El traer a Nuevo León agrupaciones multidisciplinarias en cuanto al arte y cultura es justamente para motivar. Foto: Facebook @labnuevoleon

A propósito de encuentros culturales

El traer a Nuevo León agrupaciones multidisciplinarias en cuanto al arte y cultura es justamente para motivar: a crear, a inspirar, a promover, a incentivar más arte y más cultura

La efervescencia de las encuestas han sido la mancuerna perfecta para distraer las mentes de los gobernados; cada vez se irritan más los fanáticos cuando se opina diferente respecto a los suspirantes a la presidencia de este país que va cayendo a pedazos; acostumbrado el caos, la violencia, la carencia de justicia nada expedita y persecución política, más los despilfarros de los recientes días en que las ondas transformacionales como el show de la casa de los lerdos, más los reality cero ficción en la calle y centros sociales: homicidios captados en cámara donde la ultraviolencia rige y a su vez alimenta el ego del protagonista de las mañaneras, que se hace más sordo que ciego por no decir: Usted tiene la palabra.

Ver el cartel del macroplaza festival, produce una acidez y un hedor a ignorancia, esa misma que promueve agrupaciones con letras precisas y sencilla elocuencia de las desventuras a las que aspiran muchas personas con ánimos de salir adelante demostrando ser el más cabrón del barrio. El más bravucón, borracho, vago, envidioso que seguro entona: vida ventajosa de los dos hermanos.

Es esencialísimo saber cuál será la justificación de gastar por encima de invertir en la cultura regiomontana, será que se espera influir o motivar a las nuevas generaciones con algo efímero que les dejará un incentivo a corto plazo… Y no lo que se lograría con un taller, una capacitación, una promoción que incentive la creatividad. ¡Da igual!

La interrogante a todo esto es: ¿Conarte invierte en calidad? ¿De qué manera propicia la Secretaría de Cultura el desarrollo humano, cultural y económico del estado? ¿De dónde viene esta desproporción ideológica sin sentido, disparatada de esta generación de servidores públicos de la cultura? ¿Dónde está la antropología?

Y si es por moda, fanatismo, morbo, facilidad, contraprestación, favoritismo: es de recordar que el ser popular no significa que es mejor. Lo vulgar caduca rápido, la incultura que representan estos nuevos famosillos es superflua y será fugaz.

Pero también hay otros ejemplos de eventos musicales bien logrados y provocadores para los que están dentro y alrededor del arte y la cultura en Monterrey, incluyendo el ambiente 100% familiar que alardean de serlo los genios anfitriones de tremendo festivalón.

Pero no todos los organismos, partidos políticos y/o agencias gubernamentales promueven la desfachatez: algunos han hecho verdaderos espectáculos musicales, por ejemplo: el recuerdo de ese músico atemporal proto-reggaetonero “Big Boy” que fue contratado en el 94 a dar un conciertazo justo en la Macroplaza para el cierre de campaña de los candidatos Cecilia Soto y el “Jefe” Tomas Boy por el Partido del Trabajo. Una a la presidencia y el otro a la senaduría, y también esas memorables tardes de diversas expresiones culturales underground promovidas y llevadas a cabo en la CNOP, CROC y demás organizaciones de onda social.

La cultura y el arte nacen en el barrio, allí está el crisol. ¡Y los promotores lo saben! Otros más recientes que logra recordar la neurona son estos shows de otros organismos públicos que le han ganado el tiro a estas dependencias que despedazan la cultura.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado presentó en su festival “Interfaz” a la banda Sonido Gallo Negro en la Plaza Zaragoza, sin costo, allá en el 2018.

También el Centro Cultural Alemán ha mostrado en innumerables ocasiones propuestas vanguardistas, como cuando trajo en el 2017 a Michael Rother, uno de los pioneros de la escena Krautrock, de los años 70.

Y así podemos recordar bastantes de ellos; el traer a Nuevo León agrupaciones multidisciplinarias en cuanto al arte y cultura es justamente para motivar: a crear, a inspirar, a promover, a incentivar más arte y más cultura. Porque nunca es suficiente.

Por otro lado; no todo ha sido tan malo, un acierto recordado en un sondeo entre los que le saben; destacaron un recuerdo de un espectáculo musical que dejó a más de uno con el rostro sorprendido en aquel Festival Santa Lucía del 2016, que para gusto excéntrico y sobre todo de mundo, fue aquella vez que presentaron a la banda siberiana de la estepa mongola: Huun-Huur-Tu en la explanada del Museo de Historia Mexicana.

En fin: el rol de los verdaderos promotores culturales es insistir sin desistir; aunque los que dirigen estos rubros no lo quieran entender.

Y como es fascinante para todes, se preguntará entonces: ¿Cómo funciona la cultura esta semana en Monterrey? Entre danzas, cine, exposiciones y demás: habrá una noche de dos músicos, también el cierre de la 12va muestra de cine queer y hasta un taller de introducción a la poesía. Todo esto lo hace gobierno; pero donde estará la buena onda el próximo viernes 25 de agosto será en la azotea del número 1079 de la calle Padre Mier, donde se llevará a cabo el Festival Internacional Fans del Squirt en el que estarán más de 30 poetas, músicos, djs, performers, standup & spoken word del mundo, sin censura; se rumorea que además de esteroides tiene democracia, es incluyente y estará bien atascado como esta lírica de Edson Velarde e interpretada por el maestro Carmelo Torres y Los Toscos –que pa´ pegar hay que ser raizal…

 

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