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Salcido y Osorio, triunfadores

Esto se traduce en el atractivo indispensable, para después, como al Hijo Pródigo, regresarlos caros y hasta fracasados para cobijarlos, darles una segunda o tercera oportunidad aún y a pesar de que la mayoría regresan con un nivel mucho más bajo del que mostraban al salir de México y no vuelven a rendir ni a alcanzar el nivel que les dio fama y hasta fortuna, ejemplos sobran, desde los recientes de Omar Bravo cuyo fracaso en Europa se prolonga con su triste paso por Tigres y ahora Chivas.

Esto se traduce en el atractivo indispensable, para después, como al Hijo Pródigo, regresarlos caros y hasta fracasados para cobijarlos, darles una segunda o tercera oportunidad aún y a pesar de que la mayoría regresan con un nivel mucho más bajo del que mostraban al salir de México y no vuelven a rendir ni a alcanzar el nivel que les dio fama y hasta fortuna, ejemplos sobran, desde los recientes de Omar Bravo cuyo fracaso en Europa se prolonga con su triste paso por Tigres y ahora Chivas.

Gerardo Torrado, hay que reconocerlo, no solo recuperó nivel sino hasta lo ha superado, pero allá la verdad le fue mal. 

El mismo caso para  Cuauhtémoc Blanco, Paco Palencia o Jared, que a sus regresos superaron todo lo antes alcanzado aquí y allá.

Los que fracasaron ruidosamente como Kikín, Manuel Vidrio o Carlos Ochoa entre los nacionales o los casos de Vicente Sánchez, Aquivaldo Mosquera o  “Chupete” Suazo, que si bien la iba haciendo en el Zaragoza, los directivos quiseron pasarse de listos con Rayados ofreciendo cacahuates por el chileno y Christian Benítez, que de Europa nada más se trajo unas fotos, sólo por mencionar a algunos.

 México los exporta baratos y practicamente les garantiza el regreso incondicional pagándole a los clubes europeos precios más altos por la repatriación, que por cierto nadie acepta reconocer como fracasos, todas son “experiencias positivas”, aunque no jugaran ni la tercera parte de los minutos, algo asi como darles oro por sus espejitos.

Carlos Salcido y Ricardo Osorio

Carlos llega a Europa por la puerta de Holanda, el PSV Eindhoven y de inmediato se hace de la titularidad y dueño absoluto de su territorio aún y a pesar de que su representante lo dejó practicamente abandonado la primera semana sin conocer idioma ni costumbres. Después de triunfar en Holanda emigra al Fulham de la Premier Inglesa, triunfando por los cuatro costados.

Su regreso no pasa por lo futbolístico sino por presiones familiares pero lo hace como lo que es, un triunfador.

Ricardo Osorio llega al Stugartt después de su gran Mundial 2006 bajo la batuta de Ricardo Lavolpe, ahí se adapta junto con Pavel Pardo y se adueñan de la titularidad alcanzando incluso el título de la Bundesliga. Ya en su última temporada lo habían rebasado y era un constante en la banca, así que lo promueven en México. Monterrey va por él y en este caso sí nos mandan uno a precio de oro, pero desquita con creces la inversión. Hoy está recién operado después de un par de magníficas temporadas.

Como coincidencia feliz de estos dos triunfadores, nunca habían sido campeones en Mexico , Ricardo con Cruz Azul y Carlos con Chivas, a su regreso ambos ya levantaron la Copa, Salcido con Tigres y Osorio con  Rayados

Pavel muy caro y ‘quemado’ 

Más adelante, cuando a Pavel se le acaba el gas europeo regresa sin pena ni gloria al América, muy caro, sin rendir y en un nivel mucho más bajo del que tenía al emigrar a Europa. La edad y el cansancio pudieron ser factores, pero aquí el gran perdedor fue el América, que lo pagó, como en la mayoría de los casos de repatriados, a precio de oro y se lo regresaron a nivel d espejitos.