas y velas encendidas embellecen este pueblo mágico, en el que ocurre la segunda edición del Festival Camino de las Ánimas.

El llamado lo hace la música del Marichi. Guitarras, violines y trompetas suenan. La fiesta inicia y la gente baila bajo un túnel de luces en el Jardín de los Constituyes. El viento sopla y el papel picado se mueve al compás de las canciones. La procesión está por iniciar.

Música para celebrar 

Las calles de Lagos de Moreno serán recorridas por los visitantes y lugareños. El mariachi deja de cantar para darle paso a la música norteña de los Pilos Band “Norteño Periquitos”. Con sombreros, pantalones blancos y camisas moradas, comienzan a tocar. La gente lo sigue mientras contonean sus caderas, es imposible no dejarse llevar por sus canciones.

“La media naranja”, “La Yaquesita”, “Tamarindo”, “Camaleón”, “La cumbia de mi rancho” y “El moño colorado”, son algunas de las canciones que acompañan a los caminantes. Los norteñas canta y la gente baila. Esto es una fiesta, porque aquí, en Lagos de Moreno, así se recibe a la muerte.

El camino 

La primera parada se hace en el Palacio del Ayuntamiento. Ahí se colocó un tapete florar alusivo a la festividad y una gran ofrenda. Las familias entran, se sorprenden y toman fotos, reconocen el trabo realizado y quieren inmortalizarlo. ¿Quién lo hizo?, pregunta una señora, a lo que responde emocionado un joven vestido de negro con la cara pintada de calaca: “Fuimos todos”.

La procesión continúa y la música no para. Falta camino por recorrer y actividades que disfrutar. Se hace otra parada, la gente se acomoda alrededor de La Catrina, quien invita a unas escaramuzas a presentar a sus caballos y contar un poco de su tradición, de su vestimenta, de su historia.

En la Plaza “Mariano Azuela” se detiene otra vez la procesión. Todos se acomodan alrededor, porque la función va a empezar. “La decapitada de la venta de Santa Helena”, una de las leyendas laguense más importante, será representada. La historia comienza y conmueve a los presentes. Los aplausos aparecen y la actriz agradece.

Hacia el Mictlán

El camino sigue, ahora se sabe que el destino final será el “Mictlán”, el inframundo mexica, aquel lugar de descanso eterno para las almas de quienes se adelantaron y serán recibidos por los dioses prehispánicos. En Lagos de Moreno fue construido en el Jardín de San Felipe.

Antes del arribo, las calles son tomadas por alumnos del Instituto Alfonso de Alba, quienes bailan “Los diablitos”, mientras la gente camina detrás de ellos. Vestidos de negros y con máscaras, estos jóvenes contagian su alegría; sus pasos son firmes.

Por fin se llegó al Mictlán, en donde varias ofrendas dedicadas a las tradiciones prehispánicas fueron colocadas. La intención es enaltecerlas y evitar que el tiempo y el desinterés las borren. Aquí la fiesta continúa, pero ahora con danzas tradicionales prehispánicas.

Si bien el programa ha finalizado, la verdadera fiesta está por comenzar, los fieles difuntos están por llegar para acompañar a sus familiares y degustar de los platillos que se les pusieron en las ofrendas. Lagos de Moreno celebra la muerte con mucha vida, con mucha música y mucha fiesta.