Adolescentes son arriesgados por deseo de explorar y no por déficit cerebral, asegura investigación

Una investigación de la Universidad de Pensilvania señala que los adolescentes son impulsivos debido a que desean explorar lo desconocido para adquirir experiencia

Un nuevo estudio desafía la teoría de que los adolescentes son impulsivos y arriesgados por el lento desarrollo de la corteza prefrontal y su conectividad débil con las regiones de recompensa del cerebro.

El estudio, coordinado por Daniel Romer, director de investigación del Centro de Políticas Públicas de Annenberg de la Universidad de Pensilvania, determina que gran parte del mito en torno al desarrollo de la corteza prefrontal es una mala interpretación del comportamiento exploratorio de los adolescentes, debido a que estuvo marcada por estereotipos sobre cómo asumen los riesgos los adolescente.

En contraste, la sugerencia de la investigación es que lo más cercano a la impulsividad adolescente es un comportamiento que se guía por el deseo de aprender sobre el mundo, y es eso lo que explicaría la impulsividad y falta de control en ciertas situaciones de los adolescentes.

“No hace mucho tiempo, la explicación del comportamiento adolescente era la furia de las hormonas”, explica Romer. “Los neurocientíficos se apresuraron a interpretar lo que parecía ser una característica del desarrollo como evidencia de estereotipos. Pero estos comportamientos no son síntomas de un déficit cerebral”, apuntó.

Los resultados señalan que las indagaciones científicas con respecto al desarrollo cerebro no toman en cuenta las implicaciones que tiene la toma de decisiones bajo un riesgo. Sin embargo detalla que las experiencias novedosas y emocionantes forman parte de una ‘búsqueda de sensaciones’, mismas que alcanzan un punto máximo en la adolescencia, sin que dicha búsqueda contribuya necesariamente a que los jóvenes sean más propensos a sufrir problemas de salud como algunos tipos de adicciones.

Los investigadores señalan que el aumento del neurotransmisor dopamina en la adolescencia puede ser el mayor motivante de la búsqueda de sensaciones, no entendiendo por esta razón que los jóvenes vivan de una manera desenfrenada; pues, aseguran, que la dopamina también respalda la capacidad del cerebro para ejercer mayor control y aprender de la experiencia.

“Lo que sucede es que los adolescentes carecen de experiencia”, dice Romer. “Así que están probando cosas por primera vez, como aprender a conducir.

“También están probando drogas, decidiendo qué ponerse y con quién pasar el rato. Para algunos jóvenes, esto genera problemas. Pero cuando intentas cosas por primera vez, a veces cometes errores. Los investigadores han interpretado esto como una falta de control cuando para la mayoría de los jóvenes, es solo exploración “, afirma el investigador.

EXPLORANDO PARA ADQUIRIR EXPERIENCIAS

La razón por la cual los adolescentes exploran y buscan novedades es para construir experiencia, lo que los prepara para tomar decisiones difíciles en un futuro, aseguran los investigadores de la Universidad de Pensilvania.

El modelo, explica que gran parte del aumento aparente de la toma de riesgos en la adolescencia responde a “una necesidad adaptativa de adquirir la experiencia necesaria para asumir roles y comportamientos adultos”, de acuerdo con el estudio.

Producto de las experiencias, ya sea negativas o positivas adquiridas con la toma de riesgos, lleva a la madurez, en la que los adolescentes deben enfrentar se decidir en qué compañía van a emplearse, si deberían o no casarse en cierto momento, qué tipo de auto comprar o si adquirir una deuda a mediano o largo plazo.

El estudio coordinado por Romer, contó con la participación de los institutos sobre el Abuso de Drogas, de Cáncer, de Investigación en Enfermería, de Alimentación y Agricultura, y el de Salud Mental de los Estados Unidos.