Claudia Piñeiro reconoce que El tiempo de las moscas es una de las novelas que más le ha costado en muchos aspectos. Foto: Especial

Claudia Piñeiro reflexiona sobre la importancia de las nuevas familias y la sororidad en su novela “El tiempo de las moscas”

Claudia Piñeiro presenta su nueva novela El tiempo de las moscas, donde retoma la historia de Inés 18 años después de la publicación de Tuya. La autora explica qué la llevó a publicar esta secuela y qué hay en esta nueva trama que inicia con la salida de la protagonista de la cárcel

La escritora Claudia Piñeiro se siente una mujer con suerte. Afortunada de tener muchos lectores, de haber conseguido muchos premios que la honran y de que varias de sus novelas hayan sido llevadas al cine, por lo que, por ahora, su mayor anhelo es seguir escribiendo y contando historias.

Piñeiro, quien nació en 1960 en Argentina, recuerda lo que escribió Edward Said en su ensayo Sobre el estilo tardío. El escritor palestino asegura que tanto músicos como escritores en la última etapa de su producción se dividen en dos: los que empieza a armar lo que será su obra completa, su mausoleo que llegará a los que siguen, y los que sigue tratando de escribir cosas diferentes y buscando nuevas historias, aunque les salgan mal.

“Yo creo que estoy cerca de elegir para dónde ir”, confiesa la autora, quien está presentando su nueva novela, El tiempo de las moscas (Alfaguara, 2023), en la que continúa con la historia de Inés que inició en 2005 con su novela Tuya.

La protagonista consigue su libertad y, al igual que ella, la sociedad a la que regresa ha cambiado, las luchas feministas han logrados cambios e Inés tendrá que adaptarse a ellos. Sin familia ni amigos, sólo contará con “la Manca”, compañera expresidiaria. Juntas enfrentarán este nuevo mundo.

Cuando Piñeiro escribió Tuya no estaba en sus planes tener una secuela, con Inés en la cárcel por el asesinato de la amante de su marido la historia se acababa; sin embargo, el tiempo, una pandemia, amigos y lectores, la llevaron por otro rumbo.

“Guillermo Martínez, quien es un escritor argentino amigo mío, había dado un curso en Estados Unidos de varias novelas anteriores mexicanas, entre ellas Tuya, y me dijo ‘vos tenés que seguir con este personaje’. En ese momento, que fue varios años atrás, le dije ‘¿te parece, Guillermo? Inés está en la cárcel y no está muy fácil de seguir’ a lo que me respondió ‘no, tenés que hacer como hace Patricia Highsmith, que nosotros queremos saber qué pasa con Mr. Ripley por más que él haya matado a alguien, que sea un estafador, un informador, etcétera”, recuerda la escritora, en entrevista con Reporte Índigo.

Esa propuesta quedó ahí. Con la pandemia, Claudia revisó cosas, recordó las palabras de Martínez, hizo cálculos y descubrió que ya había pasado el tiempo suficiente para que Inés saliera de la cárcel. Fue ahí cuando le atrajo más la historia.

“No hubiera podido escribir una novela carcelaria, porque no conozco ese mundo, me hubiera sido muy difícil; por otra parte, cuando empecé a pensar que esta mujer, Inés, que en la primera novela era machista, conservadora, muy ajustada a lo que se supone que tiene que ser una mujer para el patriarcado que sale 15 años después a un mundo que todos esos términos se revirtieron o por lo menos las mujeres pateamos el tablero y ya no es todo como ella pensaba, me atrajo mucho más, era como ponerla frente al conflicto”, explica la autora.

Una mujer del aquí y el ahora

Claudia Piñeiro reconoce que El tiempo de las moscas es una de las novelas que más le ha costado en muchos aspectos. Por ejemplo, en Tuya, Inés hablaba todo el tiempo a través de un monólogo interior que tenía mucho de humor; sin embargo, esos chistes, ya no causarían gracia. “Quería conservar el humor de Inés, pero tenía que traerlo al aquí y ahora también”, dice.

Por otra parte, en la primera novela casi todo transcurría en la cabeza de la protagonista, espacio que ya no era suficiente para contar la historia de esta segunda entrega, por eso se le ocurrió el recurso de incorporar el coro, que es como expandir la cabeza de Inés a muchas otras mujeres hablando juntas sobre esos temas.

“Pasar de una primera persona del singular que se conserva en esta novela, pero incorporar una primera persona del plural, esos fueron los cambios, digamos estructurales o cambios estilísticos que necesité”, platica la autora.

En la trama, Piñeira reflexiona sobre las nuevas familias y la importancia de la sororidad, temas que le apasionan, por las posibilidades de romper con “estructuras predeterminadas” socialmente, que se creen que sólo pueden ser de cierto modo.

“Es como de ‘vamos para acá todos juntos, aunque sea un desastre’, como le pasaba a Inés en la primera novela, donde su familia era toda una ficción. Ella sale de la cárcel con ‘la Manca’ y están solas perdidamente del mundo. No tienen mucha familia, sobre todo Inés, pero se tienen una a la otra, tienen una amistad muy honesta, pero a su vez son familia, de nuevo arman una familia, donde una de la ayuda a la otra en sus tareas, mientras una fumiga, la otra es investigadora privada”, describe la autora.

Además, “la Manca” acompaña a Inés en su crecimiento, por lo que no solamente es una cuestión de compañía y laboral, sino que también la espera el tiempo que necesita para que vaya haciendo los cambios y las evoluciones necesarias.

“Me parece que, como decís vos, es una nueva forma de pensar la familia, ellas se quedaron sin familia, salen a un mundo donde no las están esperando como expresidiarias con las manos abiertas para pasar de trabajo y amistad, pero se tienen una a la otra, y ahí sí sobreviven”, afirma Claudia.

Las moscas están presentes

Durante la pandemia, Claudia Piñeiro vio que se ofrecía en Internet un curso de entomología forense en una universidad de Argentina, la Universidad de Río Negro. El objetivo era el estudio de los insectos aplicados a la resolución de crímenes, lo que le pareció fascinante.

“Yo ya había hecho otros cursos de cuestiones forenses para saber algunas cosas que necesitaba para las novelas que había escrito, pero en este caso lo que me parecía fascinante es que la vida se metía en la muerte para explicarnos la muerte”, cuenta la autora.

Existen múltiples datos que infieren los forenses a partir de que a un cadáver se metió la vida de los insectos, así que eso le ayudó dentro de la historia para reflexionar a partir del trabajo de fumigador que tiene la protagonista de a quién se puede matar y a quien no.

Llegará a Netflix

La plataforma de streaming anunció en uno de sus eventos en Buenos Aires, Argentina, que produciría una serie basada en Tuya y El tiempo de las moscas, de Claudia Piñeiro. La autora dice que aún no han empezado, pero que se comenzará a grabar en un plazo breve.

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