La película El Círculo, protagonizada por Emma Watson y Tom Hanks, habla sobre una compañía de tecnología y redes sociales que busca minar los datos de millones de personas en el mundo.

Secuestrados por el SEO

A inicios de la semana trascendió en redes sociales que El Universal publicó una nota en su página web con el título “Alejandro González Iñárritu está desaparecido”, evidentemente esto era un clickbait, término coloquial para denominar que el medio periodístico sólo buscaba que los cibernautas entraran a su sitio virtual para encontrarse con información parcialmente […]

A inicios de la semana trascendió en redes sociales que El Universal publicó una nota en su página web con el título “Alejandro González Iñárritu está desaparecido”, evidentemente esto era un clickbait, término coloquial para denominar que el medio periodístico sólo buscaba que los cibernautas entraran a su sitio virtual para encontrarse con información parcialmente cierta, o sea, una manera fácil y práctica de estafarnos, quitándonos nuestro tiempo, pero alimentando el morbo.

Actualmente, el encabezado cambió a “Alejandro González Iñárritu está ‘desaparecido’ por gusto”, obviamente, algunas personas se llevaron alguna reprimenda, pero
el daño ya está hecho.

¿A qué viene esto? Que en este presente, todos los medios viven secuestrados por algo llamado Search Engine Optimization, o SEO, o lo que es conocido en español como Posicionamiento en buscadores, o sea, pelear precisamente eso, el click, las vistas, las impresiones y el tiempo que cada internauta le dedica a una página web.

Entonces, vivimos dominados por las tendencias, hostigados por los algoritmos, amordazados por lo que dicta el SEO, reglas tan viejas como el mismo internet, y ahora el gran cómplice es Google, al ser el mayor motor de búsqueda en toda la red.

En 2017 se estrenó una película que pasó desapercibida, incluso, se podría decir que fue sepultada, tanto por la crítica como por los cinéfilos: El Círculo, protagonizada por Emma Watson y Tom Hanks, que trata de una compañía de tecnología y redes sociales (como si metiéramos en una licuadora a Apple, Google, Facebook y cualquier otra que se les ocurra) que busca a toda costa minar los datos de millones de personas en el mundo, pero de manera “Friendly”, ¿les suena esto?

Entiendo por qué la cinta no agradó, a nadie le gusta que le digan sus verdades en la cara, menos desde la ficción, pero seamos realistas, ¿alguien recapacita y piensa en los miles de zettabytes, que digo zettabytes, ¡quettabytes! que se generan anualmente en basura informática almacenando, intercambiando o enviando videos, fotos, correos electrónicos, videollamadas, y más información por internet?

Es bien sabido que Google discrimina cierta información de búsqueda, por más que intentemos indagar o queramos encontrar ciertas páginas web, nunca saldrán, menos si solo usamos la barra donde antes se insertaban las direcciones web y ponemos frases como “Ke es la dark web?” (sí con todo y errores de escritura y puntuación), cuando lo que deberíamos hacer es entrar a un motor de búsqueda directo, y desde ahí, empezar a navegar.

Vivimos en la época de mayor comunicación e hiperconectividad, sin embargo, usamos el internet para perder horas viendo videos, sin averiguar en conocimiento que importe, todo porque nos dejamos regir por lo que dicta lo #Trendy.

Para acabar el 2022, me parece de suma importancia que la Fundéu denominó como palabra del año «inteligencia artificial», algo que definitivamente marca nuestro presente, pero también el futuro.