Con los días contados
En realidad no hace mucho tiempo que teníamos que memorizar los números de teléfono de nuestros amigos y familiares, o en el peor de los casos, anotarlos en una pequeña agenda.
Hoy en día las cosas han cambiado de manera drástica, los smartphones forman parte de nuestra “memoria externa” y hacen el tedioso y “sucio trabajo” de memorizar cada número, pero esta secuencia de cifras tiene los días contados y su sustituto será muy simple: el nombre de la persona.
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Empresas como Facebook quieren que en un futuro muy cercano llamemos a entidades y personas, no a números
El número de teléfono no tiene ningún significado para el usuario, sino que es un proceso que trabaja en segundo plano”
Con la llegada de los smartphones, el proceso de comunicación ha cambiado y ahora es el móvil quien hace el trabajo sucio de memorizarel número
En realidad no hace mucho tiempo que teníamos que memorizar los números de teléfono de nuestros amigos y familiares, o en el peor de los casos, anotarlos en una pequeña agenda.
Hoy en día las cosas han cambiado de manera drástica, los smartphones forman parte de nuestra “memoria externa” y hacen el tedioso y “sucio trabajo” de memorizar cada número, pero esta secuencia de cifras tiene los días contados y su sustituto será muy simple: el nombre de la persona.
Sí, las grandes combinaciones numéricas serán cosa del pasado o ¿es que acaso recuerdas en realidad los números de tus amigos o familiares? Ahora sólo basta con buscar el nombre de la persona y ni siquiera hay la necesidad de ver el número ligado a ella, ¡sólo un clic y ya suena!
Y siendo así ¿tiene realmente sentido que sigamos manteniendo los números de teléfono?
La evolución de la comunicación
El mundo de la comunicación entre las personas está viviendo una profunda transformación: la llegada del servicio de mensajería WhatsApp, y otros similares, sentenció a una muerte segura a los SMS. También asestó un duro golpe a las llamadas, que resisten como último recurso para contactar con el usuario.
Pero aquí no termina la evolución en la forma de comunicarnos puesto que los mensajes de texto dieron paso a las videollamadas y las aplicaciones de mensajería comenzaron a soportar también las llamadas de voz en HD (High Definition).
Facebook es la empresa que concentra el mayor número de usuarios activos al mes del planeta en aplicaciones de mensajería, y es precisamente este gigante quien quiere liderar la transformación de la comunicación interpersonal.
El responsable de Messenger, Stan Chudnovsky, asegura: “En el futuro tú deberías ser capaz de simplemente llamarme a mí” y da por muerto al número telefónico.
Se trata, en definitiva como el DNI: todo el mundo tiene uno, pero para contactar con la gente no es necesario saberlo, ya que basta con el nombre y el apellido.
Una muerte anunciada
La apuesta de la compañía por la comunicación es tan clara que ya no es necesario darse de alta en Facebook para usar Messenger: basta con el número de teléfono.
Y sorprende descubrir que nos costará encontrar algún conocido o familiar que no la tenga si efectuamos una búsqueda con el nombre con la propia aplicación.
En este sentido, David Markus, también directivo del equipo de Messenger, habló a comienzos de año del fin del número de teléfono y aunque nadie quiere aventurarse a una fecha clara, por sus palabras, 2016 es el año de partida de un cambio en el que entre los usuarios únicamente será necesario acceder al nombre para ponerse en contacto.
Por otro lado, ya no sólo se utiliza un dispositivo, sino que es fácil que la misma persona esté en el tablet o el ordenador y desee contactar con sus allegados desde esos dispositivos sin necesidad de contar con una SIM. La misma llamada que se efectúa desde el móvil se podrá responder indistintamente desde un ordenador o tableta.
Apple es otro de los grandes que apuesta por potenciar la intercomunicación basándose únicamente en la identidad del usuario y en este sentido basta con un solo toque en el contacto para establecer una llamada por su plataforma de -y vídeo FaceTime.
Cifrados curiosos
Los dos números telefónicos más costosos de los que se tenga registro en la historia son el 666-6666, vendido en Qatar por nada menos que 207 millones de dólares, y el número 888-8888, cuyo titular chino lo compró por 280 millones de dólares. Steve Wozniak, cofundador de Apple, fue dueño de este último y lo vendió en 600 mil dólares por estar harto de las llamadas de broma.Se trata, en definitiva como el DNI: todo el mundo tiene uno, pero para contactar con la gente no es necesario saberlo, ya que basta con el nombre y el apellido
