En lo que va del 2023, el robo de combustible a los ductos de PEMEX se mantiene en 5.2 mbd que equivale a 5.7 mil millones de pesos. Foto: Puma Energy

Combustibles, no todo es el precio!

Los dos últimos años, la mayoría de los empresarios gasolineros han estado inmersos en una “guerra de precios”, tanto de compra como de venta. Algunos refieren que esta “guerra” se desató con el incremento de venta de producto ilegal

Por Rocío Robles Serrano
Consultora senior de Lobbying México
@RocioRoblesMx

Los dos últimos años, la mayoría de los empresarios gasolineros han estado inmersos en una “guerra de precios”, tanto de compra como de venta. Algunos refieren que esta “guerra” se desató con el incremento de venta de producto ilegal; ya sea huachicol fiscal o producto robado de PEMEX. Pero también por el incremento de las llamadas “mezclas”, que son “combustibles similares” cuya formulación no es exactamente igual al estandar establecido en la norma de calidad, NOM-016-CRE “Especificaciones de calidad de los petrolíferos”.

Esta diversidad de precios y calidades, ha desatado una reducción en el margen de utilidad de aquellas marcas que sí importan productos petrolíferos terminados, mismos que son refinados en TEXAS, para que desde el origen, cumplan con la calidad “mexicana”, en algunos casos hasta ya incluyen los aditivos.

El pasado lunes 23 de octubre se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Decreto Presidencial con el objeto de combatir el mercado ilícito de combustibles. El Decreto estableció la prohibición temporal de importación de productos petroquímicos que no son combustibles pero que se presume son utilizados para realizar mezclas y formular combustibles “similares”. También se tiene conocimiento de que este tipo de “importaciones” son una pantalla para importar gasolinas y diésel terminados, pero declararlos como otras mercancías bajo diversas fracciones arancelarias y así evadir el pago de impuestos. En el caso del diésel, algunos importadores declaraban “aceites bituminosos o minerales” pero en realidad era combustible. En el caso de las gasolinas, declaraban importar naftas para no pagar el total de los impuestos a los combustibles.

En el referido Decreto, se habla de un perjuicio a la Hacienda Pública de 64 mil millones de pesos, pero este agravio fiscal también ha tenido impacto en el precio de venta final de los mismos, ya que al no pagar impuestos, la oferta y el precio queda muy por debajo de los costos totales si se importara adecuadamente, forzando así a otros suministradores y expendedores, a “tirar” el precio, a manera de mantener precios competitivos y no perder tanto volumen de venta.

Esta reducción del precio hace que el margen de utilidad también se vea reducido o en algunos casos, hasta desaparezca, con tal de que ciertos comercializadores puede seguir manteniendo su participación en el mercado. Esto quiere decir que hay suministradores que con tal de no perder clientes, optan por ganar menos o incluso prefieren no ganar. Esta grave distorsión de mercado, se suma a la venta del huachicol, es decir, al robo de combustible a los ductos o terminales de PEMEX.

En lo que va del 2023, el robo de combustible a los ductos de PEMEX se mantiene en 5.2 mbd que equivale a 5.7 mil millones de pesos. Ese producto está llegando al público, ya sea porque se vende en las carreteras, al pie de la misma sin ningún control y a vistas de todos quien pase por ellas (incluyendo a las autoridades) o en algunas estaciones de servicio, que sin saber el origen, le llegan “comercializadores” con producto “barato” y con toda la trazabilidad. Hace poco el gerente de una estación en el estado de Guanajuato me platicaba que un día recibió la visita de un convoy del ejercito, de uno de los autos de guerra descendió una persona que se identificó con grado de Capitán y amablemente le ofreció combustible con “todas las de la ley”, le dijo que podían darle facturas y documentación de la trazabilidad.

Este México es en el que vivimos, donde la realidad no va alineada al discurso que afirma que “ya se acabó la corrupción” o que “ya se erradicó el huachicol”. La realidad es que, por el contrario, esto ha aumentando y se ha institucionalizado. Como lo dije al inicio, amable consumidor, en combustibles, no todo es el precio.