En su arribo al Corea del Sur, el Papa Francisco fue recibido entre cañonazos de bienvenida en Seúl y demostraciones de hostilidad de los vecinos norcoreanos.
Aunque no representaron ningún peligro para el líder de la Iglesia Católica, poco antes de su llegada el jueves Corea del Norte lanzó cinco misiles de corto alcance (200 kilómetros) al mar.
Por su parte, el Ejército surcoreano disparó 21 cañonazos durante la ceremonia que inauguró la primera visita papal a la nación asiática.
En el que fue su primer discurso en inglés, Francisco dijo a la presidenta surcoreana Park Geun-hye que la paz requiere perdón y respeto mutuos. Añadió que se debe fomentar la diplomacia para que el diálogo reemplace las “recriminaciones, críticas y demostraciones de fuerza inútiles”.
“No es bueno que el Norte dispare misiles el día en que el Papa visita Seúl con un mensaje de paz y reconciliación”, un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur. (Fuente: AP)