El gobierno federal anunció a inicios de abril un acuerdo para la compra de 13 plantas de generación de electricidad de Iberdrola. Foto: Dreamstime

¿Se van, se quedan o se esperan?

En abril, fuimos testigos de una transacción muy importante en el sector eléctrico que detonó comentarios desde una gran jugada por parte del ejecutivo federal hasta el peor negocio del gobierno

Por Alejandro Montufar*
@HeluJimenez
*CEO en PETROIntelligence

En abril, fuimos testigos de una transacción muy importante en el sector eléctrico que detonó comentarios desde una gran jugada por parte del ejecutivo federal hasta el peor negocio del gobierno y para el medio ambiente, y de paso, para el ciudadano. El gobierno federal anunció a inicios de abril un acuerdo para la compra de 13 plantas de generación de electricidad de Iberdrola.

Inmediatamente, se escuchó un mensaje de nacionalización al estar en la transacción involucrado el banco nacional NAFINSA y ser CFE quien estaría operando dichas plantas. A este mensaje, le siguieron los siguientes: i) Iberdrola vendió sus plantas para salirse del país por la desconfianza en el gobierno; ii) es una mentira la nacionalización, ya que el dueño es el fondo privado MIP, y iii) CFE tendrá mayores costos de operación al ser más ineficiente que Iberdrola.

La realidad parece ser más bien un punto intermedio, si se consideran todos los elementos existentes: i) MIP está relacionado amistosamente con SHCP, ii) ¿Qué es mejor, comprar con tu presupuesto y operar, o “comprar” con dinero prestado y operar?; iii) Iberdrola mantiene activos en el país; iv) la Asociación Mexicana de Energía aplaudió el acuerdo con Iberdrola, confiando en que se cumplirá la promesa de detonar inversión privada en el sector renovable, y vii) ¿es creíble un fondo privado con participación canadiense y de la banca mexicana financiando un futuro negocio con pérdidas?

Lo que sí sabemos es que no se trata de una nacionalización, pero no sabemos si los términos comerciales mejorarán para CFE: antes, compraba a cierto precio dicha energía generada por Iberdrola con plantas de su propiedad, ahora, dicha energía será generada por CFE con plantas que no son de su propiedad, si no de un fondo.

Es común escuchar en estos años, mensajes de desconfianza hacia nuestro país no sólo en el sector eléctrico sino también en el sector de petrolíferos, donde destacan estos últimos: i) arbitraje internacional por verificaciones dirigidas; ii) 33 marcas de combustible salen del país (pero sus empresas no salieron, siguen operando con otra marca), y iii) Total sale de México (pero desmintió dicha información a pesar de sí estar perdiendo una cantidad importante de estaciones ante otros proveedores, guiño a Valero).

Valero, con gran fuerza y ritmo, integrándose a México, y Mobil, Chevron y Arco siguen creciendo, aunque a una velocidad lenta. Permisos para marcas no PEMEX emitidos al final del 2022. Nuevos proyectos del gobierno federal, insignia de GNL con socios privados de los EUA. ¿Participación privada, pero con rectoría del Estado? ¿Sí, pero no?

Una situación compleja para la iniciativa privada en la generación, producción e importación en el ámbito federal, ya que el principal elemento de definición que era la rectoría del Estado se exacerbó por la pandemia y la crisis energética que le ha seguido. No sólo en México sino en todo el mundo; basta con leer el último mensaje del G7 donde se pone en el centro de la discusión los intereses nacionales de cada país.

Dicha importancia también se ha reflejado en el expendio, comercialización, distribución y transporte (y también generación eléctrica), sin embargo, con un tinte particular, el de la CRE. El 2022 cerró con resultados alentadores para dichas actividades, pero este año ha empezado con mensajes mixtos:

  1.  Ningún permiso de expendio distinto de PMX; ii) sinfín de rechazos para todas las actividades; iii) un acuerdo de prelación de trámites rezagados y de límite de trámites por mes; iv) un 1er pleno post-acuerdo con atropellos al no respetar el acuerdo; v) un 2do pleno con 20 rechazos para GLP, y ningún permiso para estación de servicio, y vi) un 3er pleno post-acuerdo “extraordinario” sólo para rechazar un permiso de generación de electricidad con participación de un gobierno estatal y un mensaje público de un nuevo comisionado 2023 de: todos los proyectos que quieran hacer cualquier de los gobernadores deben tener el VoBo de la SENER. ¿Hasta el permiso más sencillo?

¿2022 sólo fue un sueño efímero? ¿Rectoría FEDERAL o NACIONAL de la SENER? ¿Sistemas energéticos aislados de aquellos de las empresas productivas del estado? ¿Se van, se quedan o se esperan a ver cómo se ordena el sector?