2+2=¿4?

“Tu sabes que esto pasaría Winston, no trates de engañarte, siempre lo supiste”, es lo que O’Brian le pronuncia a Winston Smith, protagonista de “1984”, momentos antes de ser despojado de su identidad, de su libre pensar, de su voluntad ante la vida.

La novela distópica de George Orwell escrita en el año 1948 y publicada un año más tarde, marcó un antes y un después en la literatura, estableciendo parámetros sociales e ideológicos que a casi siete décadas de ver el mundo parecen hacerse realidad.

“Tu sabes que esto pasaría Winston, no trates de engañarte, siempre lo supiste”, es lo que O’Brian le pronuncia a Winston Smith, protagonista de “1984”, momentos antes de ser despojado de su identidad, de su libre pensar, de su voluntad ante la vida.

La novela distópica de George Orwell escrita en el año 1948 y publicada un año más tarde, marcó un antes y un después en la literatura, estableciendo parámetros sociales e ideológicos que a casi siete décadas de ver el mundo parecen hacerse realidad.

Todos conocen el concepto del Gran Hermano (Big Brother) el cual fue prostituido por la compañía Endemol en 1999 con su absurda versión de totalitarismo convertida en reality show, pero la gente sigue en la ignorancia, sin conocer lo que verdaderamente es esa entidad vigilante que todo lo observa sin descanso.

De la obra literaria de Orwell se desprende una ficción que resulta en la peor pesadilla de cualquier persona de libre albedrío, un Estado en el que existe un control absoluto de sus habitantes, inclusive sobre su libertad, sobre sus sueños, sobre sus anhelos personales.

Es así como no pueden escapar de ese ojo omnipresente, de ese Gran Hermano que siempre vigila, que todo lo rige, que todo manipula, que si el día de mañana decide que dos mas dos es cinco, y no cuatro, será cinco y nunca mas cuatro.

La visión descarnada de Orwell llegó al cine el mismo año que él había pensado en el que ocurriría esta distopía, fue el cineasta Michael Radford quien se encargó de crear esta perversión audiovisual protagonizada por John Hurt y Richard Burton en los papeles respectivos de Winston Smith y O’Brien.

Radford llegó a tal nivel de obsesión que filmó la película los mismos días en los que Winston fecha su diario, el propósito era hacer un largometraje de ciencia ficción naturalista.

La cinta da un reflejo auténtico del libro de Orwell, manteniendo una fotografía sucia y deslavada, teniendo la música del duo Eurythmics y el compositor Dominic Muldowney, planteando un mundo alterno donde el proletariado es subyugado por el poder absoluto de su gobernante.

Orwell tal vez no lo hizo d emanera intencional, pero su obra y filosofía son los pilares de otras grades obras literarias, cinematográficas y grá- ficas del siglo XX y XXI, sólo basta reconocerse en las letras inmortalizadas en “1984”.

-¿Recuerdas haber escrito en tu diario ‘La libertad es la libertad de decir dos más dos es igual a cuatro’? –pronuncia O’Brien.

-Sí.

-¿Cuántos dedos ves Winston?

-Cuatro.

-Si el partido te dice que no son cuatro sino cinco, ¿cuántos son?

-Cinco.

Winston es torturado y grita de dolor.

-No, eso no sirve, porque estás mintiendo ¿Cuántos dedos son por favor?