El regalo ideal de Santa sería traer acuerdos entre actores políticos y poderes en Nuevo León. Foto: Especial/Gobierno NL

Carta a Santa Regio

El perdón, el cariño y la paz reinan durante la temporada navideña... y aprovechando el actual escenario político en Nuevo León, éstas son mis peticiones para el Santa Regio

En estas épocas donde la nostalgia, el perdón y el cariño se apoderan de millones de familias en México y Nuevo León, decidí sumarme a escribirle una carta a Santa… pero al Santa Regio. Aquí van mis peticiones:

Deseo que los diputados y diputadas de Nuevo León trabajen y dejen trabajar, que se olviden de los intereses de sus partidos y sus caciques, y que ahora de verdad se enfoquen en los intereses del Estado. Que le hagan honor a la H. que está pegada por todos lados del Congreso, estoy seguro que muchos ciudadanos recibirían dichosos este regalo. ¿Se podrá, Santa?

A los alcaldes y alcaldesas de Nuevo León, que les lleguen los recursos que merecen y que sean usados para situaciones realmente prioritarias en sus municipios. Las posadas millonarias no solucionan los baches que padecen año tras año la gente que vive ahí y que a diario va esquivando una carrera de obstáculos al estilo Mario Kart. ¿Me lo prometes, Santa?

Para el gober y el Estado deseo que dejemos atrás los rencores y busquemos estrechar puentes entre todos los actores políticos, estoy seguro que el segundo año de su administración tiene todo para darle una nueva cara a Nuevo León, borrón y cuenta nueva. ¿Será posible, Santa?

Como según yo me porte muy bien, me animé a pedir un cuarto deseo: Un Fiscal ciudadano, apolítico y 100 por ciento técnico. No me lo traigas color priista, ni azul panista, tampoco uno naranja ni guindo viejo, los colores no hacen justicia pareja, solo buscan ajustar cuentas y revanchas entre ellos, los ciudadanos comunes y corrientes lo hemos sufrido por décadas. ¡Este sí te lo encargo mucho, Santa!

Y por último, a ti que me lees en este espacio semanal, deseo que la salud y el amor llenen tu vida y la de tu familia. Lo deseo también para nuestros políticos y gobernantes, lo que pasa en la cancha se queda en la cancha, todos merecen disfrutar estos días en familia, unidos y dispuestos siempre a ser mejores personas.

Que la crítica de esta pluma y el análisis de mi conciencia, sirvan para aportar mi granito de arena para que todos, desde la trinchera que nos toque, le sumemos al Estado que nos ha dado todo y al que poco le hemos devuelto.

Con profunda sinceridad, César.

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